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Jorge Dioni: “El porno del siglo XXI está en manos de informáticos, es una mina de datos”

‘PǰԴdz’

Un ensayo relaciona la democratización del consumo pornográfico con la creciente importancia del individualismo en la esfera social y privada: “Lo que antes estaba en los extremos, hoy es mainstream”

Jorge Dioni

Jorge Dioni, periodista y escritor, publica‘PǰԴdz’, un ensayo sobre qué nos dice el porno de hoy sobre el deseo y la condición humana

Anna Belil / Diseño LVD

El “egosex” y el onanismo digital están más de moda que nunca. El consumo de contenidos pornográficos se ha disparado en adolescentes y niños, pero también en el resto de franjas de edad, aunque de ello no se hable tanto… Por qué tanta gente se ha aficionado a los contenidos pornográficos es uno de los temas que aborda Jorge Dioni en Pornocracia (Arpa).Dioni, que triunfó anteriormente en las librerías con La España de las piscinas (Arpa), explica en esta nueva obra cómo el porno concibe al cuerpo como un parque de atracciones donde se anima a probarlo todo, aunque ello signifique entrar en una montaña rusa emocional.

El auge de los contenidos pornográficos guarda relación, indica Dioni desde Alcorcón (Madrid), con la creciente importancia del individualismo, ya no tan solo en la esfera social, sino también en la privada e íntima. Dioni desvela en esta entrevista con bet365 qué ha aprendido sobre el deseo y la condición humana tras visionar cientos, miles, de escenas pornográficas.

Antes, en las películas pornográficas se admiraba a la actriz o al actor; hoy nos proyectamos en ellos (...) son cosas cada vez más radicales y extremas

Jorge DioniPeriodista y escritor

¿Qué está pasando con el porno?

Que está legitimando los márgenes. Lo que antes estaba en los extremos, hoy se ha convertido en mainstream, en la corriente principal. Está pasando igual en todo: siempre ha habido gente anti-vacunas, por ejemplo, pero ahora en Estados Unidos hay un anti-vacunas ocupando el Ministerio de Sanidad.

¿Qué nos dice la pornografía sobre el mundo en que vivimos?

Hoy en día un trabajador puede estar produciendo desde su casa las 24 horas del día, los siete días de la semana y los doce meses del año. Todo el tiempo de vida se considera tiempo productivo. Antiguamente, en las películas pornográficas se admiraba a la actriz o al actor, mientras que en la actualidad nos proyectamos en ellos. Como cualquiera puede crear contenidos durante las 24 horas del día, la forma de llamar la atención es proponer cosas cada vez más radicales y extremas. Pasa un poco lo mismo que con Donald Trump, que cada día tiene que decir una cosa todavía más fuerte que la del día anterior.

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¿Por qué tanta gente bien se ha aficionado a ver porno a diario?

Toda esa gente ya veía pornografía. El porno siempre ha sido muy consumido por las élites y las personas biempensantes. Las leyes contra la difusión de la pornografía nacen cuando todo el mundo puede acceder a estos contenidos. Cuando más represiva es una sociedad, más duro suele ser el porno. El mejor ejemplo es Japón y los países protestantes (Dinamarca, Alemania, etc.)

Aunque la mayoría de los consumidores son hombres, un porcentaje significativo de las mujeres también se ha acostumbrado a ver porno de manera regular y…la cosa pinta que va a más. ¿Hasta qué punto el porno sigue siendo cosa de hombres?

Los hombres siguen siendo claramente mayoría. Lo que pasa es que la igualdad quiere decir compartir todos los espacios, y el porno es uno de esos espacios. Cada vez más, las mujeres visionan su propio porno. Pero principalmente el porno sigue siendo producido por hombres para hombres, ya que es el espectador en el que se piensa al producir las escenas.

Nos gusta que entre el deseo y la consecución del deseo haya un obstáculo (...) cuando todo está disponible, no sabemos qué desear

Jorge DioniPeriodista y escritor

¿Qué hacen las empresas tecnológicas con los datos que obtienen de quienes visionan porno?

Hasta donde conozco, lo que hacen es desarrollar otro tipo de productos que no tienen que ver con el porno: algoritmos, pasarelas de pago, sistemas de comercio electrónico, etcétera. La pornografía del siglo XX estaba en manos de gente que llegaba a ella a través de la industria del sexo o la cultura de la sexualidad: gente que tenía locales de estriptis; Private, que tenía un videoclub en Estocolmo; Hugh Hefner, de Playboy, que hacía fiestas de intercambio de parejas. La pornografía del siglo XXI está en manos de informáticos. Las pocas empresas que producen pornografía suelen ser departamentos de empresas tecnológicas que utilizan al porno como una mina para obtener datos.

A comienzos de 1990 el consumo de contenidos pornográficos se circunscribía a hombres de avanzada edad o muy jóvenes. ¿Qué ha ocurrido en el siglo XXI para que hayan incorporado niños y se dispare entre las personas de mediana edad (quienes más pornografía ven en España tienen entre 45 y 54 años, según un )?

Antes también se veía porno, sobre todo las parejas en casa. Lo que pasa es que no se decía. En cambio, ahora con el ordenador o el móvil nadie se puede esconder. Internet, de alguna manera, se ha convertido en una proyección de nuestro cuerpo. Con internet es posible difundir y hacer accesible cualquier cosa: historia, geografía, todo. Y también porno.

Un número creciente de investigaciones sugieren que cada vez tenemos menos sexo. Esta situación está generando un desfile de teorías sobre el porno y la digitalización. ¿Hasta que punto están retrocediendo las relaciones sexuales?

Como profesor de narrativa, planteo la teoría de que a los seres humanos nos gustan los obstáculos. Es decir, nos gusta que entre el deseo y la consecución del deseo haya un obstáculo. Todas nuestras relaciones parten de esta idea. En cambio, cuando no hay ningún obstáculo, nos aburrimos... Cuando todo está disponible, no sabemos qué desear. Las aplicaciones de citas también forman parte de esa gran disponibilidad existente. En el libro explico que se acusa al porno de la “recesión sexual”, un concepto lanzado por la revista The Atlantic para explicar el menor interés por el sexo de las nuevas generaciones. También en febrero de 2024, el diario frances éپDz publicó los resultados de una encuesta del Instituto Francés de 辱Ծó Pública que señalaba que sólo el 76% de las personas sexualmente activas habían tenido relaciones en el último año, lo que supone una caída de 15 puntos respecto a 2006. El descenso es especialmente pronunciado en el tramo de 18 a 24 años.

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Según anota en Pornocracia, “la pregunta principal de este libro es: qué quiere decir excitarse con alguien que lo está pasando mal, qué quiere decir masturbarse viendo a alguien sufrir, qué quiere decir erotizar el malestar ajeno, qué quiere decir que aparezcan juntos el deseo, el dominio y la agresividad”. Conteste: ¿qué quiere decir?

Quiere decir que los gobernantes ya no nos prometen un mundo mejor, sino un mundo en el que alguien sufrirá más que tú. Además, te enseñan a ese alguien que sufre más que tú, tanto en el sexo como en la vida cotidiana. Cuando el presidente de El Salvador muestra a los presos con la cabeza rapada y el mismo atuendo, nos ofrece este contenido para de alguna forma excitarnos.

El porno de hoy te enseña a ese alguien que sufre más que tú, tanto en el sexo como en la vida cotidiana. Es contenido que de algún modo nos excita (...)

Jorge DioniPeriodista y escritor

¿El porno es un nuevo “fake” en el sentido de desdibujar la línea que separa fantasía de realidad?

De alguna manera, sí, porque despierta fantasías irreales. En el caso de los hombres, por ejemplo, provoca unas expectativas sobre el tamaño del miembro viril que luego dan lugar a unas frustraciones importantes, porque es fácil tener la sensación de que todo el mundo tiene un “fuet”... Algunos psicólogos han detectado que cada vez más jóvenes sienten vergüenza al desnudarse por creer que todo el mundo es de una manera, cuando no.

¿Qué tiene que ver la pornografía con la propagación de bulos?

Yo sostengo que se trata del mismo esquema: excitación-descarga-excitación-descarga. El bulo funciona igual: la intención no es que te creas el bulo, sino que no te creas nada y estés excitado todo el rato. Y que después tengas la necesidad de re-excitarte. Con el porno pasa lo mismo.

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¿Hay algún nexo entre las ideas Donald Trump, Javier Milei o Nayib Bukele y el ascenso de los contenidos pornográficos?

Los tres son creadores de contenidos y tienen que ofrecer cada día algo que sea excitante para su público.

¿Qué opinión le merece que OnlyFans, la red social que pone en contacto a “artistas” con aficionados, se abra cada vez más a contenidos pornográficos?

Bueno, pues que al final la pornografía acaba entrando en todos los sitios. Hay una frase que dice: “toda tecnología evolucionará hasta que se pueda ver porno”. De hecho que se envió con la tecnología JPEG era una imagen de Playboy... OnlyFans es el modelo de relaciones sociales que nos propone el actual modelo económico y laboral, en el que puedes estar produciendo todo el rato. ¿Qué contenido puedes crear? El que pidan tus clientes. OnlyFans implica estar disponible y estar dispuesto a desvelar tu intimidad. Pero esto también les sucede a los youtubers, que también están disponibles todo el tiempo y que tampoco renuncian a mostrar su vida privada.

¿Qué nuevos horizontes se le abren a la industria pornográfica con la inteligencia artificial?

Muchas empresas están intentando prescindir de los trabajadores para poder elaborar contenidos pornográficos sin necesidad de que haya participación humana. La idea es poder crear escenas en las que aparezcan aquellos personajes y situaciones que nosotros queramos. De momento esto no acaba de funcionar porque es muy burdo, se nota como que es falso, pero bueno…quién sabe cuál será la evolución.

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