Los pediatras alertan del aumento de los trastornos del sueño y los problemas relacionados con la salud mental y el sobrepeso. Los psicólogos dicen que ven más casos de irritabilidad, dificultades en la socialización, ansiedad y estrés. Los neurólogos hablan de un incremento de la hiperactividad, las cefaleas y el déficit de atención. Los oftalmólogos detectan un incremento y anticipación en los casos de miopía infantil. Los nutricionistas advierten de cambios en los hábitos de alimentación que derivan en una mayor prevalencia del sobrepeso y la obesidad infantil...
El 80% de los médicos y especialistas sanitarios consultados para el estudio sobre los efectos de las pantallas en la salud infantil realizado por el Instituto Tecnológico del Producto Infantil y del Ocio (Aiju) y la Fundación Crecer Jugando -en el que han participado pediatras, psicólogos, psiquiatras, oftalmólogos, otorrinos, neurólogos, nutricionistas, fisioterapeutas y también padres con niños y niñas de 0 a 17 años-, ha detectado un incremento de enfermedades asociadas al uso de pantallas por los niños españoles.
Porque, dicen los médicos, más del 90% de las criaturas de entre 4 y 10 años pasa más tiempo del recomendado delante del móvil, la tableta o el ordenador y eso provoca problemas en el desarrollo infantil. Y los padres lo saben pero en su mayoría no actúa.
Según el estudio, el 96% de las familias dice que establece normas de uso de las pantallas en casa pero siete de cada diez reconoce que tiene dificultades para mantener la disciplina y que se cumplan esas normas y los tiempos acordados.
Admiten también que la sobreexposición a las pantallas provoca en sus hijos e hijas problemas de visión, de atención y concentración, que afectan a su comportamiento e inciden en el sueño y en la salud emocional, con síntomas como la ansiedad.

Siete de cada diez familias admite tener problemas para controlar el tiempo que sus hijos pasan ante las pantallas
No obstante, el 86% de las familias que han participado en el estudio admite que nunca ha llevado a su hijo a un especialista por el uso de pantallas y su posible impacto en la salud, lo que puede estar retrasando el diagnóstico de patologías, según los médicos.
Los pediatras reiteran que los niños no deben usar pantallas antes de los cuatro años y, a partir de esa edad, el tiempo de exposición ha de ser controlado y gradual. Entre los 4 y 6 años la recomendación es no exceder los 20 minutos; de 7 a 9 años, el límite se fija en los 40 minutos, y en la franja de 10 a 12 años en una hora al día, y ese plazo, según el estudio, lo supera el 98% de menores.
Para reducir el uso, la Asociación Española de Pediatría (AEP), a través del Grupo de Salud Digital de su Comité de Promoción de la Salud (CPS-AEP), defiende reducir la presencia de pantallas en las escuelas y, para ello, insta a modificar la forma en que se trabaja la competencia digital en el entorno educativo y apostar por instruir sobre pensamiento computacional, protección de datos o alfabetización mediática con metodologías analógicas “igual de eficaces y más saludables”.
No sólo es a lo que les exponen las pantallas, también lo que les restan: contacto con la naturaleza, relaciones de calidad, gestión de emociones...
A este respecto, el profesor y divulgador sobre educación y salud digital Telmo Lazkano -que hoy ha participado en la presentación de la guía “Reto sin móvil para familias” impulsada por la cooperativa de telefonía e internet sin ánimo de lucro Somos Conexión-, asegura que a todos nos debería llamar la atención no sólo el exceso de consumos digitales que hacen los niños y adolescentes sino también todo lo que dejan de hacer por pasar el tiempo ante una pantalla.
En el caso de los adolescentes, dice, no es sólo que pasar tantas horas en redes sociales le exponga a comparaciones constantes y validaciones externas que impactan en su autoestima e identidad, y que con ello aumente la posibilidad de tener problemas de comportamiento y de salud mental, “sino que además les resta descanso nocturno, contacto con la naturaleza, relaciones de calidad, gestión de emociones, el tener presencia y escucha y compartir experiencias reales con familia y amigos”.
Casi la mitad de adolescentes pasa más de 5 horas conectado en fin de semana; y un tercio también entre semana
En este sentido, Mercè Botella, fundadora de Somos Conexión, insistió en que el uso del móvil e internet está muy extendido entre los adolescentes españoles desde edades muy tempranas, y en muchos casos se trata de un uso intensivo y sin supervisión: “casi la mitad pasan más de cinco horas al día conectados durante el fin de semana y un tercio también lo hace entre semana; y siete de cada diez duermen con el móvil en la habitación, al tiempo que uno de cada cinco reconoce conectarse a partir de la medianoche todos o casi todos los días”.
Por ello cree urgente reflexionar sobre cómo se integra la tecnología en el día a día de las familias. “Los adolescentes no necesitan solo normas, necesitan referentes; si los adultos estamos todo el tiempo conectados, difícilmente podemos pedirles a ellos que desconecten”, asegura Botella.
Y de ahí el manual que ha desarrollado la cooperativa -inspirado en el reto No Phone Challenge que Lazkano llevó a cabo con sus alumnos de 4º de la ESO-, que busca que padres e hijos analicen con espíritu crítico el uso que están haciendo del móvil, asuman el reto de pasar un tiempo determinado sin dispositivos y, a partir de la experiencia, acuerden cuál va a ser el papel que va a tener la tecnología en la familia y qué tiempos de conexión y desconexión establecen.