Los malos hábitos son uno de los grandes enemigos de la longevidad. Tener una vida larga, sana y próspera, a priori, no es compatible con no llevar una alimentación saludable, no hacer deporte regularmente y ser propenso a ciertos vicios como el alcohol, el tabaco u otros como las drogas que son aún más nocivos.
El científico y oncólogo Silvio Garattini, quien a sus 96 años se ha convertido en todo un referente por su envidiable estado de salud y sus consejos de salud alrededor del mundo, es un firme defensor de la necesidad de adquirir buenos hábitos. El científico asegura que son clave, no tan solo para lograr llegar a una edad avanzada en un buen estado de salud, sino también para evitar ciertas enfermedades que son provocadas por culpa de esos malos hábitos.
“Hasta ahora, hemos orientado la medicina principalmente hacia los tratamientos y terapias, lo que obviamente ha generado un gran mercado. Y así hemos olvidado algo fundamental: no todas las enfermedades caen del cielo, muchas dependen de nuestros estilos de vida. Debemos volver a poner la prevención en primer lugar”, sostiene Garattini.
“No todas las enfermedades caen del cielo, muchas dependen de nuestros estilos de vida”
El científico siempre ha sido muy crítico con el campo de la medicina, pues cree que se ha convertido en un mercado y que, a causa de esto, se recetan muchos medicamentos de forma innecesaria, lo que a la larga acaba siendo perjudicial. Por eso, el científico asegura que los primeros que deberían tener claro que lo realmente importante para que la gente mejore sus vidas es que cambien sus hábitos, son los propios médicos:

Mantener buenos hábitos es clave
“Los médicos no deberían limitarse a recetar medicamentos, sino también a promover buenos hábitos: caminar al menos 3 kilómetros al día, perder ciertos kilos… Y deberían ser evaluados en función de los resultados de salud de sus pacientes: cuántos han dejado de fumar, cuántos ya no son obesos, etc.”, explica.
Entre estos buenos hábitos, Garattini afirma que es fundamental seguir una dieta equilibrada (en su caso la mediterránea porque cree que tiene todo lo necesario), hacer ejercicio físico, dormir al menos 7 horas y mantener relaciones sociales. “Intento caminar al menos 5 kilómetros al día y mantengo mis relaciones sociales yendo a trabajar cada día al instituto. Hay que encontrar un equilibrio en el que sepas que mañana podrías no estar, pero si estás, debes hacer algo”, asegura.
“A nadie se le ocurre organizar un festival del cigarrillo, pero cada semana hay un festival dedicado al vino”
Sin embargo, dos de las mayores luchas del científico a lo largo de su vida ha sido contra la industria del tabaco y el alcohol, lo que le ha valido para ganarse grandes y peligrosos enemigos en Italia. Aún y así, Garattini continúa siendo igual de crítico que siempre, y afirma que el tabaco es un veneno que se extiende cada día por el aire, pero también en el suelo a través de las colillas apagadas, mientras que del alcohol asegura “que no nos damos cuenta de lo perjudicial que es en dosis altas”.

Eliminar el tabaco y el alcohol de nuestras vidas es imprescindible para vivir más y mejor
Lamentablemente, el alcohol goza de una mayor aceptación social, lo que hace que la gente no lo vea tan peligroso, aunque realmente lo sea: “A nadie se le ocurre organizar un festival del cigarrillo, pero cada semana hay un festival dedicado al vino”, critica.
Por eso, el científico no fuma y tan solo bebe cerveza sin alcohol, y esa es una de las claves de haber llegado a sus 96 años en ese envidiable estado de salud. “También he probado un vino alemán similar, y no está mal. Creo que ese es el camino del futuro”, sentencia.