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Ocupación número 16.401

Según el Ministerio del Interior, de los 27 millones de casas que hay en España, el año pasado solo fueron ocupadas 16.400. Y de ellas, solo 2.300 estaban habitadas o eran segundas residencias. Según la crónica que publicó el diario El País, el porcentaje de ocupaciones es tan pequeño, que “el miedo a la ocupación no encuentra base en los datos”. ¡Qué tranquilidad, señores! ¡Qué falsa imagen me había fabricado yo, al interpretar como problema social algo que me parecía un asalto a la propiedad privada y una dejación de autoridad del Estado!

29 - 10 - 2020 / Barcelona - Vallvidrera / Casa ocupada okupada okupa okupas en Vallvidrera - Buenos Aires / Foto: Llibert Teixidó

Llibert Teixidó

No estoy seguro de haber escrito todo esto alguna vez, pero está claro que lo pensé, por lo cual, como no soy político, pido humildemente perdón y confieso dos dudas que me quitan el sueño. ¿Qué porcentaje o número absoluto de delitos iguales o parecidos hacen falta para considerarlos problema nacional? ¿Esa contabilidad debe efectuarse por años, decenios o a partir de alguna fecha simbólica? Lo planteo, porque un suceso aislado del 2025 puede ser insignificante, pero si se produjo una vez al año desde el ­comienzo de siglo, puede ser alarmante. 16.400 casas ocupadas en el 2024 quizá sean pocas, como cree el ministerio, pero si la cuenta se hace, por ejemplo, desde que Pedro Sánchez es presidente, seguro que la oposición vuelve a pedir que dimita el Gobierno en pleno.

Es peligroso intentar cambiar los estados de opinión por motivos puramente estadísticos

Y tras las dudas, un par de barbaridades. ¿Ha sido un problema el terrorismo de ETA, si en medio siglo de barbarie solo asesinó a unas 800 personas de los 40 millones que España tuvo de media en ese medio siglo? ¿Es un problema la violencia machista, si de los 25 millones de mujeres que hay en este país, solo fueron asesinadas 45 el año pasado? Lleven ustedes este macabro juego a otros muchos aspectos de la vida nacional y quizá lleguen a conclusiones desoladoras.

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Es cosa peligrosa intentar cambiar los estados de opinión –y no digamos las leyes– por motivos puramente estadísticos. Primero, por injusto y porque hay ocupaciones que no se justifican ni con argumentos de caridad cristiana. Segundo, porque un derecho fundamental como el de la vivienda no se puede violar por un número. Y tercero, por una razón pragmática, que es la que está creando el miedo: la ocupación número 16.401 puede tocarle a usted.

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