bet365

Enriqueta Llorca, escritora: “Dibujarla me hacía sentir bien, me brindaba un tiempo para reflexionar, para estar conmigo misma, con mi querida perra Fosca y para evadirme de la rutina”

Animales de novela

La ilustradora debuta como escritora con 'Una aventura entre el mar y el cielo'

La ilustradora y escritora Enriqueta Llorca Sureda

La ilustradora y escritora Enriqueta Llorca Sureda

Ediciones Siruela

Sí, Sant Jordi ya está aquí un año más. Esa fecha tan especial que llena las calles de magia, de rosas y, por supuesto, de montones y montones de libros. Es el día perfecto para que los lectores empedernidos —y también aquellos que se dejan conquistar poco a poco por las letras— se regalen un momento de conexión con las historias que nacen de sus páginas.

Y como en Peludos nos encanta todo lo que huele a aventura y tiene animales como protagonistas, hoy quiero hablaros de una historia que esconde mucho más de lo que parece: Una aventura entre el mar y el cielo. Un viaje entrañable donde la amistad lo puede todo, y los animales se convierten en los mejores compañeros de camino hacia la sanación y el autoconocimiento.

La protagonista, Escafi, vive en Can Taquerien, una antigua casa sobre un acantilado que guarda secretos en forma de susurros que no paran de molestarla. Allí vive con su fiel perrita Fosca, que no la deja ni a sol ni a sombra. Pero esas voces misteriosas no se callan y, cada vez, son más insistentes. ¿Qué quieren decirle? ¿De dónde vienen?

Decidida a encontrar un poco de paz, Escafi se enfunda una vieja escafandra y, junto a Fosca, emprende un viaje en bicicleta para dejar todo atrás. Pero lo que comienza como una escapada se transforma en una aventura inolvidable cuando una tormenta inesperada las arrastra a un mundo mágico, poblado por criaturas tan sorprendentes como el extravagante señor del Om, un ser curioso que gobierna los vientos donde habitan todos los sonidos del universo.

En ese mundo onírico y lleno de simbolismo, con una isla perdida en mitad del océano como epicentro, Escafi no solo vivirá experiencias únicas, sino que también se sumergirá en lo más profundo de sí misma, para enfrentarse —por fin— a aquello que su corazón lleva tanto tiempo evitando.

Una historia llena de fantasía, ternura y magia, que también es un homenaje al amor incondicional entre un ser humano y su animal. Sin contaros más (que no os quiero destripar la obra), os invito a descubrir esta novela escrita por Enriqueta Llorca Sureda, que debuta como autora con esta obra literaria.

Una aventura entre el mar y el cielo

Una aventura entre el mar y el cielo

Enriqueta Llorca Sureda

¿Qué fue lo que te inspiró a convertirte en ilustradora y escritora? ¿Hubo algún momento o experiencia que decidiera tu camino artístico?

Diría que no hubo tal proceso de conversión. Quizá, en algún momento de mi vida —si ocurrió, hace tanto tiempo que no me alcanza la memoria—, tomé conciencia de cierta habilidad en mí para la escritura y el dibujo.

Lo que sí recuerdo es que, motivada por mis lecturas de infancia y juventud —lecturas que siempre me han acompañado y aún hoy disfruto muchísimo— como La familia Mumin de Tove Jansson, La historia Interminable de Michael Ende, El maravilloso mago de Oz de Frank Baum, Alicia en el país de las maravillas de Lewis Carroll, El viento en los sauces de Kenneth Grahame y un largo etcétera, un día me animé a escribir y dibujar.

Puedo imaginarme lo que vino inmediatamente después: una ligera insatisfacción que resultó de lo más estimulante. En lugar de optar por jugar a otra cosa, seguí midiéndome, tanteándome.

Pero quizá ni si quiera tenga nada que ver con la toma de conciencia de ciertas habilidades, sino más bien con una forma de observar el mundo, de rastrearlo, de andar buscando la magia en él, de desear que sea de una manera determinada.

Me gusta lo maravilloso, lo misterioso, el absurdo, los acertijos…

A mí es el juego que me gusta jugar y eso es lo que me hace feliz. Dibujo y escribo, pero sobre todo hago esto último desde que tengo memoria.

Sea como sea no fue hasta mucho más tarde cuando decidí formarme en la Escola Massana de Barcelona, donde primero realicé un grado superior en Arte y Diseño, una formación de marcado carácter conceptual, y posteriormente un ciclo formativo superior en ilustración.

Mis años de formación en Barcelona fueron decisivos para mí. Aprendí muchísimo de profesores y compañeros, fue una época maravillosa.

Una aventura entre el mar y el cieloes tu primera novela. ¿Cómo fue el proceso de transición de ilustradora a escritora? ¿Fue complicado para ti escribir una historia tan rica en simbolismo y magia?

Vaya por delante que esta novela es el resultado de un proyecto personal que se ha ido cocinando a fuego lento. Es decir; la he escrito con total libertad, sin los condicionantes que los encargos suelen conllevar.

Mucho antes de querer contar una historia con un planteamiento, un nudo y un desenlace existieron sus protagonistas principales; Escafi y Fosca. Existieron en forma de dibujo y con una personalidad muy marcada desde su inicio, tanto es así que su identidad apenas ha sufrido variaciones en la novela.

Aquellos dibujos, —el primero es de 2008—, estaban condicionados por mi estado de ánimo. Sea lo que sea que las dos protagonistas hicieran, siempre las dibujaba juntas, pues eran inseparables la una de la otra.

El personaje de Fosca está inspirado en la que fue mi compañera de vida durante 17 años: una perrita mestiza de Yorkshire y caniche de igual nombre y apariencia física.

Dibujarlas me hacía sentir bien: me brindaba un tiempo para reflexionar, para estar conmigo y con mi querida Fosca y para evadirme de la rutina de tener que trabajar en una ocupación meramente alimenticia. En ese aspecto eran dibujos de evasión, terapéuticos.

—Por aquellos entonces, hacía poco que había regresado a Mallorca después de haber estudiado en Barcelona y apenas tenía encargos—.

Pero ya se sabe que las obligaciones laborales —poco a poco fui teniendo más encargos— y los cuidados domésticos, lo que viene siendo el día a día, suelen llevarse mal con los proyectos personales, así que esos dibujos de Escafi y Fosca, poco más de una veintena, se quedaron guardados en un cajón por mucho tiempo.

Un día decidí recuperarlos y escribir una historia para ellas. Lo hice movida por el mismo impulso que siempre me ha motivado a querer dibujarlas: por el mero placer de hacerlo, pero, sobre todo, con el firme propósito de inmortalizar a Fosca.

Ahora, viéndolo desde la distancia, diría que empecé a escribir esta novela en el momento en que dibujé a Escafi y Fosca por primera vez hace chorrocientos años, lo que ocurre es que por aquél entonces yo aún no lo sabía. ¿Por qué digo esto? Pues porque esos dibujos no eran aleatorios, tenían una secuencia y narraban una historia. Solo tenía que ordenarlos.

No fue demasiado complicado hacer esto, trazar una historia para ellas, aunque mentiría si dijera que fue fácil. Aquellos dibujos no se agotaban en una primera lectura, se prestaban a múltiples interpretaciones… ¡incluso para mí!

Siempre me ha gustado jugar con la ambigüedad, prefiero la sugerencia a la literalidad, así que en el momento de la traslación del dibujo a la palabra me vi desentrañando un código simbólico que, por si fuera poco, parecía crecer exponencialmente con cada nueva palabra que yo añadía a la historia.

¿Cuál fue tu principal motivación al crear “Una aventura entre el mar y el cielo”?

Escribí esta historia cuando Fosca era ya muy viejecita. La escribí con una disposición muy especial: con un sentimiento de gratitud enorme hacia ella. Y aun sabiendo que esto sonará, en el mejor de los casos, incomprensible para algunas personas y en el peor, rematadamente cursi para otras: tocada por el amor que sentía por ella.

Dispuesta a hacer a Fosca eterna, empecé a escribí esta novela. Esa fue la única excusa para llegar hasta la última palabra.

Si tuvieras que elegir un pasaje de tu novela, ¿cuál elegirías y por qué?

Más que un pasaje me quedaría con el capítulo en el que Escafi conoce a Hilmo y Flyflo —una anciana tortuga sin caparazón y un anciano tejón—. Estos entrañables personajes, ascetas y maestros alquimistas, amigos íntimos, habitan el sendero de «La culpa no es ni tuya ni mía» y encaran sus últimas horas sin sobresaltos, con imperturbable placidez.

Aunque los dos saben que el momento de morir es inminente, aguardan el instante aceptándolo con serenidad. Escafi establece una conexión muy especial con estos dos animalitos. Ellos le demuestran que enfrentarse a la muerte no tiene por qué ser una experiencia dolorosa y trágica.

Escafi es un personaje que se enfrenta a voces misteriosas y viaja a un mundo mágico. ¿Cómo desarrollaste su personaje? ¿En quién te has inspirado? ¿Qué simboliza Escafi en relación con el crecimiento personal y la superación de los miedos?

Seguro que ya no cabe ninguna duda respecto a este personaje. Efectivamente; Escafi es mi alter ego. Si bien sus miedos no son mis miedos —no en vano he construido una historia de ficción en torno a ella—, hay una cosa que nos une: las dos aspiramos a una misma cosa; romper los límites físicos y mentales que nos impiden sentirnos más libres.

Tiempo atrás, yo lo hice sirviéndome de Escafi al dibujarla en mis horas bajas, cuando preservar mi identidad como dibujante se revelaba como una actividad cada vez más imperiosa para mí.

Esta novela es el apéndice de esa necesidad, su prolongación, y surge de mi interés por explorar el simbolismo y los mitos como herramientas que facilitan nuestro conocimiento interior.

La mayor parte de estos mitos, anclados desde hace cientos de generaciones en nuestro inconsciente colectivo, han difundido arquetipos esencialmente masculinos. Esos arquetipos pueblan infinidad de historias de aventuras que tienen su origen en «La epopeya de Gilgamesh» y continúan en «La Odisea» o en «La divina comedia».

Todas estas aventuras reflejan el paralelismo existente entre las etapas del viaje del héroe y las del viaje interior. Así pues, el autoconocimiento y el camino hacia la evolución psicológica y espiritual eran privilegios que, en la narrativa universal, quedaban reservados exclusivamente a los hombres.

Afortunadamente esto ha cambiado y, mejor aún, sigue cambiando.

Me atrevería a decir que al menos uno de los precursores de este cambio de roles fue el creador Hayao Miyazaki, artista cuya obra me ha influido muchísimo. Sus películas «Nausicaä del valle del viento» o «El viaje de Chihiro» no solo le dieron la vuelta a la costura; también sirvieron para tejer un discurso del que la narrativa juvenil se ha nutrido especialmente durante esta última década.

En estas historias las protagonistas suelen estar sometidas a una presión física y emocional muy intensa, tal es el precio que debe pagar todo personaje que aspire a la heroicidad.

Normalmente esta presión es consecuencia de episodios o factores externos fortuitos en los que las protagonistas se ven sorpresivamente implicadas. En mi novela, el reto de Escafi está circunscrito a una decisión personal de ruptura y cambio. En la firme decisión de tomar las riendas de su propio destino es donde radica el acto heroico de mi protagonista.

Lee también

Jesús Ballaz, escritor: “El primer deber del escritor es atrapar al lector, lograr interesarle; si no lo consigue, ha fracasado”

Jesús Ballaz
Jesús Ballaz, escritor, editor y traductor de literatura infantil, ha publicado más de cincuenta libros y recibido reconocimientos como el Premio Nacional de Crítica y Traducción

El viaje de Escafi la lleva a un mundo fantástico lleno de criaturas y un misterioso personaje llamado el “señor del Om”. ¿Cómo ideaste este mundo onírico y qué simboliza este escenario en la historia?

En esta novela relato la extraordinaria aventura que viven dos íntimas amigas inseparables; una adolescente llamada Escafi y su perrita Fosca. La aventura que viven es extraordinaria por lo que tiene de insólita, de inesperada, de mágica…

Pero también es extraordinaria en el sentido en que, si bien el recorrido de ese viaje está lleno de caminos azarosos que se van abriendo a medida que las protagonistas avanzan, acaba por imponerse un viaje en paralelo, silencioso, que es el que hace Escafi al interior de sí misma.

Los acontecimientos se desarrollan en un mundo inconcreto; fronterizo. Pero no fronterizo porque limite físicamente con otra cosa, sino porque a veces, en determinadas ocasiones, la acción avanza en lo que percibimos como el umbral entre el consciente y el inconsciente de la protagonista.

De todas formas, también existe un escenario tangible: la isla perdida en el océano, un lugar que nunca ha sido nombrado y que no aparece en ningún mapa. Una isla regida por unas leyes impuestas por el único personaje que habita en ella; el sr del Om.

En la isla perdida en el océano los días duran mucho más de 24h, el cielo se renueva cíclicamente cada 800 años y se pueden ver las constelaciones a plena luz del día.

La naturaleza y otros elementos que hay en ella son descritos desde una perspectiva animista: todo en la isla respira, se deja sentir y siente: desde el más pequeño de los guijarros de la orilla hasta la más seca de las hojas junto al fresno…

En este escenario sobrenatural Escafi podrá ponerse a prueba y buceará hasta el centro de sí misma.

¿Hubo algún desafío particular al crear una historia que mezcla realidad con elementos fantásticos y mitológicos? ¿Cómo lograste mantener una narrativa coherente y comprensible?

Siempre me ha interesado la mitología y he leído mucho acerca de ella.

Cuando estaba perfilando cómo serían los personajes de mi novela y el entorno que iban a habitar, me documenté y tomé bastantes notas.

Aunque para la construcción de esta historia me he servido únicamente de mi imaginación, el conocimiento previo de ciertos relatos mitológicos me ayudó a articular un discurso en apariencia riguroso. Esa precisión la llevé también al lenguaje, que es claro y conciso. En varias ocasiones, cuando caía en la tentativa del exceso durante el proceso de escritura, tuve que recordarme que estaba dirigiéndome a un público juvenil y que no era conveniente cargar mucho las tintas.

¿Qué escritores o ilustradores han sido tus principales influencias a lo largo de tu carrera? ¿Cómo ha cambiado tu visión artística con el paso del tiempo?

Como no podía ser de otra manera; pues somos lo que leemos, en Una Aventura entre el mar y el cielo. El extraordinario viaje de Escafi y Fosca se respira una atmósfera cercana a Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas de Lewis Carroll, a El maravilloso mago de Oz de Frank Baum, a La historia interminable de Michael Ende, a Fantastes de George Macdonald, a Los niños del agua de Charles Kingsley.

Todas ellas novelas clásicas de la literatura juvenil, lecturas que en su momento me fascinaron y me siguen fascinando.

Pero también hay muchas otras que me han enriquecido y que creo que han dejado alguna simiente que ha germinado ni que sea un poquito aquí; la obra simbólica de Victoria Cirlot, el realismo mágico de Italo Calvino y el de Dino Buzzati —autores que tuvieron la valentía de atreverse con la literatura infantil y juvenil—, las tiernas historias de Tove Jansson, las obras de Alejandro Jodorowsky…

Tras esta experiencia con “Una aventura entre el mar y el cielo”, ¿te gustaría seguir explorando mundos literarios y visuales similares? ¿Qué proyectos futuros tienes en mente, ya sea como ilustradora o escritora?

Siempre que sea posible, defenderé servirme de la imaginación para seguir creando, ya sea a través del dibujo o de la palabra. Así que, mientras pueda, seguiré escribiendo y dibujando con total libertad, sin cortapisas ni exigencias de guion de ningún tipo que muchas veces dan como resultado fórmulas insípidas. El público se merece historias diferentes, relatos que nazcan vivos.

En ese sentido agradezco enormemente a la editorial Siruela su confianza, su valentía a la hora de querer publicar mi novela. La editorial apostó por mi manuscrito porque creían en él, ¡simplemente porque les había gustado mucho! Esto a día de hoy, en un mercado en el que si no eres un personaje con miles de seguidores nadie te publica, casi es un acto de rebeldía.

¿Proyectos futuros? Tengo bastante avanzada la segunda parte de «Una aventura entre el mar y el cielo. El extraordinario viaje de Escafi y Fosca».

¿Cómo te gustaría que los lectores, especialmente los más jóvenes, se sintieran después de leer tu novela? ¿Qué te gustaría que se llevaran consigo de la historia de Escafi y Fosca?

Me encantaría que sintieran el anhelo de querer vivir para siempre junto a Escafi, Fosca y Anzu. Que sintieran que Can Taquerien, así como también la isla perdida en el océano, también les pertenecen.

Me encantaría que, si lo desearan, fueran en busca de esos lugares, porque no es ninguna quimera que tales lugares mágicos existen.

Yo he estado allí muchas veces, son espacios blandos y cálidos, reconfortantes, chisporroteantes de vida, donde la energía de los seres que amamos se transforma, con cada abrazo, en materia invisible que da cobijo, donde el amor perdura más allá del tiempo vivido.

Si pudieras viajar a un mundo fantástico como el de tu novela, ¿a cuál elegirías y por qué?

¡Guau! ¡Esto es como ofrecerme un bol de lleno de chuches y obligarme a escoger solo una! Soy tan golosa que me encantaría poder viajar a muchos mundos.

Me encantaría visitar el castillo de Camelot y sus bosques impenetrables, recorrer el camino de baldosas amarillas de Oz junto a Totó, sobrevolar Fantasía a lomos de Fújur, el dragón blanco…

Pero, seguramente, si tuviera que viajar a un lugar donde quedarme un tiempo, sin duda escogería el apacible valle de los Mumin. Un lugar tranquilo y acogedor que lo tiene todo: coloridas plantas silvestres y aromáticas por doquier, árboles legendarios, un serpenteante río de aguas cristalinas que discurren plácidas, un banco de suave arena al pie de las montañas…

Sin embargo, en sus proximidades no todo es dócil, también existe una naturaleza majestuosa e indomable en las grutas y en los acantilados junto al mar y en la cordillera de Montañas Solitarias que rodean el valle. En esos enclaves indómitos es donde surge la magia.

Etiquetas
Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...