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Las olas de calor marinas se cobran vidas y miles de millones de dólares en daños por tormentas

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Los días con olas de calor marina se triplicaron en todo el mundo los dos últimos veranos y casi el 10 % del océano alcanzó temperaturas récord en ese período

HANDOUT - 17 September 2022, ---: A view from the International Space Station (ISS) of the eye of Typhoon Nanmadol, which will make landfall in southwestern Japan. The storm will bring gusts of up to 240 kilometres per hour and record rainfall. Photo: Bob Hines/Nasa/Planet Pix via ZUMA Press Wire/dpa

Vista desde la Estación Espacial Internacional (ISS) del ojo del tifón Nanmadol, que tocó tierra en el suroeste de Japón

Bob Hines/Nasa/Planet Pix via ZU / DPA / Europa Press

Los océanos del mundo experimentaron tres veces y media más días de olas de calor marinas en 2023 y 2024 en comparación con cualquier otro año registrado. El aumento sostenido de las temperaturas oceánicas no solo tuvo un coste en pérdidas de vidas humanas sino que causó daños valorados en miles de millones de dólares. Además, aumentó los riesgos de varamiento de ballenas y delfines, dañó la pesca comercial y provocó . Así lo indica un articulo publicado en N. Los datos son una evidencia de que los océanos del mundo se están calentando a un ritmo sin precedentes.

En marzo de 2023, las temperaturas en las aguas de superficie del mar alcanzaron máximos récord con temperaturas extremas que se repitieron el resto del año.

Al igual que las olas de calor terrestres, una ola de calor marina se define como un período de temperatura más alta de lo normal durante un tiempo más largo de lo habitual. Las más recientes fueron provocadas por el cambio climático y han sido amplificado por el fenómeno de El Niño.

Este estudio descubrió que en 2023-24, casi el 10 % del océano alcanzó temperaturas récord.

“La cantidad de impactos que hemos visto a causa de las olas de calor marinas en los últimos dos años ha sido bastante disparatada, con el blanqueamiento masivo de corales, la aparición de especies en nuevas ubicaciones y la cantidad de eventos meteorológicos extremos relacionados en tierra”, señala. Kathryn Smith, de la Asociación de Biología Marina del Reino Unido.

“A nivel mundial, las olas de calor marinas se han vuelto más frecuentes e intensas debido al aumento de las temperaturas oceánicas”, señala Alex Sen Gupta, profesor asociado de la Universidad de Nueva Gales del Sur.

Las zonas más afectadas

Ante todo esto, se lanzaron alarmas que dieron tiempo a la sociedad para prepararse y paliar los daños.

En algunas regiones, se hizo caso a esas señales de advertencia y se hicieron esfuerzos nacionales para la prevención, pero en la mayoría de los lugares se observó poca gestión proactiva, lo que posiblemente indica obstáculos para la acción. Por eso, se causaron impactos que podrían haberse evitado.

Los arrecifes de coral, la pesca y las comunidades costeras fueron algunos de los ámbitos que sufrieron sus devastadoras consecuencias. El efecto sobre las especies fue a menudo devastador. Las ballenas y los delfines se acercan más a la costa cuando el agua está caliente porque siguen a sus presas, por lo que esto aumentó sus posibilidades de varar. Para los mejillones abanico del Mediterráneo, que han estado muriendo por millones desde 2016, las olas de calor marinas pueden ser el último clavo en el ataúd porque el calentamiento de las aguas conlleva un mayor riesgo de enfermedades, señala el estudio.

Más acciones proactivas

Los autores del texto alertan de que mientras continúe el actual tasa de calentamiento, las olas de calor marinas seguirán empeorando y por lo cual se necesitarán acciones más proactivas para evitar el daño que ya causan las temperaturas oceánicas extremas.

Una ola de calor marina alimentó el ciclón Gabrielle en Nueva Zelanda en 2023, que mató a 11 personas y causó daños por valor de 8.000 millones de dólares.

Casi 6.000 personas murieron en Libia en 2023 cuando las fuertes lluvias de la tormenta Daniel provocaron el colapso de la presa de Derna, la inundación más mortal registrada en África.

La tormenta Daniel se hizo más intensa y lluviosa debido a que las temperaturas del mar aumentaron a causa del cambio climático.

Las olas de calor marinas contribuyeron a temperaturas terrestres récord en las islas británicas, perjudicaron a las poblaciones de peces y casi causaron la extinción del mejillón abanico en el Mediterráneo.

También hicieron que las anchoas peruanas se alejaran de sus aguas habituales, lo que provocó el cierre de la pesca comercial en 2023 y 2024, con pérdidas estimadas en 1.400 millones de dólares.

Marie Cook reacts to the damage to her home in the Binks Estates community after a tornado formed by Hurricane Milton touched down striking homes in The Preserve and Binks Estate among others in its path in Wellington, Florida, U.S. October 9, 2024. Bill Ingram/Palm Beach Post/USA Today Network via REUTERS NO RESALES. NO ARCHIVES TPX IMAGES OF THE DAY

Marie Cook reacciona ante los daños provocada en su casa en Binks Estates tras el paso del huracán Milton por The Preserve y Binks Estate, en Wellington, en Florida, el 9 de octubre de 2024.

BILL INGRAM / Reuters

En el Mediterráneo y en España

En el mar Mediterráneo y el golfo de Tailandia se registraron pérdidas en la acuicultura, ya sea como respuesta directa al aumento de las temperaturas o indirectamente debido a las floraciones de algas nocivas.

En la costa norte de España, las olas de calor se vincularon a una reducción del crecimiento y la reproducción de los mariscos, lo que afectó a los medios de vida de las mujeres que tradicionalmente se dedican a estaspesquerías.

También se observaron pequeñas “victorias” para la pesca, con un aumento de los desembarques de calamar en Perú y la aparición de oportunidades para nuevas pesqueríasen las Islas Canarias a medida que las especies de aguas más cálidas cambiaron temporalmentesus áreas de distribución.

“Las olas de calor marinas también han cambiado radicalmente nuestros ecosistemas marinos: esto se evidencia en la pérdida permanente de bosques de algas a lo largo de cientos de kilómetros de la costa de Australia Occidental y en el estado gravemente degradado de la Gran Barrera de Coral en comparación con hace apenas unas décadas. El empeoramiento de las olas de calor marinas seguirá modificando estos y otros ecosistemas”, señala Alex Sen Gupta en la Universidad de Nueva Gales del Sur.

Funciones en peligro

El océano desempeña un papel fundamental en la regulación del clima, el sustento de la vida marina y la provisión de alimentos y trabajo para miles de millones de personas.

Sin embargo, los investigadores afirman que, a medida que las olas de calor marinas empeoran por el cambio climático, estas funciones corren peligro.

En los últimos dos años, además de obligar al cierre de la pesca y la acuicultura, han aumentado los varamientos de ballenas y delfines y han provocado elcuarto episodio mundial de blanqueamiento de los corales.

Los impactos no se detuvieron en los océanos sino que causaron fenómenos atmosféricas mortales e inundaciones en tierra.

Los autores del artículo resaltan que iniciativas a favor de una buena previsión y la acción rápida redujeron los impactos de algunas olas de calor marinas.

En la buena línea

Así, por ejemplo, en Australia, una cuarta parte de la población de pez-mano liso (capaces de caminar) en peligro de extinción fue llevada a acuarios antes de que llegara la ola de calor marina y se liberó de nuevo cuando las aguas se enfriaron.

En los EE. UU., algunos corales y caracolas fueron trasladados a aguas más profundas y frías. En Perú, el gobierno dio ayudas a los pescadores que no pudieron salir al mar cuando se vieron obligados a cerrar la pesquería de anchoa. Una mejor previsión y planes de respuesta rápida podrían haber reducido los impactos en otras regiones.

Una tendencia agudizada

Investigaciones anteriores ya mostraron que el cambio climático inducido por el hombre ya causó un aumento del 50% en las olas de calor marinas entre 2011 y 2021. Si seguimos quemando combustibles fósiles y talando bosques, las olas de calor marinas podrían serentre 20 y 50 veces más frecuentes y diez veces más intensas para finales de siglo, dice los autores del trabajo.

Por todo ello -concluyen- que reemplazar el petróleo, el carbón y el gas con energía renovable es vital para salvaguardar la vida oceánica y las comunidades costeras.

Ésta es una distribución por regiones en el planeta.

AMÉRICA DEL NORTE Y CENTRAL.Veryl, el huracán de categoría cinco más temprano de la historia, devastó extensas zonas del Caribe y los Estados Unidos a fines de junio y principios de julio de 2024. Las temperaturas oceánicas extremas también contribuyeron a las olas de calor en tierra, la muerte masiva de peces en el Golfo de México y un blanqueamiento significativo de los corales en Florida, el Caribe, México y América Central. La reubicación de corales y caracoles ayudó a reducir parte del daño.

AMÉRICA DEL SUR.Las de calor marinas provocaron graves inundaciones en Ecuador y alteraron la pesca, en particular en Perú, donde el cambio de las poblaciones de anchoveta provocó el cierre de las operaciones de pesca comercial, lo que provocó pérdidas estimadas en 1.400 millones de dólares. Se registró blanqueamiento de corales en Colombia.

Los gobiernos lanzaron alertas, cerraron pesquerías e introdujeron subsidios para apoyar a las comunidades afectadas.

ASIA. Las temperaturas oceánicas extremas intensificaron las tormentas, incluido el tifón Doksuri, la tormenta ciclónica severa Remal y el ciclón tropical Mocha, que en conjunto afectaron a millones de personas y causaron cientos de muertes. Las olas de calor marinas también contribuyeron a olas de calor récord e inundaciones severas en Japón. El calentamiento de las aguas creó “zonas muertas” marinas, lo que provocó muertes masivas de peces y daños en la acuicultura en el Golfo de Tailandia y el Estrecho de Malaca. Hubo un blanqueamiento generalizado de corales en toda Asia, lo que llevó a restricciones de buceo en Tailandia para ayudar a la recuperación de los arrecifes.

ÁFRICA.Las olas de calor marinas contribuyeron a causar las ciclones más fuertes, incluido el ciclón Freddy, el ciclón de mayor duración registrado, que azotó el sudeste de África durante semanas. La tormenta Daniel,intensificada por las olas de calor marinas, causó inundaciones catastróficas en Libia, lo que provocó casi 6000intensificada por las olas de calor marinas, causó inundaciones catastróficas en Libia, lo que provocó casi 6000muertes. El blanqueamiento de corales fue generalizado y afectó a los arrecifes desde el Mar Rojo hasta las Seychelles.

En las Islas Canarias aparecieron especies de aguas más cálidas, lo que supuso un pequeño beneficio para la pesca.

AUSTRALASIA. Las olas de calor marinas prolongadas provocaron un grave blanqueamiento de los corales en Australia y las islas del Pacífico, graves inundaciones y deslizamientos de tierra en Australia y ciclones tropicales más fuertes.

El ciclón Gabrielle en Nueva Zelanda causó daños por 14.000 millones de dólares neozelandeses (8.000 millones de dólares estadounidenses), y el cambio climático aumentó la intensidad de las precipitaciones. Las olas de calor marinas también obligaron al cierre temporal de granjas de ostras en Australia y provocaron un aumento de varamientos de ballenas y delfines en Nueva Zelanda. En la costa de Tasmania, el estrés térmico del océano fue tan extremo que la NOAA se quedó sin colores para sus mapas de temperatura. Los esfuerzos de conservación incluyeron la reubicación de una cuarta parte de la población de pez mano roja en peligro crítico de extinción en acuarios hasta que las aguas se enfriaron.

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