El Ayuntamiento de Barcelona asesorará a las comunidades de vecinos a fin de que puedan frenar la apertura de pisos turísticos en sus edificios si así lo desean. Fuentes municipales detallaron este sábado que este servicio de orientación y de información se prestará a través del Col·legi d’Administradors de Finques y de la Cambra de la Propietat Urbana. Esta iniciativa forma parte del acuerdo presupuestario que en su momento alcanzaron el gobierno del alcalde Jaume Collboni y el grupo municipal de ERC.
“El objetivo del convenio –detallaron las fuentes del Ayuntamiento– es el de promover la redacción de nuevos estatutos o la modificación de los existentes para que las comunidades de vecinos puedan adoptar acuerdos a fin de prohibir nuevas instalaciones de actividades económicas que puedan tener consecuencias negativas en la convivencia de las fincas, como es el caso de las viviendas de uso turístico”. Paralelamente el Institut Municipal d’Habitatge de Barcelona aprobará una convocatoria de subvenciones destinada a las comunidades de propietarios para financiar la creación o modificación de los estatutos.
“Actualmente las comunidades de vecinos pueden prohibir los pisos turísticos mediante un cambio en sus estatutos –declaró la presidenta del grupo municipal de los republicanos, Elisenda Alamany, en una entrevista a la agencia de noticias Europa Press–, tal y como dice el Código Civil catalán. El problema es que muchos vecinos de Barcelona no lo saben. De este modo los vecinos podrán recuperar las riendas de su calidad de vida. A veces cambiar los estatutos de una comunidad no es fácil, no es sencillo económicamente”. Sobre los plazos, Alamany agregó que la medida “será una realidad inmediata” para abordar lo antes posible la, a su juicio, la sensación de que Barcelona está perdiendo su identidad a través de la problemática de la vivienda y del turismo, una situación que afecta directamente a los vecinos.