Robo y policías
El último intento de robo del que he sido objeto (que resultó fallido porque mi marido no soltó el bolso) ocurrió hace diez días en el Front Marítim del Poblenou. El delincuente nos arrastró con la moto, nos dejó tirados en la calle totalmente maltrechos, y los mossos d’esquadra que se personaron en el lugar, como, a pesar de la descripción de la moto y del sujeto, no pudimos decir la matrícula, no se molestaron ni en hacer una ronda por el lugar hacia donde dijimos que había huido. Tampoco mostraron interés en acompañarnos a casa o pedir una ambulancia, pese a que, debido al fuerte golpe que sufrí en la espalda, apenas podía caminar.
Eso sí, cuando tras haber pasado por urgencias para confirmar graves traumatismos, mi marido fue al CAP de la calle Fluvià a
tratar sus magulladuras y heridas, allí se encontró
a una de las parejas de mossos que habían acudido al lugar del intento de robo. Lo increíble es que llevó hasta ahí ¡en coche! a un
sujeto que se había lesionado mientras estaba delinquiendo. Es intolerable.
No aconsejaría a nadie
que venga ni de visita a Barcelona. No hasta que, en lugar de proteger a los agresores, pongan límite a tanta delincuencia.
Carmen Valverde Domínguez
Barcelona