bet365

Investigación aplicada y cocina se dan la mano en A Coruña en el restaurante Gunnen

Sitios

El cocinero Chechu Rey está al frente de una de las aperturas más interesantes en los últimos meses en el noroeste peninsular

La restricción europea de la pesca se refleja en la carta del restaurante

La sala de Gunnen

La sala del restaurante Gunnen, enA Coruña

Jorge Guitián

Difícilmente podríamos decir que Chechu Rey es un nombre revelación para la cocina gallega. De hecho, tras 29 años de carrera discreta pero constante, es un cocinero bien conocido en el sector que ha tenido una trayectoria heterogénea y que ahora vuelve a la cocina de restaurante.

Tras abrir hace dos décadas Agar Agar, uno de aquellos pequeños locales que a comienzos de este siglo llevaron un nuevo enfoque culinario más allá de las grandes ciudades y de los centros turísticos, en 2008 dio un cambio de rumbo a su trayectoria, colaborando durante los años siguientes con distintas marcas y cadenas hoteleras, tanto en labores culinarias como de asesoría.

Así es como acabó acumulando el bagaje suficiente como para abrir su propia consultoría en 2019 y, dos años después, ponerse además al frente de La Familia, un proyecto de alimentos preparados para distribución y colectividades. Todo esto le ha ido dando al cocinero una visión amplia, diferente, en la que el producto y la innovación cobran una especial relevancia.

Chechu Rey con su equipo en el restaurante Gunnen

Chechu Rey con su equipo en el restaurante Gunnen

Cedida del restaurante

De hecho, el trabajo en La Familia le ha permitido a lo largo de los últimos dos años desarrollar productos para terceros e investigar en posibilidades técnicas que el trabajo en cocina de restaurante habría dejado fuera de su alcance. Ahora, con la madurez de todos estos años de trayectoria en la mochila, decide compaginar su labor empresarial con el regreso a la primera fila a través de un pequeño proyecto personal.

Eso es Gunnen, un negocio que abría sus puertas el pasado mes de agosto en el barrio de Matogrande, uno de los centros de negocios de A Coruña. Con apenas tres mesas, el proyecto ha conseguido, en estos meses, ir ganándose a un público local que en algunos casos recordaba el trabajo de Rey en aquel Agar Agar de la periferia de la ciudad.

Dos personas en cocina —una en el diminuto espacio de fuegos, otro, el propio Chechu, en el pase— y una en sala son más que suficiente. Lo son porque toda una parte del trabajo, lo que en otros negocios sería el departamento de I+D, se nutre de la sinergia con los otros negocios del cocinero, abriendo unas posibilidades que de otro modo quedarían fuera del alcance de un restaurante de esta escala.

Eso, sumado a la trayectoria de Rey, que pasó por negocios propios y de terceros, aquí y en América, cocinando de cara al público o para empresas del sector, da forma a un universo pequeño, pero poliédrico, al margen de las tendencias que todas las ciudades tienen y que con frecuencia se repiten, con matices más o menos interesantes, en sus cartas.

Restaurante Gunnen

Gunnen abrió sus puertas el pasado agosto

Jorge Guitián

Chechu Rey va por libre, en ese sentido. No deja de estar atento a las tendencias, al trabajo de cocineros a los que admira y a los avances técnicos, pero a partir de ahí da forma a una propuesta propia, algo que queda patente desde el trago con el que arranca su menú, un combinado de kvass y kombucha casera de hoja de Jamaica, o de snacks como la fresa blanca rellena de hummus de tempeh de garbanzos, que ellos mismo elaboran, con un almíbar de vinagre de Jerez.

Sin embargo, el cocinero mantiene la cocina local como otro de los ejes rectores de su trabajo, algo que pone de manifiesto el tirabeque con puré de castañas, hierbas autóctonas —nébeda (nepeta cataria) y fiúncho (hinojo silvestre)— y crosne, el tubérculo conocido como alcachofa china, encurtido. O, a continuación, la tartaleta de empanada de almejas. Al llegar a la mesa hace pensar que se tratará de una tartaleta más, de las decenas que han aparecido aquí y allá en los últimos años en menús de todo tipo hasta perder cualquier interés en la mayoría de los casos, pero las cosas aquí son diferentes: la masa es la propia de una empanada gallega, la almeja babosa y su espuma, aromatizada con alga codium, explotan con todo el sabor de esta elaboración tradicional.

Pasta de calamar al vapor. Otro de esos platos en los que el cocinero juega con sabores y texturas, elaborando una pasta tradicional —harina y huevo— a la que añade un puré de los descartes de calamar y que pinta, luego, con un guiso del calamar en su tinta antes de cocerlas levemente al vapor. El resultado podría recordar a la carne del cefalópodo si se cocinase de esa manera, pero remite también a pastas asiáticas, recuerda de algún modo a un pan de gambas cocinado al vapor, pero con todo el sabor del calamar guisado al estilo tradicional. El contrapunto de limón rallado aporta frescor, pero quizás se agradecería una salsa para mojar, tal vez agridulce, quizás cítrica…

Salpicón de bogavante

Salpicón de bogavante

Jorge Guitián

El 辱ó de bogavante es magnífico, con la carne del marisco cocida al punto, firme, arropada por un sabayón de sus corales. Lo mismo ocurre con la centolla al vapor, que llega a la mesa desmigada, acompañada de una espuma de sus jugos aromatizada con salvia, una combinación poco habitual, pero que funciona estupendamente, una sutil dentelle de sus jugos y una hoja de capuchina que potencia los matices herbales llevando el plato —yodo y verde— por vías distintas a las tradicionales.

Trenza de navaja

Trenza de navaja

Jorge Guitián

Trenza de navaja. Un plato que hace pensar en la fusión de dos clásicos de la alta cocina española de los últimos años: por un lado, el nudo de navaja de Quique Dacosta, que aporta la textura, inédita, al marisco; por otro, el guiso de interiores de navaja que hace unos años servía Ángel León. Los dos se encuentran aquí: las navajas, untracongeladas para romper su fibra sin perder jugos, se trenzan, dando como resultado un bocado completamente diferente y reconocible al mismo tiempo, y se acompañan con una emulsión de sus descartes, unos puntos de crema de ajo fermentado y una uva de mar que aporta un cierto crocante, terminan de redondear este estupendo plato.

Cigala, yema, trufa

Cigala, yema, trufa

Jorge Guitián

Cigala, yema emulsionada con los jugos de sus cabezas, trufa de invierno. Tres elementos —aroma, textura, sabor— para un plato que lo juega todo, y acierta, a los puntos de cocción, a la carne del marisco, jugosa, envuelta por la melosidad del huevo y al aroma de la trufa, en un punto óptimo de maduración, que envuelve cada bocado.

Lubina curada y ahumada, jugo de pimentos asados

Lubina curada y ahumada, jugo de pimentos asados

Jorge Guitián

Lubina, ligeramente curada y ahumada con naranjo, en un jugo de pimientos asado, fantástica en su aparente sencillez. Sollo servido sobre un feijão tropeiro —un potaje brasileño de alubias con harina de mandioca que aquí se trae al imaginario local a través de la harina de maíz y el empleo de fabas cultivadas por La Despensa de Lujo a no demasiados kilómetros del restaurante— El conjunto se napa con una demiglace de los descartes del pescado, frutos secos y kombu que es pura potencia marina.

Centolla, emulsión de sus jugos con salvia y capuchina

Centolla, emulsión de sus jugos con salvia y capuchina

Jorge Guitián

El apartado salado del menú termina con un lomo de vaca madurado 45 días, marcado y servido con jugo de carne, angula de monte cocinada al vapor con ajo y zanahoria morada glaseada.

Quizás sea con los dulces con la parte de su propuesta con la que el cocinero se aleja más de los sabores locales, explorando las posibilidades del producto: caqui osmotizado en su almíbar, crema de leche aromatizada con especias, gel de jengibre y cúrcuma. Dulce, pero matizado por los aromas especiados, por la acidez casi cítrica del jengibre.

Lo mismo ocurre con la inclasificable, pero muy interesante, ciruela oxidada en Ocoo con ajo, un gel de los jugos de su cocción, toffee de nueces, perlas de queso azul Savel y crujiente de leche. El ajo está más presente en aroma que en sabor, que va más hacia lo ligeramente compotado, hacia los recuerdos de regaliz, y que explota aquí y allá con un cierto amargor del toffee, con el pungente del queso y con la textura crujiente, casi friable, de la oblea de leche que acompañan al frescor que conserva en cierta medida la fruta.

En resumen, la cocina de Gunnen es local, pero no se cierra puertas; está limitada por la escala de su cocina —espacio y equipo— pero saca partido de los recursos a los que tiene acceso ofreciendo resultados identificables, pero inéditos en muchos casos, en los que la dosis justa de elementos viajeros —justificada por la trayectoria del cocinero— se combina con un producto local incuestionable y con todo un despliegue técnico que el cocinero conoce y maneja con soltura.

Ciruela oxidada, ajo, toffee de nueces, perlas de queso Savel, crujiente de leche

Ciruela oxidada, ajo, toffee de nueces, perlas de queso Savel, crujiente de leche

Jorge Guitián

La cocina de Chechu Rey ha sido siempre personal, capaz de buscar enfoques propios. Ahora, con el aparato técnico y la experiencia que le proporciona su faceta empresarial, y con la ayuda de un jovencísimo Josué Neira en cocina y apoyado en la solvencia de Angélica Vieira, la directora del espacio, encuentra el lugar para desarrollar una propuesta diferenciada, cargada de sentido y que no mira a los lados.

A Coruña es, seguramente, la ciudad gallega en la que las novedades gastronómicas se suceden con mayor intensidad. Es también, probablemente, la localidad con más restaurantes interesantes de Galicia ahora mismo. Por eso, conseguir hacer algo distinto, que de alguna manera destaque por su personalidad en el constante ir y venir de inauguraciones, cierres, cambios de enfoque y rediseños de carta de este entorno, es algo que vale la pena destacar.

Hacerlo, además, con imaginación y originalidad, sin caer en excesos, respetando el producto y llevándolo por otras vías convierte a Gunnen en algo más que uno de los nuevos lugares coruñeses de este semestre y lo sitúa como una de las aperturas más interesantes y más refrescantes de esta temporada en el noroeste.

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...