Comer bien también se enseña. En la escuela, entre clases y recreos, los comedores ofrecen una oportunidad diaria para aprender a cuidar del cuerpo y el entorno, garantizando una dieta equilibrada. Pero cuando se lleva esta idea a la práctica a través de normativas, porcentajes y menús, las discrepancias no tardan en aparecer.
El nuevo Real Decreto de Comedores Escolares Saludables y Sostenibles, aprobado por el Gobierno, ha establecido medidas para mejorar la Գٲó en los centros educativos. A partir de ahora, se prohíben las bebidas azucaradas, las energéticas y la bollería industrial. Los platos precocinados —solo si se usan aceites saludables como el de oliva o girasol alto oleico— se servirán una vez al mes.Además, se exige que al menos el 45% de la fruta y verdura en los comedores sea de temporada y que el 5% del gasto se destine a productos ecológicos.
Son acciones que, aunque buscan solventar algunos problemas, como que un 37% de los comedores no sirven suficientes verduras o que un 7% no ofrecen pescado, han generado una serie de críticas en varios sectores alimentarios.
Apuesta por otras proteínas
El decreto permite hasta tres raciones semanales de productos cárnicos, con una sola de carne roja
Desde la Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España (Anice), su director general, Giuseppe Aloisio, ha denunciado que la norma “limita significativamente” el consumo de carne y “transmite un mensaje negativo para la reputación de este producto y sus bondades nutricionales en la sociedad”.
Según Aloisio, la ausencia de este alimento en la nota de prensa oficial evidencia “la nula importancia que el Ministerio le da”. La asociación critica que el decreto permite únicamente hasta tres raciones de carne a la semana, pudiendo ser incluso ninguna, y que si es carne roja, solo se permite una ración.
Tampoco hay consenso en el sector pesquero, donde las principales entidades como Conxemar, ARVI, Apromar, Cepesca, Fedepesca, Interfish-España, Opescantábrico y la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores consideran que sus intereses no se han tenido en cuenta. A través de un comunicado conjunto han denunciado que el decreto ha sido aprobado “sin un análisis profundo de las repercusiones que puede acarrear a largo plazo”.

El decreto recién aprobado limita el consumo de carne roja en los comedores escolares
Uno de los temas que más preocupa con relación al decreto es que no explica con claridad qué significan los términos “análogos vegetales” o “proteína vegetal”, que se mencionan como posibles segundos platos. Para el sector, esto “abre la puerta a ofrecer menús exclusivamente vegetarianos” sin una legislación específica sobre su etiquetado ni estudios que garanticen su valor nutricional.
Para Justicia Alimentaria, el decreto llega tarde y se queda corto. Su director, Javier Guzmán, asegura que “hubiera estado bien hace diez años”, pero que hoy está por debajo de los mínimos que ya se aplican en otros países europeos.
A pesar de que la estrategia europea ‘De la granja a la mesa’ recomienda un 25% de productos ecológicos, el decreto solo exige un 5% en los menús escolares. Señalan que España es el país líder en superficie y producción dentro de la Unión Europea, por eso la oferta existente puede cubrir un porcentaje superior, tal como ya ocurre en Francia o Italia.
Productos ecológicos
El texto aprobado incluye un 5% de alimentos ecológicos frente al 25% que sugiere la UE
Por último, Justicia Alimentaria apunta que, aunque el decreto introduce algunos avances, como la prohibición de bebidas azucaradas y bollería en las cafeterías, aún carece de mecanismos claros para garantizar que se cumpla en todos los centros. Según la organización, en un país donde casi la mitad de los niños de familias con bajos ingresos sufren de exceso de peso, los comedores escolares son clave para cambiar hábitos y prevenir problemas graves de salud, como diabetes o enfermedades cardiovasculares.