El esfuerzo europeo hacia la reducción de la contaminación para que no sea perjudicial para la salud de las personas ni para los ecosistemas naturales está en marcha, pero todavía falta mucho camino por recorrer. La Comisión y la Agencia Europea de Medio Ambiente advierten, en unos informes presentados este lunes en Bruselas, que si la Unión Europea quiere alcanzar sus objetivos de disminución de la contaminación para el 2030 es necesario adoptar “medidas mucho más energéticas”.
Aunque la meta final está situada en el 2050, año en el que la UE ya no debería tener niveles de contaminación dañinos ni para los ciudadanos ni para el medio ambiente, si no se corrige el tiro es posible que ni siquiera se alcancen los hitos del 2030.
Lastres en los avances: ruido nocivo, residuos, contaminación de nutrientes y liberación de microplásticos
Todo tiene que ver con la hoja de ruta marcada en el 2021. Las noticias no son desastrosas, porque hay algunos avances, situados en el segundo informe sobre el seguimiento y las perspectivas en relación con la contaminación cero y en su cuarto informe sobre las perspectivas para un aire limpio.
Según los estudios, las políticas verdes comunitarias han contribuido a reducir la contaminación atmosférica, el uso de plaguicidas y la basura plástica en el mar. Los progresos han permitido rebajar en un 45% las muertes prematuras vinculadas a la contaminación del aire desde el 2050, lo cual permite optimismo para poder llegar al 50% previsto para el 2050. El uso de pesticidas químicos ha bajado en un 46% y las ventas de fármacos antimicrobianos, un 28%.
La CE recuerda que la incidencia es mayor entre las clases sociales más desfavorecidas
Sin embargo, la Comisión Europea es tajante al remarcar que los niveles de contaminación siguen siendo demasiado elevados, en particular debido al ruido nocivo, las liberaciones de microplásticos en el medio ambiente, la contaminación por nutrientes y la generación de residuos.
“Nuestra revisión de contaminación cero muestra que se necesitan urgentemente más acciones en áreas clave para reducir las pérdidas de nutrientes y los impactos en el medio ambiente, reducir los impactos en la salud del ruido y reducir la contaminación plástica”, indicó Leena Ylä-Mononen, directora ejecutiva de la Agencia Europea del Medioambiente.
Nuestra revisión de contaminación cero muestra que se necesitan urgentemente más acciones en áreas clave"
Mientras la UE está manos a la obra para llevar a cabo un análisis y actuar contra los PFAS, llamados “químicos eternos” –lo que podría ser una de las piezas clave de la lucha medioambiental del segundo mandato de Ursula von der Leyen–, este lunes los datos comunitarios avisan que, en lugar de avanzar hasta una reducción de la contaminación por microplásticos en el 2030, desde el 2016 ha aumentado entre un 7% y un 9%.
Se suspende de igual forma en cuanto a la contaminación acústica. Bruselas pide más esfuerzos, especialmente en las zonas urbanas, para reducir el número de personas afectadas crónicamente por el ruido del transporte, ya que solamente ha descendido para un 2% de los ciudadanos y la meta del 30% en el 2030 parece un objetivo difícil de asumir. La gestión de los residuos municipales también es negativa: el impacto solo ha descendido en un 1,5%, en lugar del 50% marcado para el 2030.
Nos dirigimos en la dirección correcta, pero persisten los desafíos”
“Nos dirigimos en la dirección correcta, pero persisten los desafíos”, apuntó Jessika Roswall, comisaria de Medio Ambiente. “Debemos centrarnos en una mejor aplicación sobre el terreno en los Estados miembros –continuó–. Solo la aplicación oportuna y ambiciosa de nuestras políticas nos permitirá crear un mejor entorno de vida para todos”.
La Comisión Europea recuerda que la contaminación, además de contribuir de manera significativa a una serie de problemas de salud y de muertes prematuras, también afecta en mayor medida a las clases sociales más desfavorecidas.
La contaminaciónafecta en mayor medida a las clases sociales más desfavorecidas
“Los ciudadanos de los grupos socioeconómicos más bajos –apunta el Ejecutivo comunitario– tienden a estar más expuestos a la contaminación y los grupos vulnerables, como los niños y las personas mayores, también se ven afectados de manera desproporcionada”.
“Estas muertes y enfermedades asociadas a la contaminación se pueden prevenir en gran medida mediante la reducción de los niveles de contaminación en el medio ambiente y deben considerarse como parte de las futuras medidas sanitarias preventivas en Europa”, subraya el Ejecutivo comunitario.