Mucho ruso en Rusia. Y mucho prorruso en la red. En la red cuyo propietario forma parte del gobierno cuyo presidente quiere pactar con Vladímir Putin el fin de la Guerra de Ucrania, para ser más exactos. Mientras medio X competía el viernes en subir el meme más ingenioso (¡ejem!) sobre San Valentín y el fin de semana se desgañitaba en torno al misterioso significado de la expresión inglesa fuck off, el debate ‘serio’ en el subsuelo eran Ucrania, Putin, Trump, la OTAN, la Unión Europea, Zelenski y demás.
De debajo las piedras salieron todos los putinistas habidos y por haber y saldaron sus cuentas pendientes con todo woke, otanista, nazi ucraniano y pagafantas europeo que lo leyera. Ojo. Ellos no dicen que sean putinistas, y tampoco sería justo calificarlos aquí de este modo si nada indica que exista tal cercanía, pero en todo caso, la opinión en tendencia, así a bote pronto, era que Europa ha hecho el ridículo (una vez más) ante la inminencia de una salida al conflicto ucraniano que podría acabar con una porción del país anexado a su gigante vecino. Ganadores: Trump y Putin. Perdedores: los “burócratas de Bruselas” y el presidente de Ucrania, al que se califica de todo menos de guapo. Con escasos matices y argumentos.

Donald Trump y Vladimir Putin, en 2018
Vayamos por partes. Hay algo de verdad. No es este el foro para valorar qué ha ocurrido, esto es tarea de los analistas; pero el sabor de boca que queda en el club europeo, a la espera de una reacción, no puede ser bueno tras el giro de la política estadounidense. Y de que Zelenski y el pueblo ucraniano pueden ser los grandes damnificados de todo esto, tampoco hay ninguna duda. Dicho esto, resulta curioso cómo la red se ha llenado de expertos en política internacional que ya lo sabían, y que además tenían unas ganas enormes de echárselo en cara a la UE.
Ha habido un poco de todo. Desde la izquierda y desde la derecha, en un totum revolutum difícil de discernir, pese a los esfuerzos de ciertos partidos. Los había claramente antieuropeístas. Se acusaba a Bruselas de poco menos que someterse a EE.UU. para después ver como el aliado americano les sacaba de la negociación. O más allá. Algunos tenían claro que “los patriotas europeos iban a vender sus países a la pinza EE.UU.-Rusia”. Otros aseguraban que mientras los estadounidenses “recuperan con intereses en el régimen neonazi de Kyiv”, la UE “no recupera ni 1 euro y paga la factura”. Entre las mofas más sangrantes, la pregunta: “¿dónde están ahora los de las banderitas de Ucrania?”.
No serán prorrusos, pero el caso es que muchos tenían ganas de saldar cuentas con la 'pagafantas' Unión Europea
Otro grupito se esfuerza en recordar las victorias rusas del pasado como lección a aquellos que han intentado parar a Putin. En este caso, si no son prorrusos… se les parecen mucho. Uno cuelga la célebre imagen de la bandera soviética ondeando en el Reichtag alemán en mayo de 1945 y no escatima en patriotismo: “Un solo país ha sido capaz de soportar las sanciones económicas, retar de frente a la maquinaria de guerra que representa la OTAN y aun así recuperar los territorios pro rusos. Es cine”. Qué furor. En la línea, un anónimo que se define como socialista, liberal, pansexual y cristiano progresivo, sea lo que sea todo eso, proclama que Rusia ya venció a Napoleón y Hitler, y que la OTAN es la siguiente víctima, y lo aliña con Ray Liotta riendo a carcajadas en Goodfellas. Para que duela más.
Y claro, la historia también se puede utilizar al revés. En la red ha sido recurrente comparar el futuro pacto Trump-Putin, si es que lo hay, con el acuerdo Mólotov-Ribbentrop de 1939, que acabó con el reparto de Polonia, mientras que también otros preferían llenar X de imágenes del ex premier británico Neville Chamberlain, figura recordada por ceder ante Hitler la región de los sudetes. El tiempo dirá a qué se le parece más.