El cometa ZTF cada vez se encuentra más cerca de la Tierra. Desde que se detectó por primera vez a mediados de marzo del año pasado, el astro ha recorrido casi 600 millones de kilómetros y el próximo día 1 de febrero alcanzará su posición más próxima a nosotros, cuando pase a tan solo 42 millones de kilómetros.
Es la primera vez que el ZTF, un exótico cometa de tonalidad verde, regresa al sistema solar interior desde hace 50.000 años.
A medida que se acerca a la Tierra, crecen las posibilidades de poderlo contemplar a simple vista, aunque ahora ya nadie se arriesga a pronosticarlo al cien por cien, ya que las expectativas de poder verlo sin el uso de prismáticos o telescopios no se han cumplido.
“Hace unas semanas, había una previsión de visibilidad más alta, porque se creía que este cometa podría ser visto como el Neowise de 2020 y no ha sido así”, explica Beatriz Varona, del Instituto de Astrofísica de Canarias. Ahora, se espera que su aproximación dibuje en el cielo oscuro de la noche un punto verdoso algo tenue.
Hace unas semanas, había una previsión de visibilidad más alta, ya que se creía que este cometa podría ser visto como el Neowise de 2020 y no ha sido así
Según los pronósticos, a principios de febrero, el cometa debería alcanzar una magnitud 5, el equivalente a la luminosidad que desprende la estrella Eta Ursae Minoris, la estrella de la esquina inferior izquierda de la Osa Menor, "pero es arriesgado predecir si lo conseguiremos ver, ya que dependerá del brillo que acabe adoptando, de la luminosidad de la Luna y, sobre todo, de la contaminación lumínica de nuestros cielos”, comenta Varona. A una semana de que el ZTF alcance su máxima cercanía con nuestro planeta, su intensidad se encuentra en los límites de observación a simple vista.
Para poder verlo mejor, será necesario que nos ayudemos de prismáticos o telescopios. Para la astrónoma, es conveniente que coloquemos los largavistas en un trípode, ya que el campo de visión de estas herramientas es muy escaso y se corre el riesgo de perder constantemente el punto de encuentro.
Puede ser útil también valerse de la visión desviada. Los astrónomos utilizan esta técnica que consiste en fijarse en objetos tenues sin mirarlos directamente.

Imagen del cometa C / 2022 E3 ZTF tomada el 19 de diciembre de 2022.
El mejor momento para observar el cometa es durante las horas previas al amanecer, con lo que, en esta época del año, no hará falta madrugar mucho. Según los astrónomos, para localizar el cuerpo celeste será necesario mirar entre la Osa Mayor y la Osa Menor. Para su localización, podemos ayudarnos de varias aplicaciones móviles que nos permitirán buscar los conjuntos de astros y otros elementos del cielo. Pero cuidado, porque el uso de dispositivos electrónicos con pantalla puede resultar perjudicial a la hora de acostumbrar el ojo a la oscuridad. Por ello, se recomienda localizar con el móvil la ubicación, recordarla y en breves minutos observar con atención con unos prismáticos o telescopio.
Los más observadores podrán apreciar que la posición del cometa varía dependiendo de la distancia a que se encuentra respecto a nosotros. Así, durante los primeros días de observación, a principios de enero, su recorrido era más lento. “A medida que se aproxima, su trayectoria parece más dinámica y veloz”, añade Beatriz Varona.