las lluvias y el incremento de caudal del Ebro de los últimos meses han llevado a los productores de mejillones del delta del Ebro a iniciar dos semanas antes una cosecha que será de una calidad excelente, aunque cuantitativamente por debajo de los últimos años.
La Federación de Productores de Moluscos del delta del Ebro (Fepromodel) prevé quedarse este año por debajo de los 3 millones de kilos, frente a los 3,5 de años pasados.
La menor disponibilidad de cría propia y el gasto por tener que comprarla en Italia han sido clave en este sentido.
Por el contrario, el adelanto del inicio de la cosecha podría ayudar a los productores a evitar la mortalidad de mejillones que provocan los fuertes episodios de calor y el calentamiento del agua de las bahías.
El tráfico de las plataformas navegando hacia las mejilloneras empieza a ser la imagen habitual de las mañanas en la bahía de Els Alfacs.
La campaña arranca este año dos semanas de lo habitual -a principios de mayo-, con unas perspectivas excelentes para el sector. Principalmente en el aspecto cualitativo del producto, que las pruebas efectuadas por los mejilloneros han corroborado como excelente.
Este año, los episodios de lluvia de los últimos meses y el caudal más elevado del tramo final del Ebro han resultado especialmente provechosos para un crecimiento sano del bivalvo, que se alimenta filtrando, principalmente, el fitoplancton y zooplancton presente en el agua de las bahías deltaicas. “El régimen fluvial ha sido muy bueno para nosotros. Vimos que en la última semana de febrero hubo una subida muy grande del fitoplancton y eso da la calidad de la que estamos hablando ahora”, indicó el gerente de Fepromodel, Gerardo Bonet.
Déficit de crías
Esto, por el contrario, según reconoce el gerente de Fepromodel, Gerardo Bonet, va a repercutir en una menor producción, que difícilmente alcanzará los 3 millones de kilos, lejos de los 3,5 millones de anteriores campañas. También ha contribuido de forma decisiva la falta de cría suficiente para sembrar.
Aunque los productores lograron salvar la resguardada en la bahía del Fangar, para preservarla de las altas temperaturas de los Alfacs, la reserva no resulta suficiente para alcanzar los 1,5 millones de kilos que requiere la siembra -como tampoco las distintas pruebas para intentar captar crías en mar abierto-. Esto les ha obligado a comprar una parte en Italia, donde episodios de mortalidad en la zona de Tarento han condicionado también su adquisición y precios.
En cualquier caso, el adelanto de la campaña podría acabar jugando también a favor de los mejilloneros. Especialmente, en el actual contexto de agravamiento de las consecuencias del cambio climática que, en su caso, se ha traducido en importantes episodios de mortandades de la producción los veranos pasados por la inusualmente elevada temperatura del agua en las bahías, que puede rozar los 30 grados centígrados.
“Cuanto antes comencemos, mejor, pero no depende de nosotros: depende de cómo esté el mejillón, si tiene la carne que toca. Empecemos lo antes posible para que los calores de julio y agosto no nos cojan mucho mejillón”, apuntó Bonet.
El pasado año, recuerda, la campaña se cerró la primera semana de agosto. Las dos anteriores terminaron el 20 de julio. Hace más de diez años, terminaba hacia septiembre. “Eso ha cambiado: debemos adaptarnos al cambio climático porque el riesgo es muy alto”, sentencia.
A partir de esta semana el mejillón del delta del Ebro ha empezado ya a llegar, una vez superado el período de depuración de rigor, en los mostradores de pescaderías, mercados, grandes superficies y también en los restaurantes. Se comercializa principalmente en Catalunya y en el resto del Estado. Tratándose de un producto “vivo”, la corta distancia con los compradores es fundamental.
Sube el precio
Bonet destaca la buena recepción que encuentra en los mercados el producto, que adquirirá el momento óptimo para el consumo alrededor de Sant Joan. “Está siendo muy demandado por parte de los clientes. Ya hace días que nos preguntaban cuándo empezaría la campaña. Es un producto de muchísima calidad y además tenía una ventaja, que ahora no es tanta, que es que llegaba a los meses de mayor consumo: nuestro mejillón está mejor cuando hay turismo y más consumo. Es una ventaja añadida para la comercialización”, ha subrayado.