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La organizadora profesional Melissa Keyser explica por qué deberías dejar de enrollar los calcetines al guardarlos: “Permite que las fibras se relajen sin tensión”

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Mucha gente dobla los calcetines para guardarlos, sin ser conscientes de que está dañando su vida útil

Primer plano de unos calcetines sin doblar

Primer plano de unos calcetines sin doblar

Freepik

Muchas veces, por comodidad o rapidez, adquirimos hábitos que parecen inofensivos, como guardar los calcetines enrollándolos en forma de bola. Sin embargo, este pequeño gesto, repetido día tras día, puede dañar la elasticidad de la prenda y acortar su vida útil.

Melissa Keyser es organizadora profesional y, en unas declaraciones para ha afirmado que doblar los calcetines, en lugar de enrollarlos, ayuda a mantener la integridad del tejido, ya que permite que las fibras se relajen sin tensión.

Calcetines en la cama
Calcetines en la camaGetty Images/iStockphoto

Doblar los calcetines tiene múltiples beneficios

Un gesto peligroso. Al doblar los calcetines estamos estirando en exceso la parte superior, debilitando el puño y desgastando las fibras. Es habitual que, a los pocos usos, el calcetón empiece a resbalar por la parte del talón o quede suelto por el tobillo. La culpa la tiene el método de guardarlos.

Beneficios de doblarlos. Al doblarlos también conseguimos organizar mejor el cajón y ganar bastante espacio. Gracias a ello será más fácil encontrar el par adecuado, si lo tenemos ordenados de manera visual y práctica.

Calcetines invisibles.
Calcetines invisibles.Getty Images/iStockphoto

Matices. No todos los calcetines se doblan de la misma forma. Una opción para los calcetines largos es colocarlos uno sobre el otro y enrollarlos suavemente desde la punta hasta el puño, dejando la espiral a la vista cuando los guardamos. Si lo que queremos es guardar espacio será más conveniente formar una letra “T” con los dos calcetines y doblar los extremos hacia el centro. De esta manera conseguiremos que todo quede recogido en una especie de bolsillo. Para los calcetines tobilleros, basta con doblarlos a la mitad tras poner uno encima del otro para conservar su forma.

ڱ澱ó. Este ejemplo cotidiano nos recuerda algo más profundo: la forma en que cuidamos las cosas refleja, en parte, cómo nos relacionamos con nuestro entorno y con nosotros mismos. La prisa y la costumbre muchas veces nos llevan a elegir lo más rápido, no lo más consciente. Doblar los calcetines correctamente es un acto simple, pero también una oportunidad para cultivar el cuidado, la atención al detalle y el respeto por lo que tenemos. Porque conservar no es acumular, sino valorar.

Christian Jiménez

Christian Jiménez

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Redactor especializado en redes sociales, tecnología, tendencias virales y del mundo del entretenimiento