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Vallverd, llamado también Vallverd de Queralt, es una entidad de población del municipio de Sarral, aunque está mucho más cerca de Rocafort de Queralt y de Les Piles. Situado 630 metros de altitud, durante el siglo XIX fue un municipio independiente, hasta que en 1880 se unió a Montbrió de la Marca, en la Conca de Barberà.
Posteriormente, en 1972, pasó a formar parte del municipio de Sarral, cuando Montbrió de la Marca se adhirió. El pueblo contaba con un antiguo castillo, documentado por primera vez en 1073. La orden del Hospital lo adquirió en 1306 y los Biure fueron los castellanos desde el siglo XIV. Se cree que se derribó en el siglo XVIII: hoy en día únicamente quedan restos.
Entre los vestigios del núcleo destaca la iglesia de Sant Joan, una pequeña capilla de construcción bastante reciente y situada en un extremo del núcleo. De la antigua iglesia no queda ningún resto. Ésta era sufragánea de la parroquia de Roquefort de Queralt, de la que estaba a una hora de distancia.
Demográficamente, el núcleo tenía nueve fuegos en 1359, seis en 1497, diez en 1553 y catorce en 1708. De esta forma, Vallverd siempre se ha caracterizado por tener menos de cien habitantes.
Vallverd siempre se ha caracterizado por tener menos de cien habitantes
Así, en 1841 tenía cuarenta y nueve, que aumentaron hasta sesenta y siete en 1841 y hasta noventa y uno en 1849, siendo éste el momento de máximo esplendor demográfico del núcleo. Hacia el año 2000, Vallverd tenía dieciocho habitantes; actualmente, viven veinticinco vecinos y vecinas. Geográficamente, por el núcleo pasa el río Vallverd, que nace en el límite de Pontils y Les Piles y transcurre por Vallverd, Roquefort de Queralt, Sarral y Ollers, con un recorrido total de 13 kilómetros.
En cuanto al estado de conservación, es relativamente bueno, aunque se ve que existe alguna casa abandonada, así como alguna otra de reciente construcción. Por lo que respecta a los servicios, cuenta con un local social y con una casa de turismo rural. Del 18 al 22 de agosto, Vallverd celebra su fiesta mayor, con actos para todas las edades.

Vista de Vallverd de Queralt.
San Juan Bautista de Vallverd
No se tienen referencias de esta iglesia anteriores a 1300, pero es razonable pensar que ya existía en época románica. La primera mención del lugar y del castillo de Vallverd es de 1073, en que el conde Ramon Berenguer I cedía Udalguer Ramon el lugar llamado Bufalla (nombre antiguo de Vallverd) para que construyera un castillo. La iglesia de Vallverd fue una sufragánea tradicional de la parroquia de Rocafort de Queralt. Actualmente la primitiva iglesia se halla en ruinas y el culto se realiza en una capilla moderna.

Iglesia nueva de Sant Joan Bautista.
En el cementerio de Vallverd se han localizado dos estelas funerarias medievales. La primera responde a lo que se conoce como estela funeraria discoidal; es cincelada en piedra caliza y presenta en una cara una cruz griega dentro de un círculo rodeado por un entrelazado y en la otra una hexafolia en una bordura simple, todo trabajado en bajorrelieve. La segunda conserva sólo el pie.

Antigua iglesia de Sant Joan Bautista.
La curia baronial de Vallverd
La curia baronial de Vallverd se remonta a principios del siglo XIII, dado que el 23 de abril de 1230 todos los habitantes, reunidos en la plaza mayor, rendían acto de homenaje y lealtad a la dama Sibila de Fiol, en tomar, esta, posesión del señorío, y ya aparecían un alcalde y dos jurados, vecinos del pueblo.
Este es el acto que se escribió para dejar constancia: “No parece así nada aventurado afirmar que nos encontramos ante una municipalidad rural, que cuenta ya con un órgano directivo-ejecutivo permanente: los jurados, aparte de la figura singular del alcalde, que aunque representa todavía una creación señorial, viene a constituir la coronación y presidencia de la comunidad rural del término. Es también un estadio que irán atravesando la generalidad de nuestros municipios rurales, y que más bien debemos considerar como de constitución cronológicamente precoz en el presente ejemplo de Vallverd”.
El hecho de que dicho acto de investidura fuese acompañado de una especie de indulto colectivo por unos crímenes cometidos en el término (con un homicidio por el medio), nos estaría indicando la necesidad perentoria allí de una estructura jurídico-policial, implantada recientemente, pero plenamente operativa.
Consta, igualmente, que en 1317, Arnau de Vallverd, como a castlán del lugar, actuaba a través de su alcalde, Jaume Verdaguer. Por las actas de los procesos que expondremos, podemos comprobar que en manos de los Biure esta curia siempre estuvo provista de procurador fiscal, asesor, escribano o notario y nuncio, probablemente, contratados para la prestación de servicios ocasionales.
n manos de los Biure esta curia siempre estuvo provista de procurador fiscal, asesor, escribano o notario y nuncio
Vemos actuar de fiscal a Joan Simó en 1607, 1608 y compaginando funciones de nuncio, también en 1610 y en 1611; en 1623 lo era Joan Puig. Para el cargo de asesor, Biure contaba con letrados de la nobleza comarcana. Lo sirvió muchos años Francisco Desclergue, doctor en ambos derechos, 'militas', de Montblanc, a quien encontramos ejerciendo en actos de procesos de 1607 a 1615 (núm. 7, 8, 12, 13 y 14); en 1614, encontramos al asesor Joan de Corts, también militar y doctor en derechos, pero de Cervera, lo mismo que consta en el proceso 14 de 1623.
Los escritores o notarios eran más pasavolantes: en 1611 lo era Joan Masdéu; en 1614, Juan Roca, notario de Santa Coloma de Queralt; y en 1615, Celdoni Perpiñán, notario de Sarral.
Por encima de todos ellos habría un oscuro mercader de Valls, Joan Eiximeno llamado (“Ayxameno”), quien en 1614 y también en 1622 hacía de procurador general (procesos 13 y 15). “Nuestro señor varón Rafael-Juan de Biure de Montserrat, fue bautizado en la Catedral de Tarragona el 9 de julio de 1569, hecho que, en principio, nos señala esta ciudad como el sitio de nacimiento más probable. Los padres, Gaspar de Biure de Castellvell y Anna de Montserrat Jaques, poseían una mansión en la esquina entre la calle Mayor y la de los Caballeros, delante, pues, del lateral de la Casa General.

Interior de la antigua iglesia de Sant Joan Bautista.
Los memoriales dicen que era ”de las mejores de la ciudad...“” y a juzgar por las 5.000 libras en las que era evaluada, adivinamos que debía de ser un palacete urbano, lo suficientemente grande y bien construido y amueblado.
Allí debió crecer y educarse, pasando la infancia y la juventud, hasta que las suyas bandolerías debieron hacer imposible su estancia en ciudad; lo más probable es que le alienara por comprarse la mansión de la calle de los Mercaderes de Barcelona, donde se acabó instalando a partir de 1622.
El linaje de los Biure se remontaba a tiempo inmemoriales (siglo XI). La genealogía más actualizada y completa haría descender a Rafael de Biure de un abuelo octavo, Berenguer de Biure, castlán de Biure (de donde tomarían el apellido), casado a mediados del siglo XIV. Bernat, el hijo de éste, sería el primer señor de Vallverd, al casarse en 1388 con la heredera Elvira de Vallverd de Montfalcó. Su tataranieto (a la vez, el bisabuelo de Rafael), Joan de Biure Elies, catapultan la familia y la situó de entre las primeras de la comarca; sucedió a la abuela Violante de Argençola en el señorío de Aguilar y heredero de la madre (Maria Elies, sobrina del famoso arzobispo Pedro de Urrea, influyente juanista) un patrimonio y propiedades con cuya enajenaciónconsiguió el señorío de Vallespinosa y adquirió la casa de la calle Cavallers.
El linaje de los Biure se remontaba a tiempo inmemoriales (siglo XI)
La familia, estudiada magníficamente por el profesor Marià Carbonell Boades, experimentó un notable ascenso al abrigo de la Iglesia, donde colocó, entre comensales y canónigos, hasta cinco caballeros. El más espléndido de todos ellos fue Miguel de Biure de Castellvell, tío y tutor de Rafael (el padre, Gaspar, había muerto antes de 1584, cuando él era un adolescente), el más rico de los canónigos tarraconenses, arcediano de San Lorenzo, dueño de una suntuosa mansión y de una colección de censales que le reditaban más de 1.350 libras anualmente, y con un líquido de 13.600 libras (todo su capital plegado se ha evaluado en más de 30.000 libras).
Carbonell nos recuerda, asimismo, que por el lado de la madre, Anna de Montserrat, había dos canónigos, un presbítero, un doctor en teología y un notario. Rafael de Biure se dio prisa por coger con firmeza las filas del patrimonio familiar de lo que era la cabeza. El 21 de abril de 1593, la madre, Anna de Montserrat, probablemente harta de aguantar las presiones a que la sometería su primogénito, le cedió el usufructo que su padre, el mercader Francisco de Montserrat, le había legado testamentariamente el 1584.
Este legado era especialmente jugoso porque se basaba en una buena colección de censales (sólo los impagados que llegaron a la Audiencia ya constituían un capital de más de 2.500 libras), que había ido vendiendo el hábil Montserrat, quien, vale la pena decirlo, fue capaz, en su día, de dotar su heredera Anna con 5.000 libras.
Dos años más tarde, Rafael de Biure recibía la herencia del tío Melchor, muerto a mediados de 1595, y al año siguiente enlazaba matrimonialmente con la poderosa familia de los Cardona-Rocabertí, al casarse con Agnès, que le reportó una dote de 6.000 libras. En la Corte General de 1599, el rey Felipe III le reconoció el privilegio de Nobleza. A sus 30 años, Rafael de Biure de Montserrat se consolidaba como uno de los principales y más influyentes varones de la Conca de Barberà, con un patrimonio y un capital que pocos magnates podían igualar.

Iglesia nueva de Sant Joan Bautista.
Vallverd, feudo y jurisdicción
El “acta de nacimiento de la comunidad rural de Vallverd” es su carta de población, expedida en el año 1039. Ya entonces existían un señor directo (Berenguer de Almenara) y un castellano (Guillem de Malgrat). “Se trata de dos personas sin ningún calificativo directo tras sus nombres, pero que a deducir de manta alusión en el cuerpo del documento, no sería aventurado pensar, como ya ha permanecido insinuado, que uno de ellos, Berenguer de Almenara, era el señor directo o principal, y el otro, Guillem de Malgrat, el castellano, teniente o regente del mismo, seguramente bajo un vínculo feudal, por cuenta del primero. Creemos en esta posición apuntada, por el hecho de inducirse que aquél tenía la castlania con carácter perpetuo, es decir, hereditario, ya que se preveía que en el caso de morir sin hijos, el cargo revertiría al otro titular o a su descendiente que en aquella eventualidad fuera el señor, como era el costumbre generalizada en la práctica feudal…”.

La iglesia nueva se construyo al lado de la antigua iglesia.
En 1073 el sitio era denominado como la cuadra de Brufalla y pertenecía al conde de Barcelona Ramon Berenguer I, quien le encomendó a Udalger Ramon para que edificara un castillo. La familia de este personaje se identificaba con la de los Conques, y el 1178 Estefanía de Cuencas, por 110 morabetinos, le enajenaba nuevamente a un conde de Barcelona, esta vez, Alfonso I. Y como en un juego de pingpong, en 1192 el lo volvió a conceder a un Cuencas, el hermano de Estefanía, Fulgencio Roger. Es importante recalcar que esta última donación ya puede considerarse feudal; el conde-rey Alfonso se reservaba la jurisdicción de los delitos de homicidio y también una cuarta parte del diezmario, que otorgaba, por otra parte, a su escudero Bertran de Vallverd. Pero el feudo siguió pasando de manos. El 1195 Vulgeni Roger de Conques le cedía a Guillem de Aguiló y en 1199, éste, hacía lo mismo en favor del caballero Bernat de Fiol, siempre “con salvedad de las retenciones ya consignadas en la carta del rey Alfonso, y aquella cuarta parte de los diezmos a favor del feudatario Bernat Bertran de Vallverd”.
Ya en el siglo XIII la línea sucesoria de señores directos del feudo de Vallverd y la línea sucesoria de los carlans son independientes: una (los Fiol) de la otra (los Vallverd), pero acaban juntándose.
Ya en el siglo XIII la línea sucesoria de señores directos del feudo de Vallverd y la línea de los carlans son independientes
Efectivamente, Bernat de Fiol, o quizá un hijo suyo homónimo, testó en 1230 y dejó heredera a la hija mayor, Sibila, casada con Guillermo de Vallverd, caballero de Cervera, descendiente, presumiblemente, del escudero Bertran beneficiado con una parte del diezmario vallverdenc reconvertido en castlánea. Parecería que señorío directo y castellano se unían, por fin, en una sola persona, Guillermo de Vallverd de Fiol, el hijo heredero de Guillermo y Sibila, pero no fue así.
Este segundo Guillermo hereda, ciertamente, la castlania (en forma de donación nupcial, en 1284), pero el señorío directo ya no lo tenían los Fiol, sino que aparece en poder del magnate Guerau Alemán de Cervelló, al menos desde 1275 (en los que disponía los castillos de Vallverd y el Cogul como firmeza de un debitorio).
En 1304 abrumado de deudas y sin liquidez para realizar legados y obras pies, Cervelló mandaba en el testamento la venta de Vallverd, lo que llevaron a cabo, dos años después, los albaceas testamentarios, alienando lo hizo por 22.000 sueldos, en favor de la Orden del Hospital de San Juan de Jerusalén (representado por fray Arnau de Torroja).
Los sanjuanistas tuvieron cuidado de liquidar las deudas pendientes de aquellas familiares que podían alegar derechos (o acreedores de deudas que la hipotecaban, como los usureros de la familia judía de los Perfeyt de Sarral), con mayor o menor fortuna. No la tuvieron con la hija del Cervelló, otra Sibila, que nada conforme con esta venta la impugnó en los tribunales en 1312. Y ganó el pleito, pero veintiséis años más tarde, cuando ya estaba muerta. Se benefició su marido viudo, Ramón de Ribelles y el hijo Poncet, que cobraron los 11.500 sueldos con los que la justicia sentenció a los sanjuanistas a cambio de la renuncia de los Ribelles a Vallverd.
Los sanjuanistas tuvieron cuidado de liquidar las deudas pendientes de aquellas familiares que podían alegar derechos
Así pues, por una suma total de 33.500 sueldos, la Orden del Hospital quedó, finalmente, en posesión del señorío. En 1380, consolidado el dominio señorial de Vallverd, obtuvieron confirmación real de la posesión de la jurisdicción civil y criminal, por lo que “Un verdadero y ancho señorío jurisdiccional quedó, pues, establecido sobre el término de Vallverd.
Lamasía del Cogul

Mas del Cogul.
La masía del Cogul o Quadra Can Cogul está incluida en el Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Catalunya. Está situada a 650 metros de altitud, en el sector oriental de la Conca, bajo el collado de Desgracies.
Podemos ir al Cogul tomando en Montblanc la carretera que sube hasta Santa Coloma de Queralt. Antes de coronar el collado de Desgracies, después de Rocafort de Queralt, a mano derecha se encuentra la carretera que lleva a Vallverd de Queralt. Junto a ésta, justo antes de llegar a Vallverd, está la masía de Cogul.
Éste es uno de los pocos ejemplos de la comarca de casa solariega con capilla dentro del recinto. La construcción, de piedra irregular y grandes dimensiones, tiene pocas aberturas en las fachadas laterales y trasera, mientras que en la fachada principal se abren balcones y una portada con arco de medio punto rebajado. La capilla, de trazado sencillo, es de nave única y ábside plano.
En la fachada conserva un rudimentario campanario de espadaña y en el interior se guarda una imagen de la Virgen del Rosario de tradición barroca.
Es uno de los pocos ejemplos de la comarca de casa solariega con capilla dentro del recinto
El Cogul es desde hace siglos una masía del término de Vallverd (municipio de Sarral), pero desde el siglo XI al Hospital los diezmos de todas las tierras del Cogul y Vallverd que cultivara la orden. En 1275 Guerau Alemany de Cervelló, que había heredado derechos sobre el Cogul y Vallverd, empujó sus rentas y murió poco después de testar. En 1306, sus albaceas vendieron aquellos derechos sobre Vallverd y el Cogul a la Orden del Hospital por 22.000 sueldos.
A fin de conseguir la titularidad clara y limpia sobre ambos castillos, la orden quiso liquidar u obtener la renuncia de todos los acreedores. Sin embargo, la tarea no fue fácil. En los años siguientes se siguieron varias reclamaciones, sobre todo por parte de la hija de Guerau Alemany que pidió al subveguero de Montblanc la anulación de la venta que habían hecho los albaceas de su padre.
Después de un largo pleito, en 1338, una sentencia condenó a la orden del Hospital a satisfacer 11.500 sueldos a los demandantes ya éstos a reconocer los derechos de la orden sobre Vallverd y el Cogul, por razón de la venta.
Finalmente, en 1380 , el gran Prior de Cataluña adquirió al niño primogénito la jurisdicción alta y baja, civil y criminal, que el rey tenía sobre Vallverd y el Cogul.

Capilla de Mas del Cogul.
Por haber sido la masía del Cogul una antigua cuadra del castillo de Vallverd, como otros lugares de la Conca de Barberà, (Pinetell, Biure de Gaià, Montbrió de la Marca, Vallverd, Pira y Ollers), el siglo XVIII pertenecía al pedido hospitalario de Barberà. Entonces, los hospitaleros tenían como castlán del Cogul a un tal Celdoni Matheu.
Cuando en 1701 el Gran Prior de Cataluña hizo capbrevar estos lugares, Joan Matheu hijo de Celdoni, figura como alcalde y único cabeza de familia que habitaba la masía del Cogul. Los Matheu poseían más del 75 por ciento de los 300 jornales de extensión que tenía la cuadra.
Curiosamente, el resto de tierras del Cogul, que no poseían los Matheu sino terratenientes de Rocafort, pagaban de censos y otras cargas señoriales mucho más que las de aquél.
En el tiempo de la mencionada cabecera era carla del Cogul el entonces veguer de Montblanc, Ignacio de Pontarró y Castellví, el cual, en 1717, vendió a Joan Matheu la castellana del Cogul por 430 libras. Es probable que entre los Matheu del Cogul y los Pontarró de Montblanc hubiera una relación de parentesco o una gran amistad, ya que el 13 de mayo de 1713 Ignacio de Pontarró, apadrinó a María Ignasia, hija de los primeros.
La actual masía del Cogul conserva (bastante deterioradas) las construcciones de los siglos XVIII y XIX (no parece que queden estructuras antiguas), época en la que el lugar se convirtió en una gran hacienda. Forman la masía un grupo de edificios: la masía propiamente dicha, situada en medio, es la más importante y donde se encuentran la residencia y los servicios más domésticos; en los lados de poniente y del norte se juntan otros edificios que lo complementan; para terminar, frente al edificio principal, junto al mediodía, hay una capilla exenta.
El edificio central es de planta más o menos cuadrada y con su fachada principal a mediodía. Situada hacia poniente de la fachada, se abre la puerta principal que tiene el arco de medio punto dovelado con la fecha de 1803 en la llave.
En los bajos se encuentran los servicios típicos de una casa de campo: lagares, establos, soles, horno... y la escalera para acceder a la planta noble. Aquí, como de costumbre, encontramos la pieza más importante y simbólica de la masía catalana: la sala. Es una estancia grande, con tres balcones abiertos a mediodía, en el lado oeste adosada a la pared, un fregadero de piedra con baldas encima y un aguamanos de cerámica barroca catalana. Alrededor de varias habitaciones con balcón o ventana al exterior.
De todas ellas, la más importante (el “cuarto bueno”), está situada en el lado ponentino de la sala. Es una habitación con alcoba de arcada rococó moldeada y balcón en la fachada principal. Encima de todo, en el desván hay varias dependencias con casales para el grano y otros productos de la tierra. Este edificio principal va cubierto con tejado de cuatro vertientes.

Mas del Cogul.
Los Matheu del Cogul en el siglo XVIII
Desde hacía tiempo la familia Matheu eran los únicos habitantes, junto con sus sirvientes, de la masía del Cogul. En el capbreu de las tierras del Cogul de 1701, que hizo el gran prior de los hospitalarios, aparece sólo el nombre de un vecino, Joan Matheu. Según las confesiones, éste poseía una casa, corrales, huertos, balsa y agua, junto con una gran gleba de tierra a dicha casa contigua, de tenida de doscientos jornales de tierra, que eran el núcleo principal de la explotación.
Aparte de esta gran propiedad también tenía otras de menor extensión en diferentes partidas del término del Cogul. En la partida del Fitor tenía una pieza de tierra, parte campa y parte viña plantada, y parte garriga de tenida de diez jornales, igualmente en la partida de más del Ferrer, una pieza de tierra parte campa y parte yerma con un corral derruido, de tenida de cuatro jornales y de la partida de veinte jornales.
Completaban sus propiedades una era y una paliza, junto con otra era y un pedacito de tierra que antiguamente había sido una era. En total Joan Matheu era propietario de 234 jornales de los 297 que, según las confesiones del capbreu, tenía el término del Cogul. Aparte de ser un gran hacienda, Joan Matheu también era el alcalde del Cogul y se encargaba de administrar justicia en nombre del gran prior de la orden del Hospital de Sant Joan, que tenía, toda la jurisdicción civil y criminal, alta y baja, mero y micho impirio del término.
En total Joan Matheu era propietario de 234 jornales de los 297 que, según las confesiones del capbreu, tenía el término del Cogul
Como muestra de la prosperidad y del ascenso social de la familia Matheu, en 1717 Juan compró por 430 libras la castlania del Cogul a Ignacio de Pontarró y Castellví, entonces veguer de Montblanc, convirtiéndose también en carlà del Cogul, título que heredarían sus sucesores.
Joan Matheu falleció el 23 de febrero de 1738 y su cuerpo fue enterrado en la iglesia de Vallvert, en la tumba de dicha casa o masía del Cogul. La familia Matheu disponía del privilegio de enterrarse en un vaso propio dentro de la iglesia de San Juan Bautista de San Salvador. Una muestra más de familia de payés acomodada. Al frente de la masía le sucedió su hijo mayor Josep Matheu Carol, que se había casado con Magina Puigdengoles de la Laguna, ampliando así el patrimonio familiar con nuevas tierras.
Capilla de San Antonio de Padua y San Magín

Capilla de Mas del Cogul.
La información que presentamos está extraída de los libros que se conservaban en el archivo arzobispal y que en la década de 1920 fueron depositados en el Archivo Histórico Archidiocesano de Tarragona procedentes del Archivo del Palacio Arzobispal.
La primera noticia que encontramos sobre la capilla del Cogul es de un mandato de visita del 30 de junio de 1776 donde se ordenaba al reverendo párroco que haga fijar las aras de esta iglesia, las de la sufragánea de Vallvert y de la capilla del Cogul mediante un encaje en una tabla o misa altar de modo que solo. Y respecto de habernos constado que las aras del Cogul son consagradas por el abad de Santas Cruces, ordenamos al reverendo párroco que no habiéndole constar dicho abad de las facultades que tenga para consagrar a raíz deban servir fuera de las iglesias de sus monasterios las que se retire y sustituía otras de las consagradas.
La primera noticia que encontramos sobre la capilla del Cogul es de un mandato de visita del 30 de junio de 1776
En la misma visita se enumeran los altares que había en ese momento en la capilla: un altar dedicado a San Magín, otro a la Virgen del Rosario y uno último al Santísimo Cristo ya las almas. Desgraciadamente la Guerra de los Franceses afectó gravemente al archivo episcopal y una gran cantidad de documentación se perdió la noche del diecinueve de agosto de 1813 cuando los franceses, retirándose de la ciudad de Tarragona, volaron el palacio del arzobispo y el castillo del Patriarca. Por este motivo, no hay otro libro de visitas pastorales hasta 1827.
En la visita de este año se menciona que en el archivo parroquial de Rocafort había un libro relativo a la capilla del Cogul, seguramente se trataba de un libro de cuentas o de celebraciones. Durante esta misma visita se redujo el número de cumpleaños que se celebraban en la capilla del Cogul, pasando de dieciséis a doce. En relación a los objetos de culto se mandó al párroco “que en la capilla pública de Cogul se puedan disponer ornamentos de todos colores”.
Para terminar la visita se hizo un inventario de la sacristía de la capilla del Cogul. Según la relación existían los siguientes objetos: Existe un cáliz cuyo pie es de metal sobredorado, con su copa y patena de plata. Una Campanillas de bronce. Mas una grande otra pequeña. Calderilla de metal con su hisopo de madera. Misales manuales buenos. Cuaderno de difuntos. Rituales. La última referencia a la capilla del Cogul que hemos encontrado en los libros de visitas es del año 1832, en esta ocasión se mandó al párroco “que se cierra en la capilla pública de Cogul el tráfico y comunicación de la casa para el coro”.

Dintel de la capilla deMas del Cogul.
Los entierros en la capilla del Cogul
Los entierros en la capilla Durante la Edad Media y el Antiguo Régimen, cuando una persona se moría era enterrada en los foso, situados generalmente junto a las iglesias. Sólo un grupo privilegiado de personas podía ser enterrada dentro de las iglesias, fuera en un vaso propio de la familia o fosas comunes, normalmente de alguna cofradía.
En los siglos XVII-XVIII las licencias por ser sepultados dentro de los templos son frecuentes. Prevalecía la idea de que cuanto más cerca de los santos uno se enterraba más facilidades para conseguir la salvación se tendría.
Será a partir de finales del siglo XVIII e inicios del XIX, que por cuestiones de sanidad e higiene pública, se empezará a prohibir los entierros dentro de los templos y se mandará que los cementerios sean trasladados a las afueras de las poblaciones.
Para saber a los miembros del linaje Matheu, residentes en la masía del Cogul que fueron inhumados en la tumba que había dentro de la capilla, hemos consultado los libros de óbitos de la parroquia de Rocafort de Queralt. En total se han identificado once individuos que fueron enterrados dentro de la capilla entre 1772-1835. A partir de esta fecha no hemos encontrado ninguna anotación más donde constara la sepultura de algún miembro de la familia dentro de la capilla.
Seguramente la aplicación de la legislación que prohibía el entierro dentro de los templos podría ser la causa del fin de esta práctica en la capilla del Cogul. Destacar que el criterio de enterrar en la capilla sólo “los huesos de usted dicho suplicante y de vuestros descendientes habitantes en dicha masía”, se cumplió y únicamente fueron enterrados los miembros de la familia que en el momento de la muerte vivían en la masía del Cogul.
A partir de finales del siglo XVIII e inicios del XIX, por cuestiones de sanidad e higiene pública, se empezó a prohibir los entierros dentro de los templos
Los hijos o hijas que se habían casado fuera y habitaban en Roquefort de Queralt o Vallverd, fueron enterrados en los fosos de sus respectivas parroquias. Los once individuos de la familia Matheu de la masía del Cogul que fueron inhumados en la capilla son: -Maria Matheu Oliva, hija de Magí Matheu Puigdengoles y Maria Antònia Oliva Serra. Fue bautizada en Vallverd el 20 de octubre de 1772 y murió el 29 de diciembre en Figuerola del Camp, el pueblo natal de su madre, a los dos meses y ocho días de vida. El 31 se le da sepultura eclesiástica en la iglesia del Cugul. Josep Matheu Carol, carla del Cogul, hijo de Joan y Caterina. Se despose con Magina Puigdengoles, de La Llacuna. Él fue el impulsor de la construcción de la capilla de la masía del Cogul.
Desconocemos la fecha de nacimiento, pues el libro de bautismos de los años 1675-1729, período en que habría nacido, no se ha conservado. El 21 de enero de 1775 a la una del mediodía, tras recibir los sacramentos de la penitencia y la extremaunción, murió en la masía del Cogul. Dos días más tarde fue su cadáver sepultado en una sepultura de la misma iglesia del Cogul (por privilegio que tienen de poderse enterrar), con asistencia de dos sacerdotes con el párroco, después de haberle celebrado un cumpleaños.
El 8 de febrero se le hizo entierro y novena con asistencia de nueve sacerdotes y siete de los mismos mes y año, el fin de año con asistencia de tres sacerdotes. En su testamento otorgado el 2 de junio de 1769 dispuso una serie de cláusulas relacionadas con la capilla del Cogul. Primero “quiero y mando que mi cuerpo sea sepultado o puesto en la tumba de la iglesia o capilla del Cugul, allí encima de donde están los huesos de mis antepasados, que yo mismo y e puesto para estar.
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file:///C:/Users/Jaime/Downloads/Dialnet-LaCapellaDeSantAntoniDePaduaISantMagiDelMasDelCogu-5809322%20(1).pdf
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Agradable rincón de Vallverd de Queralt.
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