Si hay una escena conmovedora en El 47, más allá de la lucha vecinal en sí, es la que interpreta Zoe Bonafonte como Joana, la hija del protagonista, cantando, con un hilo de voz que va ganando fuerza (y rabia), la reivindicativa Gallo rojo, gallo negro, en honor a su padre, Manuel Vital, arrestado injustamente. Con ese debut brillante (que hoy recuerda un pequeño 47 tatuado en su costado) , Zoe Bonafonte (Barcelona, 2004) cautivó al público y reveló un potencial que ya recoge frutos. Por ahora ha estrenado Manual para señoritas y El secreto del orfebre y está volcada en un nuevo rodaje.
Me trabajo para que la confianza en mí misma no dependa de los halagos”
Sueña con trabajar en Hollywood, con protagonizar un musical y se prepara a fondo para ello en la escuela madrileña de Clara Méndez-Leite y Alberto Ammann. Su carrera ha despegado con 21 años, pero el viaje comenzó ya a los 16, cuando venció su propio freno a la idea de ser actriz. Charla con Magazine por videollamada de su incipiente carrera y cómo se enfoca para “no perderse”.
¿Recuerda cuándo decidió apostar por la interpretación?
Más que un momento fue un proceso. Me costó muchísimo admitir que quería ser actriz, me daba vergüenza, me engañaba con la idea de ser directora o guionista, que también.

Con capa y falda, cinturón de piel y brazalete de metal y estrás. Chanel
¿Qué la frenaba?¿El riesgo, el exponerse?
Sí y también me influían las expectativas. Yo sacaba muy buenas notas y todo el mundo esperaba que hiciera una carrera que exigiera una nota altísima. Hasta que me dije: “No me veo haciendo nada más en la vida, necesito ser actriz”.
¿En casa le apoyaron?
Sí, mi madre siempre me dijo: “Mientras nunca dejes de estudiar, haz lo que más te guste”. Y me lancé. Con 15 años marché un año con beca a Estados Unidos y al volver me instalé en Madrid.
Soy actriz, pero ante todo soy Zoe, con todas mis capas”
¿Con su madre?
No, ella siguió en Barcelona. Ahora pienso qué atrevida… independizarme con 16. Soy una persona con la cabeza bien amueblada pero aún así… era muy joven. Viví en una residencia de estudiantes, todos eran más mayores. Fue un proceso de adaptación y de hallar mi hueco en una ciudad nueva. He pasado por muchos momentos no tan bonitos como el actual.

Chaqueta y pantalón de tweed, camisa de tafetán y collar de metal y perlas. Chanel
Se curtió, sin duda...
Totalmente. Esta profesión es complicada. Soy muy afortunada, pero me lo he currado mucho, formándome y sin intención de parar, porque me encantan las clases. Ser actriz es lanzarte a una piscina sin saber si tiene agua y ver si en algún momento se llena. Vivo un buen momento, pero nada me asegura el camino.
Es positivo pensar así para asimilar el éxito.
Para mí es esencial ir a terapia cada semana, me da la vida. Porque lo más probable es que no puedas vivir de esta profesión, pero también hay que gestionarlo cuando va bien. En este mundillo es fácil perderse, y para seguir viendo lo esencial, con tanto ruido alrededor, tan pendientes de los demás, debes trabajar tu parte psicológica. Evitar que tu autoconfianza dependa de los halagos. Ante todo soy Zoe, al margen de lo bien o mal que vaya un proyecto.
Y de ganar o no el Goya Revelación...
Hice un trabajo previo con mi psicóloga. Le dije: “No quiero que perder o ganar me repercuta en la visión que tengo de mí misma como intérprete”. Y me ayudó muchísimo. Estas semanas estoy haciendo el ejercicio de ver qué necesita mi cuerpo, qué gente quiero a mi lado, que me permite ser yo misma. Soy actriz y ojalá, por favor, lo sea toda mi vida, pero ante todo soy Zoe, con todas mis capas.
Hollywood es una meta para mí. Me gustaría, sí”
¿Quién le impactó en la gala?
No soy mitómana, y menos ahora que me dedico a esto, porque humanizas a los compañeros. Rodando Manual para señoritas he tenido el privilegio de trabajar con Tristán Ulloa, a quien admiro como persona y actor y veía su humanidad, su respeto al equipo y hasta sus nervios ante alguna escena. Y en El secreto del orfebre, el hecho de no ser mitómana me ha jugado muy a favor a la hora de actuar con Mario Casas y Michelle Jenner. Ha sido un placer y una masterclassgratuita. En los Goya, reconozco que Richard Gere me impactó, y me encantó conocer a Carolina Yuste, porque la admiro como intérprete y como persona.

Con collar de metal de Chanel
La vimos cantar junto a Luis Tosar y otros intérpretes, disfrutando...
Por favor, fue una gozada, todo el grupo fue majísimo. Y logré no ponerme nerviosa. Pensé: “¿cuántas veces vas a estar en los Goya en tu vida?”. Igual solo esta. Mi trabajo está hecho y no me define ganar o perder. Me propuse no fastidiarme la noche estresada por el premio. Estuve serena y lo pasé súper bien cantando.
Dijo que desea hacer algún musical.
Me encantaría interpretar un musical en la Gran Via de Madrid. Y ante todo, Mamma mia. Fue una de las películas que me despertaron la vocación de pequeña. Cuando tenga edad para encarnar a Donna ya tendré suficiente training vocal y de baile.

Top y shorts de tweed y Mary Jane de tela. De Chanel
dz貹پó El 47 con Eduard Fernández y Clara Segura. ¿Qué consejo recuerda?
Eduard no es muy de dar consejos. De ambos he aprendido a jugar, entender que esto es un trabajo y siempre hay que ser profesional, pero no debe ser un estrés sino disfrutarlo. Puedes estar haciendo un dramón y pasarlo bien, además es cuando más suelto estás en escena y más conectas con el público. Clara me decía: “Al espectador debes tocarle el corazón, no hace falta ser perfecto”. Ella tiene una capacidad increíble para bromear entre tomas, y al oir acción, ponerse a llorar. Eduard igual, entrar y salir del papel, el acento… Alucinante.
Si me enamoro voy 'full on'. En esta industria esto es un temazo, hay gente que no sabe separar el trabajo de la vida”
Su escena cantando Gallo rojo, gallo negro emociona. ¿Cómo la preparó?
Yo no trabajo desde mi memoria emocional. Me imaginé la impotencia que sentiría mi personaje en esa situación. Me resultó muy fácil empatizar con toda esa historia.
Sus abuelos, andaluces, también emigraron a Barcelona. ¿Comparte esa conciencia de clase que tan bien refleja El 47?
Sí, cien por cien. Soy una absoluta privilegiada. Gracias al trabajo de mi madre y mi padrastro puedo financiarme mis estudios y me siento apoyada en un trabajo tan kamikaze. Pero nuestra situación no ha sido siempre esta, y sé que las cosas son difíciles y hay que agradecer a las generaciones que, como mis abuelos, llegaron a Barcelona con lo puesto. Lo que El 47 recuerda y la ciudad de hoy viene también de esa clase obrera que peleó por sus derechos.

Vestido de algodón rosa palo. En el cuerpo se ha aplicado n.1 sérum en bruma revitalizante. De Chanel
¿Cómo ve a su generación? ¿Poco reivindicativa?
Yo creo que hay de todo, como en todas las edades. Veo mucha impotencia por problemas que arrastramos de generaciones anteriores, mal gestionados, como los del planeta, la contaminación. Hay frustración por ello. Y gente que tira la toalla porque si ya no se puede hacer nada...¿para qué me voy a agobiar? Pero a la vez es una generación más consciente, que se plantea más las cosas, por ejemplo, en el uso del lenguaje. Si una palabra se ha usado siempre pero ofende a un colectivo, pues vamos a cambiarla. Yo tengo fe en mi generación, en mucha gente con ganas de mejorar las cosas.
Soy muy empática, una virtud de oro para ser actriz, pero hay gente que se aprovecha de quienes no sabemos decir 'no'”
¿Y en su profesión?
Veo interés por contar historias desde perspectivas nuevas. Una suerte, porque el cine para mí es, con el teatro, la herramienta de empatía más potente para avanzar. Que se haga una serie sobre una mujer de Honduras que llega a España a buscarse la vida teniendo que dejar a sus hijos y no verles durante años es una forma de comprender esa realidad. Las historias de los hombres las hemos visto de todos los colores y formas. Está despertando una voz femenina en la que cineastas explican historias sobre mujeres, pero no para mujeres, sino para todos. Como espectadora, las apoyo, para que sigan apostando por ellas.

Top, chaqueta y falda de seda, brazaletes y collar de Chanel. En el cutis, crema n.1 con camelia roja, y en los labios, el bálsamo Lively Rosewool; en los pómulos, Les Beiges Poudre Belle Mine Lumière Dorée Éclat du Soir
¿Cómo se relaciona con las redes?
Son una herramienta de trabajo útil y hasta divertida, pero con una parte peligrosa. Es fácil caer en el círculo de la aprobación externa, estar pendiente de si suben tus seguidores. Si no te trabajas, un solo comentario te puede hundir el día. Yo tengo mi móvil de tapa y lo uso a veces porque me agobio hasta con el WhatsApp. Siento que la única vía de reconectar conmigo es desconectando del móvil.
My favourite things
Una pasión Los animales. Tengo dos gatos, que ahora toman el solete. En otra vida quisiera ayudar a perros y gatos.
Un plan para la noche Con mis amigas de cenita en casa.
Una lectura Un librode Concepción Arenal sobre la mujer que me impactó, podría ser un texto feminista actual.
Su cocina favorita La asiática, ante todo la japonesa y la coreana.
Un concierto al que iría hoyDe Rihanna.
Un viaje a la vista Me voy a Tenerife, de vacaciones. Me gustaría ir a Corea.
De paseo por Madrid Me encanta ir con mis amigos por Alonso Martínez o Malasaña. Y las tortillas del Café Santander.
Un look Me gusta combinar chalecos o corbatas con prendas más ‘femeninas’.
¿Cuál es su mejor virtud?
Mi gran virtud y a la vez mi maldición es que soy muy empática. Como actriz me va de oro, pero es un arma de doble filo y hay quien se aprovecha de quienes no sabemos decir no.
Un defecto por cambiar.
Soy algo caótica en mi vida. Me gustaría ser más ordenada. No voy a girar la cámara para que veas mi habitación... (ríe) Yo soy muy disciplinada en no saltarme ni una clase, pero tengo a veces poco cuidado conmigo misma.

cuatro
1. Labios y mejillas.N°1 de Chanel Bálsamo
Lively Rosewood
2. CuerpoN°1 de Chanel Sérum en
bruma revitalizante
3. PómulosLes Beiges Poudre Belle Mine
Lumière Dorée Éclat du Soir
4. TezN°1 de Chanel Crema
con camelia roja
¿Es enamoradiza?
Sí, a ver, no voy enamorándome por la vida, pero cuando me enamoro sí voy full on. En esta industria esto es un temazo. Hay gente que no sabe separar el trabajo de la vida. También te digo, a mí no me suelen ver para personajes enamoradizos, el primero ha sido el de El secreto..., con Mario (Casas), un diez como compañero, como actor y como persona.
¿Aspira a trabajar en Hollywood?
Me gustaría, sí. Para mí es una meta, es algo que espero ver en unos años. Hablo mucho con mi representante de mi deseo de ser actriz aquí en España, pero también fuera. ¿Por qué no?
dzóڲ: Mara Alonso.
Eپٲ: Florence Réveillaud.
Mܾ/ܱܱí: Paola García para Chanel.
Asistente fotógrafa: Sara Garcia-Doncel de Ledesma. dzó/Գٴ: Caserío Aldeallana, Segovia.
ʰǻܳó: Emma Monreal