bet365

El libertarismo nacional

La secuencia es trepidante. El 14 de julio, el día siguiente al atentado contra Donald Trump y efeméride de la toma de la Bastilla, Elon Musk anuncia a bombo y platillo su apoyo al anterior presidente. El 15, durante la convención republicana de Milwaukee, el propio Trump designa a JD Vance, el ariete de Peter Thiel en el senado, como candidato a la vicepresidencia. El 16, el inversor de riesgo y autor del Manifiesto tecno-optimista Marc Andreessen comunica en su podcast que él también respalda a los republicanos. Y el 19, Ross Doudhat publica en The New York Times el artículo “JD Vance and the Tech-Trad Alliance. How Silicon Valley and religious conservatism might converge”, que da la pauta para leer lo que está pasando. La dramaturgia, destinada a provocar, escenificando su inicio, un efecto cascada en la élite tecnológica y sus redes de intereses y círculos de devotos, y a desplazar la famosa ventana de Overton, que enmarca el grado de aceptabilidad pública y supuesta sensatez o radicalidad de las propuestas políticas, no podía ser más efectista.

Pero para profundizar en la obra que empezaba a representarse hay que remontarse al 9 de julio, que es el día en que Vivek Ramaswamy, magnate de la industria farmacéutica, valor en alza del Partido Republicano y buen amigo de Vance desde que coincidieron como estudiantes en la Universidad de Yale, pronuncia la conferencia National Libertarians and National Protectionists en la cuarta Convención Nacional Conservadora (NatCon4) celebrada en Washington.

La nueva ideología de Ramaswamy ya suena a programa de gobierno del trumpismo 2.0.

Como saben los lectores habituales de esta columna, las convenciones NatCon que la Fundación Edmund Burke ha ido organizado en los EE.UU. y Europa son un mirador privilegiado para observar la evolución de la nueva derecha ultraconservadora multinacional. En su intervención de julio, Ramaswamy, que luego ha sido elegido por Trump para dirigir con Musk el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), presentó el nacional-libertarismo o libertarismo nacional como la nueva ideología que debía orientar un giro necesario de este movimiento, que, de acuerdo con los malestares explotados por el populismo trumpista de primera hora, había tendido a promover el proteccionismo como alternativa a la globalización neoliberal.

Horizontal

El candidato a la vicepresidencia, J.D. Vance

DIA DIPASUPIL / AFP

Ir hacia un Estado Mínimo, reduciendo drásticamente regulaciones, personal y servicios de las agencias federales, y potenciar a la vez, como excepción soberana, con políticas intervencionistas y desglobalizando a la carta según la distinción entre enemigos y aliados los sectores, como el tecnológico, considerados estratégicos para la seguridad y el interés nacionales debería ser, según él, la nueva consigna. Desde la perspectiva que ofrecen los meses transcurridos y las primeras declaraciones de los dirigentes del DOGE, esta propuesta ya suena a programa de gobierno del trumpismo 2.0. surgido de la alianza entre los ultraconservadores y la crecida ala derecha de la élite de Silicon Valley.

Lee también
Etiquetas
Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...