bet365

Antonio Garrigues Walker, abogado, 90 años: “El derecho a jubilarse, es decir, a no hacer nada, no existe; el ser humano tiene que estar siempre haciendo algo”

Vips Séniors

El reconocido jurista parece haber encontrado la fórmula de la felicidad: mantenerse permanentemente activo profesional e intelectualmente

Antonio Garrigues Walker

Antonio Garrigues Walker

Cedida

Desde su actual posición como presidente de la Fundación Garrigues, Antonio Garrigues Walker (Madrid, 1934) se preocupa por articular nuevos derechos que consigan mejorar la calidad democrática. Pero a este reconocido jurista, que ha sido testigo de excepción y protagonista de la historia más reciente de este país, no le son ajenas ni la política, ni la diplomacia ni la economía ni la cultura... De ahí que su capacidad de observación de la realidad sea siempre una opinión que seguir.

Presidente de honor de uno de los más reconocidos despachos de abogados de España, su prestigio le precede, sin duda; su talante conciliador le acompañan (y en todo momento); su vitalidad se contagia (y de qué manera), y su inquietud intelectual resulta más que envidiable. Para el prestigioso jurista no existe la palabra jubilación… ni mental ni física.

El ser humano tiene que estar siempre haciendo algo y debe tener todos los días un objetivo, por su propia felicidad

Antonio Garrigues WalkerAbogado

Ahora que se está hablando de reducir la jornada laboral y prolongar la edad de jubilación, ¿cómo encaja declaraciones suyas como esta: “No pienses jamás en jubilarte”?

Bueno, es que no son cuestiones contradictorias. El derecho a jubilarse, es decir, el derecho a no hacer nada, no existe. El ser humano tiene que estar siempre haciendo algo y debe tener todos los días un objetivo. Por su propia felicidad. La idea de conectar la felicidad con no hacer nada me parece que es una especie de absurdo completo. Tengo muchos amigos jubilados, en el sentido auténtico de la palabra, y una pregunta que siempre me hacen es: “pero tú, ¿por qué sigues?”. “Pues porque me divierto”, les contesto. Lo otro me parece que va contra natura; es decir, uno se levanta y… ¿Qué hace? ¿Nada? ¿Cómo se consigue eso?

Sigamos, si le parece, con algún tema también de actualidad. En alguna ocasión también ha dicho que, hoy en día, el desafío político es luchar contra el populismo. Vista la victoria de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos, ¿considera que hemos perdido la batalla?

Esa batalla nunca se pierde y nunca se gana del todo, porque el populismo sigue teniendo una presencia y una fuerza especial. Hay que luchar siempre contra el populismo. Y en España luchamos, pero creo que poco. Tenemos que darnos cuenta de que es una lucha importante, porque tiene que ver con la calidad democrática. Hay países que pasan épocas de buena calidad y que luego entran en la fase mala. España está entre los países más aceptables en esta materia. Pero no podemos dejar de luchar, porque la calidad democrática siempre es mejorable, y no aceptarlo me parece, por principio, antidemocrático.

Hay que luchar siempre contra el populismo. Y en España luchamos, pero creo que poco

Antonio Garrigues Walker

Usted siempre ha apoyado una mayor presencia de la mujer en el espacio público, pero últimamente estamos viendo cómo crece el antifeminismo. ¿Qué piensa de quienes alientan ese discurso?

Están completamente equivocados, y los que piensan así, en mi opinión, son torpes en el sentido intelectual de la palabra. Si hay algo en donde España puede estar contenta, de momento, es en cómo ha ido mejorando el protagonismo de la mujer en la vida española. Tengo 90 años, y recuerdo cuál era el protagonismo de la mujer hace 30 años. Las actitudes machistas realmente sí que empeoran la democracia de manera tremenda, y en España todavía hay algunos resabios machistas realmente horrorosos.

Pero parece que se ha dado incluso un paso atrás, porque se habían conseguido algunas cosas, sí, pero ahora el discurso va en otra dirección.

Espero que no, aunque entiendo lo que me preguntas. Creo que no hay un retroceso. Al contrario. Como es lógico, el protagonismo de la mujer en España está creciendo de una manera exponencial, espectacular, en comparación incluso con Europa y en todos los terrenos: en el político, económico, cultural y social. Y eso hay que favorecerlo porque influye en la calidad democrática de la que hablábamos.

Las actitudes machistas empeoran la democracia de manera tremenda, y en España todavía hay algunos resabios machistas realmente horrorosos

Antonio Garrigues Walker
Antonio Garrigues Walker

Antonio Garrigues Walker

Cedida

¿Por qué hay gente que, con la edad, se vuelve ideológicamente más conservadora?

Con la edad, se pierden cosas como, entre otras, la capacidad física, el ejercicio físico …. Y creo que, en alguna medida, eso tiene que ver con el ejercicio mental; es decir, con la longevidad, se pierden facultades. Por ejemplo, lo que echo yo ahora de menos es la memoria. Tengo pérdidas de memoria realmente tremendas. Como decía aquel chiste, cuando se es viejo hemos aprendido todas las cosas, lo que no sabemos es recordarlas.

Le hablaba de algunos claros ejemplos de políticos españoles, sobre todo progresistas, aunque entiendo que no va a dar nombres porque usted es muy diplomático.

Siempre habrá de todo, no nos engañemos, y en todos los países. En el mundo ahora estamos viendo cómo está ganando la derecha. Hay épocas en las que ocurre así por razones psicológicas, por buscar, aunque sea estérilmente y sin sentido, más estabilidad o más sostenibilidad. Pero a mí lo que me preocupa ahora es que la derecha está triunfando de una manera tremenda. Estamos viendo, por ejemplo, el caso de Alemania, un país que tiene una tradición democrática seria, y la extrema derecha está teniendo cada vez un protagonismo más amplio. Aunque, en general, está pasando en todos los países. Es un fenómeno que tenemos que estudiar y habrá que analizar las causas, los peligros y las oportunidades.

Lee también

Por cierto, hace ya unos cuantos años usted hablaba del derecho a la verdad, y hace apenas unos meses por fin se ha presentado una nueva proposición de ley contra la desinformación.

La complejidad de la vida social, económica y cultural hace que surjan nuevos derechos. Uno de los temas en los que estamos trabajando en la Fundación Garrigues (que preside) es la creación de nuevos derechos, y el derecho al que estamos dedicando tiempo es el derecho a no ser engañado. Me gustaría pensar y vertebrar jurídicamente ese derecho. Usted no me puede mentir, y si me miente, debe haber algún tipo de acción jurídica o de acción social contra ese fenómeno. Y nos mienten mucho. Nos mienten en todos los sentidos. A veces son solamente exageraciones, pero la exageración, cuando llega a cierto nivel, entra absolutamente en el terreno de la mentira.

¿Y convendría pensar también en algunos derechos dirigidos a la gente mayor para intentar evitar, por ejemplo, la gerontofobia, el edadismo…?

La calidad democrática es siempre mejorable, en todos los sentidos, en todas las formas y para todo tipo de personas, jóvenes, mayores, mujeres, hombres, discapacitados... Tenemos que estar permanentemente buscando ese camino. Lo digo porque la tendencia natural es la pereza democrática. Hay que luchar contra ello. Pensar que España ya es un país absolutamente democrático es un error. Podemos mejorar la calidad democrática en muchísimos aspectos y debería haber un observatorio en ese aspecto para sensibilizar a la opinión pública sobre este tema, especialmente en las universidades.

Me gustaría vertebrar jurídicamente el derecho a no ser engañado. Si me mienten, debe haber algún tipo de acción jurídica o social contra ese fenómeno. Nos mienten mucho

Antonio Garrigues Walker

Quizás hacer frente al edadismo no es solo una cuestión de derechos, también de actitud. ¿La sociedad tiene que cambiar la mirada que dirigimos a la gente mayor?

Yo pienso que sí. En el sentido de que habría que acumular ideas sobre el respeto a las personas mayores. El ser humano no solo es cada vez más longevo, sino que está mejor preparado físicamente y para asumir nuevas responsabilidades.

¿Cómo se ha preparado usted para la vejez?

Me entretiene y gozo cuando estoy pensando en nuevas ideas, nuevos derechos, nuevas realidades...

¿Por ejemplo?

Ahora estoy investigando un poco el tema del universo. ¿Cómo puede ser aceptable la idea de que la tierra es el único planeta del universo en donde hay vida inteligente? En las universidades no se estudia el universo. Es algo curioso, pero uno sale de la universidad creyendo que la tierra es el planeta más importante del universo. El día en el que se descubra que hay planetas con gente tan inteligente o mucho más inteligente que nosotros nos vamos a llevar un disgusto.

El día en el que se descubra que hay planetas con gente tan inteligente o mucho más inteligente que nosotros nos vamos a llevar un disgusto

Antonio Garrigues Walker

¿Cuál es su rutina diaria?

Me levanto bastante pronto, hago gimnasia…

¿Todos los días?

Todos los días. Hay que mantener el cuerpo en una cierta capacidad física. Uno no se puede abandonar.

¿Y después del gimnasio?

Vengo aquí al despacho y trabajo todo el día. No me canso de trabajar, me gusta trabajar y me divierto trabajando. Tengo 90 años, ya no puedo estar llevando pleitos, no puedo competir con otros abogados, pero puedo dedicarme a la investigación jurídica. Después del trabajo suelo ir a casa. Tengo una conexión grande con el mundo del teatro. Soy muy amigo de los grandes actores y actrices de teatro. He escrito 50 obras de teatro y pienso seguir escribiendo más.

Tengo 90 años y trabajo todo el día, no me canso, me gusta y me divierto

Antonio Garrigues Walker

¿Y cómo se sigue manteniendo la curiosidad intelectual?

Dándote cuenta de que todo lo nuevo tiene un atractivo especial, todo lo nuevo es una maravilla y, sobre todo, todas las culturas tienen un encanto especial. En España, por ejemplo, hay un abandono de las culturas orientales. Miramos mucho más, como es lógico, por otra parte, a Europa y a Iberoamérica que a la cultura americana y, sobre todo, a la cultura del Pacífico, la india, la japonesa… Conocer otras culturas te reanima, te vivifica.

Hay quien dice que “el racismo se cura viajando”.

Me parece una frase estupenda. ¿quién lo dijo?

Pues creo que Brad Pitt, el actor. ¿Cuál es el próximo destino que tiene en mente?

Me conozco el mundo entero. He tenido que recorrer el mundo con la excusa de conocer o buscar más clientes.

Lee también

Belinda Washington, actriz y presentadora, 61 años: “La menopausia fue un desafío por el aumento de peso, pero prefiero aceptar estos cambios y agradecer estar viva”

Evelyn López
Belinda Washington, en un acto, en noviembre de 2021.

Sí quería plantearle unas últimas preguntas a modo de consejos vitales. ¿Cuál es la receta para afrontar la vida con entusiasmo?

Primero, no permitas que te domine el pesimismo. El pesimismo es una forma de necedad. Es peligrosísimo. Hay gente que confunde ser pesimista con ser serio y creen que ganan en autoridad cuando plantean un drama tremendo en España con, por ejemplo, lo que está pasando en Cataluña, lo que está pasando en el País Vasco… Parece que gozan con el pesimismo, con el dramatismo. Personalmente, creo que se equivocan. Es más agradable tener una visión optimista del futuro. En España las cosas están mejorando. ¿Cómo se puede negar eso? No lo entiendo. No tolero el pesimismo vital ni el pesimismo institucional. Lo que tenemos que echarle a este país es optimismo y darnos cuenta de que hemos mejorado en calidad democrática, social, cultural, en convivencia. ¿Por qué transmitir la idea de que España es un país atrasado?

¿Y el mayor regalo que le ha dado la vida?

Ante todo, unos padres estupendos. Mi padre fue, para mí, un ejemplo humano maravilloso, me dio una educación ética estupenda. Y mi madre… era americana, lo cual me hace ser medio americano, como es lógico, y, cuando voy a América, siento que estoy en mi país. La herencia de mi madre la valoro porque además la mezcla de culturas es muy rica. Todavía siento la orfandad de mi madre. Es curioso, porque tengo ya 90 años y no es extraño que no tenga ni padre ni madre vivos, pero, yo no sé por qué, los echo de menos.

No tolero el pesimismo vital ni el pesimismo institucional, tenemos que darnos cuenta de que hemos mejorado en calidad democrática, social, cultural, en convivencia

Antonio Garrigues Walker
Lee también

Esto ya se lo han preguntado en más de una ocasión, pero ¿qué se aprende de los fracasos?

No sé por qué la gente cree que hay que evitar los fracasos, y luego pasa lo que pasa. No busques el fracaso obsesivamente, pero dalo por descontado. Todo el mundo ha fracasado más o menos. Aunque hay gente que mucho. Hay gente que no sé si, incluso, les gusta fracasar.

¿Y se arrepiente de algo?

(Piensa unos segundos) Nunca pienso eso, y cuando me hacen la pregunta me digo a mí mismo que un día tengo que ponerme a pensar a fondo para así tener una respuesta inteligente a esa pregunta. Así que la próxima vez que nos encontremos…

¿Qué le queda por hacer en esta vida?

Muchísimo, y si no lo hago es porque soy perezoso. Un amigo me decía: si alguien se diera cuenta de lo que vale una palmada cariñosa en la espalda cuando un amigo tiene un problema... No utilizamos nuestra capacidad de ayudar a la gente y se la puede ayudar de muchas maneras, pero siempre desde el optimismo y la calidad humana. España es un país a veces un poco puñetero, como te decía antes. Hay gente que para demostrar su seriedad tienen que dramatizar el entorno, y eso me irrita tremendamente.

No utilizamos nuestra capacidad de ayudar a la gente y se la puede ayudar de muchas maneras, pero siempre desde el optimismo y la calidad humana

Antonio Garrigues Walker

Permítame que acabe leyendo una frase sobre usted que escribía Núria Espert en el prólogo del libro Antonio Garrigues Walker: Testigo clave de medio siglo de nuestra historia. Dice así: “Me pregunto cómo ha resistido su parte tierna, poética y humanista en esa tierra tan árida y eso es lo que yo creo que lo convierte en alguien tan único, tan carismático, casi irreal, tan energético, con una curiosidad tan juvenil, tan refrescante”. ¿Qué contesta a su pregunta?

Escribiendo teatro.

¿Alguna forma más de resistir en esa tierra tan árida?

Echándole ganas. Sobre todo, no dejándome llevar hacia el dramatismo ni pensar: qué horror, que tengo ya 90 años. Sí, eso es verdad. Voy a escribir otra obra de teatro que se va a llamar Volveremos a morir. Trata sobre tres personas que renacen y se preguntan: ¿y ahora qué hay que hacer? Pues hay que volver a morir. Me encanta sentarme delante de una hoja en blanco y ver cómo se llena. Es una maravilla. Cojo mi bloc de papel, siempre escribo con lápiz. Me encanta cuando, de pronto, veo que he escrito una página o dos páginas, o más, cuando tengo suerte.

Etiquetas
Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...