Nintendo todavía no ha publicado los primeros datos de ventas de The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom, pero es indudable que la nueva entrega de esta veterana saga, que salió a la venta el viernes pasado en todo el mundo, está teniendo un éxito colosal. Se trata de un caso digno de estudio, pues lejos de ser una marca cuya celebridad va disminuyendo con los años, el título protagonizado por el héroe Link y la princesa Zelda sigue ganando fans año tras año, y eso que su primera aventura va camino de cumplir cuatro décadas.
A continuación, tratamos de desentrañar cuáles son las claves detrás del éxito imperecedero que ha convertido un juego aclamado por la crítica y los entusiastas en un verdadero fenómeno cultural.
1. El nuevo rumbo marcado por 'Breath of the Wild'

Ilustración de 'The Legend of Zelda: Breath of the Wild'
Desde su debut en 1986, las ventas de cada entrega de The Legend of Zelda siempre han sido muy buenas, especialmente para tratarse de juegos que son exclusivos de las consolas de Nintendo y solo pueden jugarse en estas plataformas. Sin embargo, es a partir de The Legend of Zelda: Breath of the Wild (2017) que las ventas se disparan de forma más que significativa.
Hasta 2017, las diez entregas más vendidas de la saga habían tenido un promedio de 5,5 millones de unidades vendidas cada una. La más vendida, Twilight Princess (2006), había colocado la friolera de 8,7 millones de unidades, una cifra realmente buena. Sin embargo, con Breath of the Wild la cosa se va de madre. La última entrega principal hasta la llegada del flamante Tears of the Kingdom lleva vendidas casi 30 millones de unidades hasta el momento.
Después de años de cierto estancamiento, Breath of the Wild rompió con las propias convenciones de la franquicia para ofrecer un nuevo concepto de aventura que daba a los jugadores mucha más libertad. Este nuevo rumbo de la saga Zelda no tan solo entusiasmó a la crítica y al público, sino que tuvo un gran impacto en la propia industria y en los desarrolladores, que han visto en este título un referente dentro de los llamados juegos de mundo abierto.