El castillo de Bezdez se halla sobre un promontorio modesto, a 600 metros sobre el nivel del mar. Pero como se enclava en una porción muy llana de Bohemia Central, se dice que desde su torre se alcanza a ver hasta una cuarta parte de toda la República Checa. Podría parecer exagerado, pero en un día de viento, con la atmósfera limpia, es factible.
Para los checos, la fortaleza de Bezdez es un sitio muy querido y bastante visitado, aun cuando sus horarios quedan restringidos a los meses de buen tiempo. En invierno hay que ser previsor, pues solo abre en fines de semana en horarios cortos por las pocas horas de luz solar y la crudeza del clima centroeuropeo.

La fortaleza de Bezdez está abierta para las visitas
El castillo, aunque fue abandonado a finales del siglo XVIII, sigue mostrando una silueta envidiable, con la gran torre que despunta en el horizonte y sus murallas desafiando a la gravedad, recorriendo la cresta de la montaña. Fue levantado a partir del año 1264, como lugar para vigilar una encrucijada comercial y durante siglos fue uno de los más importantes castillos checos.
La capilla gótica conserva su diseño original del siglo XIII. Está dedicada al arcángel san Miguel. En su interior, se hallaba una imagen de la Virgen de Montserrat. Y es que en el siglo XVII un grupo de monjes benedictinos procedentes del monasterio catalán poblaron este fuerte militar.
La patrona de Catalunya fue muy popular en las cortes del centro de Europa a partir de finales del siglo XVI, cuando Felipe II acudió a la montaña santa para agradecer la victoria en la batalla de Lepanto. Posteriormente el matrimonio entre Fernando III y María Ana de Austria, hija de Felipe III, aumentó el prestigio de la Moreneta, pues la infanta era una gran devota de la Virgen negra.
En el año 1632 uno de los generales más destacados de la guerra de los Treinta Años, Albrecht de Wallenstein, famoso por sus batallas contra los protestantes, prometió que, si vencía en el campo de Lützen, fundaría en el castillo de Bezdez un monasterio dedicado a la Virgen de Montserrat. Los monjes procedentes del centro de Catalunya, sin embargo, tardaron casi tres décadas en llegar hasta allí.
Los frailes están indirectamente involucrados en alguna de las leyendas que rodean al castillo, del que se dice –como en muchas otras fortalezas europeas– que se había escondido un tesoro. Parte de él se habría encontrado en 1778, cuando los defensores del sitio, desesperados ante un asedio prusiano, comenzaron a desmontar los suelos de madera para lanzarlos ladera abajo como arma arrojadiza. Bajo el entablado habría encontrado un buen número de joyas y monedas guardadas por los monjes montserratinos.

La capilla gótica del castillo conserva su diseño original
Este episodio a caballo entre lo histórico y lo legendario inspiró al músico checo Bedřich Smetana para componer una ópera, El Secreto. El poeta Karel Hynek Mácha también compuso algunas obras inspiradas en la fortaleza. De hecho, el estanque artificial –reserva de caza real antaño y hoy refugio ornitológico– que se halla al pie del castillo fue bautizado con su nombre. Es ahora un lugar de recreo y genial para el avistamiento de aves de marisma.
Doksy, precisamente la localidad que se halla en la orilla sur del lago, a tan solo 10 kilómetros del castillo, alberga en su museo local la talla de la Virgen de Montserrat que los monjes benedictinos llevaron desde Catalunya para vestir la capilla gótica del castillo de Bezdez.
Cómo llegar
Bezdez se halla a 80 kilómetros al norte de Praga, bien conectado por la autopista E65. El viaje toma poco más de una hora en vehículo privado. En transporte público, requiere una complicada combinación de transbordo de autobuses y trenes y triplica la duración del trayecto.