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El castillo de Vallespinosa se encuentra al suroeste del término de Pontils (Tarragona). Situado sobre una pequeña colina, a la entrada de un desfiladero del torrente de Coma de Vaca o de Vallespinosa, afluente por la derecha del Gaià.
Desde la carretera comarcal C-241, que va de Santa Coloma de Queralt a Sarral y Montblanc, sale a mano izquierda la carretera local TV-2015, que conduce a Vallespinosa. Desde la parte alta de esta población o bien desde un camino que sale, a la derecha, a la entrada del pueblo, podemos subir en pocos minutos, hasta la cima de la colina por un sendero que va haciendo forma de zig-zaga.
Justo debajo del castillo se encuentra el pequeño pueblo de Vallespinosa, actualmente tiene 18 habitantes, tiene un relieve arisco y pedregoso, hundido en medio de un valle cerrado mimado por la marinada por las tardes.
Es por eso que antiguamente su gente vivía del bosque, mientras la agricultura era más una actividad de autoconsumo, pastores, leñadores, carboneros, truferos, etc...

Base torre que corona el recinto del castillo de Vallespinosa.
Historia
La primera referencia documental que se ha localizado del topónimo de Vallespinosa data del año 1030 en la venta que Guillermo de Santa Perpetua hizo a los esposos Arnau Odó y Guilla del castillo de Montclar; entre las afrontaciones territoriales de esta fortaleza, consta que por una parte limitaba in collum Valle Spinosa.
Sin embargo, es necesario esperar más de un siglo para encontrar la primera noticia sobre su castillo. Consta que el 11 de noviembre de 1174, Berenguer de Clariana, su esposa Sança y sus hijos, Berenguer y Bernat, dieron al monasterio de Sant Cugat del Vallés, entre otros bienes, la dominicatura que poseían in kastrum de Valle Espinosa, que le prevenía de su hermana Berenguera, esposa de Ramon de ó, a la que el citado cenobio debía vestir y alimentar durante toda su vida.
Esta fortaleza no se vuelve a documentar hasta veinte años más tarde, en el testamento de Guerau Alemany V de ó fechado el día 5 de mayo de 1193; el testador disponía de que todos los derechos que poseía en el castrum de Valle Espinosa debían pasar a su hijo Ramon Alemany, y además, las fortalezas de Santa Perpètua, Pontils y Montclar.
La primera referencia documental que se ha localizado del topónimo de Vallespinosa data del año 1030
El mismo año, pero con fecha de 29 de junio, también testó Berenguer de Clariana, que tenía este castillo en alodio; según sus disposiciones testamentarias, dejaba a su hijo, llamado también Berenguer de Clariana, ipsum castrum de Val Espinosa. El predominio de los ó sobre el lugar y castillo de Vallespinosa continuó a lo largo de todo el siglo XIII y gran parte del XIV, dado que en 1357 el rey Pedro III vendió a Arnau de ó el mero y mixto imperio y la jurisdicción superior sobre este lugar.
En el fogo de 1365-70, Vallespinosa, con 17 fuegos, consta que era señoreado por el heredero de Arnau de ó. Durante la guerra de los Segadores, la fortaleza de Vallespinosa fue saqueada, y en gran parte, destruida.
En el siglo XVI, el sitio de Vallespinosa fue cedido a la familia Biure, y ésta mantuvo el dominio sobre el lugar hasta el año 1811, momento de la extinción de los señoríos.

Justo encima del pueblo de Vallespinosa se encuentran los restos del castillo.
La construcción más antigua de las conservadas en la cima de la colina es una torre de planta circular, de la que sólo se conserva una altura de menos de 2 m. Tiene un diámetro interior de 2,5 metros sus muros tienen un grosor de 1,8 m. Está hecha con sillares de tamaño medio 15 cm de alto × 30 cm de largo unidos con mortero de cal no muy duro.
En principio, aunque sólo se ha conservado una pequeña parte de lo que habría, la podemos datar hacia el siglo XI. Inicialmente, al menos tendría una altura de 10 metros, su puerta principal debía estar a unos 5 metros del suelo exterior, tal y como suele ocurrir con este tipo de construcciones.
Esta torre está ubicada en la parte meridional de un recinto amplio que tiene una longitud de unos 45 metros una anchura de unos 21 metros. Algunos fragmentos del muro de este recinto son bien conservados, en especial los situados en el lado occidental. Otros tramos del muro, en cambio, sobre todo en el sur y en el este, casi han desaparecido, al que se añadió a la cara externa un talud bastante grueso.
Esta muralla, con una altura de unos 4 metros, se conserva en una longitud de unos 11,5 metros. en el de la torre. En el extremo septentrional, también hay algún fragmento de margen que puede corresponder al momento inicial, más al norte, pero dentro del vallado del castillo, hay una cisterna, junto a una posible torre de flanqueo.
En el lado noreste se ubica una especie de bestorre, probablemente, añadida más tarde, como unos muros en el ángulo noroeste o unas paredes en el lado oriental, algunas de las cuales pueden corresponder a una etapa más tardía.
En principio, pues, podemos considerar que la torre y todo el recinto, o al menos su parte meridional, fueron construidos hacia el siglo XI.
Podemos considerar que la torre y todo el recinto, o al menos su parte meridional, fueron construidos hacia el siglo XI
De hecho, es una buena muestra del típico castillo fronterizo de esta época, formado por una torre maestra y un cercado más o menos amplio. La cisterna y otras construcciones más septentrionales, hechas ya con un aparato muy irregular, debieron de ser añadidas en los siglos siguientes.
Palacio de los ó señores de Vallespinosa en Montblanc
Los ó, señores de Vallespinosa. El castillo de Vallespinosa era a mediados del siglo XII señoreado por el linaje de los ó, del que parece que compartieron el dominio con los Clariana.
A mediados del siglo XIII (1251) aparece dominando Vallespinosa un Berenguer de Vilafranca, pasando su posesión al noble Galcerán de Vilafranca, que lo rigió entre los años 1281 y 1302. Este Galceran cedió el castillo dota a su hija Brunissenda cuando casó con Guillem de Cervello llamado Bord de ó, hijo ilegítimo de Guerau VII de ó, señor de Querol i Montaguti jefe de la rama principal de los ó. Otra rama de los ó poseyó la baronía de La Llacuna, Vilademàger y Pontils. Hijo y heredero de Guillem de ó, fue un Arnau de ó.
Nos consta que recibió el castillo de Vallespinosa a raíz de su boda con la montblanquina Gueraldona Alanyà, a pesar de que su madre todavía tenía el usufructo y no moriría hasta una fecha cercana a 1348.
Arnau regio sus dominios desde 1341 hasta su muerte acontecida cerca de junio de 1364. En 1362 había mandado testamento, nombrando heredero a su hijo Ramon Marc de ó. Sin embargo, en 1365 quien dirigía los asuntos era otro hijo de Arnau, llamado también Arnau de ó5. en 1365 con Violant de Palou, hija del consejero real Guerau de Palou y de una tal Constanza, la cual fue dotada con treinta mil sueldos, aportando Arnau unos veinte mil sueldos.
En la ceremonia de entrega del dote estuvieron presentes Ramón Alemán de ó, barón de Querol y Montagut, así como Guillermo Ramón de ó, barón de La Llacuna, las otras dos ramas más principales de la familia. El ascenso de Arnau a la corte real continuó, convirtiéndose en mayordomo y procurador general de la reina Violante de Bar, esposa del rey Juan I.
A la muerte del rey Juan, subió al trono el rey Martín, el cual entonces se encontraba luchando en Sicilia por defender los derechos de la corona en aquel reino, actuando la reina María como lugarteniente general de su marido, envió en agosto de 1396 a Montblanc en nuestro Arnau de ó a fin de recibir en nombre del General de Catalunya la posesión de la villa de Montblanc. La reina Maria de Luna se había visto obligada a presionar la Villa para subvenir urgentes gastos, pero los montblanquinos no quisieron abrir las puertas de la muralla a dicho noble Arnau de ó y la reina envió una carta de protesta por manos de los nobles Francesc Alanyà y del veguer Huguet de Muntergull , dirigida a los cónsules y autoridades municipales de Montblanc, a los que retomaba por su actitud.
Lo cierto era que los munícipes defendían, una vez más, la inseparabilidad de nuestra Villa de la Corona y del condado de Barcelona, rebelándose a las acciones de la reina que no había consultado para resales montblanquines.
Del matrimonio de Arnau con Violant de Palou hubieron dos hijos: Lluís y Violant. En 1372 Pedro III le concedió licencia para emancipar a su hijo Luis, permiso que fue renovado en 1378. Muerta su primera mujer Arnau volvió a casarse en 1382 con una tal Leonor, mujer que figura con su hijo Luis en la de un censal o deuda.
Luis de ó también habría frecuentado la corte, ya que sabemos que actuó como embajador destinado en algún asunto importante en Nápoles.
Luis de ó también habría frecuentado la corte, ya que sabemos que actuó como embajador destinado en algún asunto importante en Nápoles
ó viviría tres años más que su hijo, pero el final de su vida sería bien amargo y penoso, plagado de deudas y de problemas. Vicente Pedriça a la vista del problema que comportaba la herencia, la reina Violant renunció a ella, transfiriéndola a Guerau Alemany de ó y de Queralt, gobernador de Catalunya entre 1405 y 1415. Para añadir más salsa al asunto, Violant de ó, la hija que restaba viva de Arnau reclama la herencia de su madre Violant de Palou, muerta ab intestato, y, por tanto, reclamaba los 50.000 sueldos de la dote de su madre.
Pero la presión de los acreedores obligó a vender la baronía que fue comprada precisamente por Violant de ó y su marido Guillem de Armengol por el precio de 84.000 sueldos. Pero el palacio montblanquín no fue vendido en aquel momento. transmisión.
Un documento de la cancillería real nos informa que el notario barcelonés Francesc Bernat protocolizó la venta del castillo de Vallespinosa, hecha por Joan Prats, curador nombrado de la heredad y bienes del noble Arnau de ó, difunto y señor del castillo de Vallespinosa, dentro de la veguería de Montblanc, añadiendo que aquella venta se hizo por la asignación hecha por Guillem Pere Buçot, Vicenç Pedriça, doctor en leyes, y Francesc Mullers, licenciado en leyes, ciudadanos de Barcelona, entonces jueces o comisarios asignados por la curia real para graduar y colocar a los acreedores de aquella herencia y bienes del difunto Arnau de ó.
Fueron ellos mismos los que vinieron a Tomàs Blanch, tendero y vecino de la villa de Montblanc y en Caterina, su esposa, toda aquella casa desde de los cimientos hasta el cielo, con tienda o tiendas situadas junto a la casa que dicho noble Arnau de ó en otro tiempo mientras vivía poseía por propio y libre y franco alou a dicha villa de Montblanc, en el lugar llamado “lo mercadal”, por el precio de ciento cincuenta libras de moneda legal barcelonesa, según constaba en el acta notarial de venta hecha al término del castillo de ó, parroquia de Sant Vicenç dels Horts, cerca del Llobregat, veguería de Barcelona, en fecha de 8 de enero de 1437.
A la vista de los problemas que aquella herencia había provocado, el propio comprador Tomàs Blanch se acercó a la cancillería de la reina María, mujer del rey Alfonso IV y gobernadora general en ausencia de su marido, a fin de que se pusiera el decreto real en el documento de venta y se colocara por manos del escribano y notario real Jaume Oliver el sello real, a fin de evitar cualquier otro problema posterior a la venta, firma que se efectuó en Barcelona el 22 de agosto de 1446.
Tomás Blanch, este personaje se atesta como hostelero, tendero especiero, es decir, boticario y vendedor de especies. El 1445 nos consta que en el edificio había establecido un hostal. Pero Blanch no debería disfrutarlo demasiado porque ya hacía un tiempo que tenía problemas económicos: el 1440 tuvo que vender por cuarenta florines un huerto grande situado frente al antiguo portal, de Daviu (actualmente conocido como Portal de Bové) que había heredado en parte de su padre Francesc Blanch a fin de hacer frente al pago adelantado del arrendamiento del impuesto del pan o de la harina.
Parece que, como consecuencia de los problemas de solvencia, en algún momento indeterminado situado antes de 1457 Tomás Blanch habría vendido el antiguo palacio, reinstalando su hostal en la plaza de Sant Miquel, por el que pagaba un censo de ocho sueldos y un dinero en la Comunidad de Presbíteros de Montblanc.
La iglesia parroquial de Sant Jaume

Iglesia de Sant Jaume de Vallespinosa.
La iglesia se encuentra en medio del pueblo de Vallespinosa. Esta iglesia parroquial fue construida a finales del siglo XIII, porque la iglesia castral de la población, dedicada a Santa María, de reducidas proporciones, no podía dar cabida a una población que iba en aumento. Se cree que su construcción se hizo con la contribución de los vecinos de Vallespinosa.
La iglesia de Sant Jaume tuvo desde un inicio la categoría de parroquia, ya que en los años 1279 y 1280, en la relación de parroquias que contribuyeron a sufragar la décima papal recaudada en la archidiócesis tarraconense, consta que el párroco de Vallespinosa pagaba por cada uno de los años mencionados la cantidad de 25 sueldos.
La iglesia de Sant Jaume tuvo desde un inicio la categoría de parroquia
Del inicio del siglo XIV, en el testamento de Bernat de Llacuna datado en 1309, se hace mención de una deja en Sancto Jacobo de Vallespinosa, en concreto cinco sueldos para las obras que se estaban llevando a cabo en el iglesia y otros tres sueldos para el párroco.
Las obras parecen continuar en los primeros decenios del siglo XIV, ya que se han documentado dejas por este concepto en otros dos. testamentos del año 1334.
En los años 1354-55 el párroco de Vallespinosa es mencionado en unas listas exclusivas de la diócesis de Tarragona, referidas también a la décima papal; en esta ocasión el párroco contribuyó con 13 sueldos el primer año y con 14 el segundo. A finales del siglo XV la iglesia parroquial de San Jaime de Vallespinosa era de colación del arzobispo de Tarragona.

Copia del retablo del siglo XV atribuido a Joan Mates, situado en el altar de la iglesia, el retablo original se conserva en el Museo Diocesano de Tarragona.
El retablo pintado al temple y pan de oro sobre mesa, procedente de la iglesia de Sant Jaume de Vallespinosa, en el término de Pontils, es atribuido al pintor gótico Joan Mates, atribución casi unánime entre todos los especialistas, y datado entre 1406 y 1410.
Está compuesto de una mesa central, con dos compartimentos (Calvario y Santiago vestido de peregrino, sentado en un trono) y dos partes laterales, cada una con tres mesas.
La parte de la izquierda muestra las escenas de la Adoración de los Pastores, el cuerpo de Santiago llegando a las costas de Galicia y el cuerpo de Santiago transportado en un carro frente a la reina Lupa. La parte de la derecha presenta las escenas de la Anunciación, Santiago y el mago Hermógenes y la decapitación de Santiago.
El retablo pintado al temple y pan de oro es atribuido al pintor gótico Joan Mates

Altar de la iglesia de Sant Jaume donde se puede ver en el fondo una copia del retablo.
La iglesia parroquial de Vallespinosa es un edificio de una sola nave en la que no se diferencia el presbiterio ni en el exterior ni en el interior. Posteriormente, se abrieron dos capillas a ambos lados de la nave en el tramo inmediatamente anterior al presbiterio.
Más modernamente se amplió con una nueva capilla abierta desde el interior en el muro del lado izquierdo de la iglesia. La nave está cubierta con una bóveda de cañón apuntado que arranca de una imposta.
En un punto determinado cambia la altura de la nave; esto puede indicar que se rebajó en una parte o que un tramo de la nave es posterior a la otra. Fijar con exactitud el proceso de obra de esta iglesia es difícil mientras no se eliminen los enyesados interiores.
Los muros originarios se conservan en aquellas áreas que no se modificaron, donde no se abrió capilla alguna. Los sillares, en aquellas zonas donde son visibles, todo el interior es enlucido y en el exterior hay otros edificios adosados que imposibilitan la vista, aparecen cortados regularmente con escuda y dispuestos en el muro a la manera isódoma.
La cronología aproximada de la iglesia, dadas sus características arquitectónicas y las noticias documentales, puede situarse hacia finales del siglo XII.
La cronología de la iglesia, dadas sus características y noticias documentales, puede situarse a finales del siglo XII

Sarcófago de la iglesia de Sant Jaume de Vallespinosa.
Estela funeraria
En el cementerio de Vallespinosa se ha localizado una estela funeraria medieval realizada sobre un soporte de piedra caliza. Se tiene constancia de que existía una pieza de características similares, pero que desgraciadamente ha desaparecido.
El cippus en cuestión es un monolito de piedra caliza de tipología discoidal y pie casi recto. Ambas caras son decoradas por una bordura cruz griega entallada a bajo relieve.
Tiene una altura máxima de 75 cm, un disco de 36 cm de diámetro, un cuello de 24 cm, ancho del pie de 26 y espesor oscilante entre 21 y 25 cm. Como otras piezas de este tipo, cabe otorgarle una datación indeterminada a partir del siglo XII.

Estela discolidal.
Las zonas vetadas de Vallespinosa
Lo que era del Señor Rafael de Biure, no se tocaba en Vallespinosa. Había unas zonas en Vallespinosa que eran intocables, era todo lo que era propiedad del Señor Rafael de Biure: la cuesta que subía al castillo, el huerto cerrado que tenía el señor al pie de la cuesta, el huerto cerca de la balsa de la Perellada, el huerto y cercado cerca del castillo, el viñedo nuevo, y también los bosques de las Ortigues y Coma de Vaques, y los de la dehesa del castillo.

Mas Carbonell las Roques del Magí, en el camino de Vallespinosa a Pontils.

El pueblo de Vallespinosa.

Lavadero cerca de Vallespinosa.
La biografía de Rafael de Biure es la trayectoria del más genuino señor-bandolero de las comarcas meridionales catalanas, principalmente del Campo de Tarragona. Hijo de Gaspar de Biure y de Anna de Montserrat, de su padre heredó todo el patrimonio baronial, y de su madre y abuelo (el próspero comerciante Francesc de Montserrat, una considerable fortuna.
Huérfano de padre a muy temprana edad, se sometió a la tutoría de su tío Melcior (canónigo de la seo tarraconense, arcediano de Sant Lorenzo y uno de los personajes más ricos de la ciudad), hasta los veintiún años (1591).
En abril de 1593 concertaba una concordia con su madre para acceder, no tan sólo a la propiedad de la herencia dineraria de su abuelo (compuesta básicamente de censales), sino también al usufructo que ésta se había reservado.
Todo este patrimonio fue aumentado en 1603 con la compra en subasta pública y a mitad de precio de la baronía de Preixens, para lo cual previamente contó con la colaboración de cercanos parientes dentro de la Diputación del General (el tío de su esposa, Bernat de Cardona, presidente de la Diputación, y el cuñado Galceran, asesor de la misma).
Despojados de su baronía, los Espés, pleitearon tan insistente como inútilmente contra Biure. Además de Preixens, en 1614 adquirió las carlanías de Pontils y de Santa Perpetua de Gayá.

Escudo de Rafael de Biure y de Montserrat, Barón de Aguilar, situado en Vallespinosa.
Si en algo destacó Rafael de Biure, como buen señor-bandolero, fue en la cantidad de enemigos que se creó y en la enconada resistencia que presentó ante todos ellos. Por causa de dos elevados censales que vendió al Concejo de Tarragona en tiempos de crisis (1591), se concitó su odio por especulador, y tras numerosos incidentes a lo largo de los años, en 1611 el somatén tarraconense le asaltó y registró el castillo de Vallespinosa, y en venganza, Biure acudió el día de santa Tecla (fiesta mayor en Tarragona), con algunos fadrines que pronto trabaron un tiroteo con el somatén local, causando algunas muertes.
Interpuso, además, demanda en la Real Audiencia, a consecuencia de la cual, el cónsul primero de Tarragona, a la sazón en Barcelona, fue encarcelado. Biure se vio obligado a abandonar la ciudad e instalarse en la capital catalana.
Su más sonado pleito fue, con todo, contra la Orden de San Juan de Malta (1596-1624), por la plena jurisdicción de Vallverd, llegando a desarrollar una auténtica guerra internobiliar, en la que se asaltaron sus feudos de Vallespinosa y Vallverd, se detuvo y encarceló a gente y se trabaron peleas y múltiples actos de sabotaje.
En 1617 cesaban las hostilidades con una concordia a través de la cual se liberaban los prisioneros hechos por ambas partes, y se atenían a una sentencia que, finalmente, benefició a los sanjuanistas.
Otra de las refriegas que afrontó Biure fue contra la villa de Agramunt, cuyos ganaderos atravesaban sus recién adquiridas tierras en Preixens.
Otra de las refriegas que afrontó Biure fue contra la villa de Agramunt, cuyos ganaderos atravesaban sus tierras
En una ocasión (1627), capturó los ganados que las atravesaban, y el veguer de Agramunt juntó diversos somatenes comarcanos y dio asalto al castillo, llevándole preso a Barcelona.
Por vía exclusivamente judicial, Biure mantuvo diversos pleitos contra, los Cardona- Rocabertí, por la baronía de Sant Mori (desde 1613); los Pons, por la baronía de Artesa; el Monasterio de Montserrat, por el onceavo de los réditos de dicha villa (desde 1617); el concejo de Maldà (desde 1618), por censales; y los Despalau (desde 1619), por la mitad de la baronía de Gelida. Rafael de Biure se casó en 1596 con Agnès de Cardona-Rocabertí y Sunyer (muerta en 1621), hija de Jaume de Cardona, barón de Sant Mori, y de Rafaela de Sunyer, de quien tuvo una sola hija, María. De una mujer desconocida fue padre de un hijo natural, Arnau.
Su sucesor fue su yerno Josep de Margarit (1602-1685), a quien asoció al patrimonio de su casa en 1620. La casa Margarit heredó todas las propiedades de Rafael de Biure; también los pleitos, algunos de los cuales se dilataron hasta la extinción en el siglo XIX de la familia y del régimen baronial.
- Ref. Vallespinosa (Tarragona), 1570 – Barcelona, 15.V.1634. Señor-bandolero catalán. Documento localizado por Mariano Carbonell i Buades, y transcrito por Joan Fuguet Sans. (libro de la alcaldía de Vallespinosa (1591-1753) del Archivo de Protocolos de Barcelona.
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