Solo hace falta fijarse en gestos, palabras y una serie de comportamientos para tenerlo claro: esa es una relación claramente abusiva. Desde fuera parece muy sencillo identificarlas, tanto que uno tiende a preguntarse cómo es posible que la parte de la pareja que sufre esta situación no se dé cuenta y salga de ahí cuanto antes. Sin embargo, la realidad es que no siempre resulta tan fácil. Esto se debe, principalmente, a que este tipo de parejas atraviesan una serie de fases hasta convertirse en una relación tóxica. No se trata de algo que sucede de la noche a la mañana.
El abuso en una relación suele comenzar lentamente, y no siempre es físico. Todo se inicia con una primera fase de luna de miel, en la que todo se contempla de forma positiva y se tiende a idealizar a la otra persona. Pero a partir de ahí es cuando se producen las primeras tensiones y una evolución progresiva en la que la víctima se encuentra atrapada a la vez que va aceptando, a veces incluso casi sin darse cuenta, más y más comportamientos abusivos.
Así puedes saber si tu relación es abusiva
Tener muy claros los límites innegociables y lo que se quiere o no de una pareja son dos aspectos clave que deben mantenerse presentes en todo momento antes de iniciar una relación. Este autoconocimiento y consciencia de lo que es o no saludable será la clave para evitar caer en una relación abusiva. Desde los primeros compases ya se pueden apreciar señales de alerta, que detalla el equipo de de Serena, y que supondrán suficiente motivo como no ir más allá en dicha relación. Porque acabará por convertirse en más y más abusiva.