Junts per Catalunya ha reclamado este martes que el president de la Generalitat, Salvador Illa, “condene rotundamente” la operación Catalunya y que su Govern “tome las medidas legales oportunas” por la “vulneración de derechos humanos con el espionaje contra independentistas”.
Así lo ha manifestado la portavoz de los posconvergentes en el Parlament, Mònica Sales, que ha sostenido que “institucionalmente el president Illa tiene que hacer un posicionamiento del Govern” en el que exprese su “rechazo” a estas prácticas de espionaje. En cuanto a las acciones legales, Sales lo deja en manos del Executiu y defiende que debe formular “las que considere”, aunque sí que exigen que se adopten.
La reacción de JxCat se produce después de que ayer RAC1 destapara que un informe de Citizen Lab señala que Artur Mas fue espiado durante más de cinco años y que su teléfono fue pinchado en más de una treintena de ocasiones. En esa misma jornada se produjo la comparecencia del expresident en la comisión de investigación sobre la operación Catalunya en el Congreso, en la que confirmó que se querellará contra las personas que “maquinaron” esta trama.
También ha anunciado que emprenderá acciones legales el exalcalde de Barcelona, Xavier Trias, que también fue víctima de la operación Catalunya. Preguntado por la querella, ha apuntado que “creo que sí que la presentaré” porque “no seré menos, sino te quedas corto”.
JxCat sostiene que el nuevo decreto pactado entre el Govern, ERC y los Comunes es una “aprobación encubierta de los presupuestos”
Por otro lado, Mònica Sales hizo alusión al acuerdo por el segundo decreto de suplemento de crédito, pacto que el Govern ha sellado con Esquerra Republicana y los Comunes. La diputada de Junts considera que este decreto “certifica que el tripartito está aprobando los presupuestos por la puerta de atrás” y ha cargado contra el hecho de que se haga “saltándose los trámites parlamentarios al impedir el debate parlamentario que correspondería para tramitar presupuestos”. Según JxCat, los tres partidos “intentan disimular que el acuerdo de investidura a la hora de la verdad era un acuerdo de legislatura”, por lo que “el tripartito funciona a pleno rendimiento”.