Recital Nadine Sierra
★★★★✩
Intérpretes: N. Sierra, soprano. O. Gran Teatre del Liceu. Dir. Mus.: P. Mielgo
Lugar y fecha: Teatre del Liceu 06-IV-25
Público extasiado, ovación de pie y otra noche para el recuerdo por el recital de la soprano estadounidense Nadine Sierra. Un Liceu ávido de voces la refrendó como la diva de la temporada. Después de su inolvidable Violetta Valéry del pasado enero un unas funciones de Traviata históricas, este recital la confirma como la Diva liceísta más querida esta temporada. Las ansias líricas por Nadine todavía se podrán consumar con su próximo protagonismo en La Sonnambula esta primavera y con la Maria de West Side Story en versión de concierto en julio.
Nadine se presentó con un vestido azul brillante cual diva de la Edad de Oro de Hollywood. La Sierra, apelativo que ya se ha ganado por derecho propio en este teatro, desgranó el aria final de Susanna de Le Nozze di Figaro , con elegancia, lozanía tímbrica y ese encanto que solo tienen las elegidas. Su embellecimiento en Mozart, un toque muy USA, no sonó fuera de lugar, marcó carácter, personalidad.

Sierra ha demostrado estar en un excepcional estados de forma vocal
Su actual estado de forma vocal, excepcional, dominador por técnica y dominio del instrumento, los mostró con una Norina de refrescante expresividad, y sobre todo con el aria Regnava nel silenzio , de la Lucia di Lammermoor , papel que ya cantó aquí en 2021.
Sierra emociona por su sinceridad canora, por su timbre irisado, por una presencia escénica encantadora y empática, pero en ningún papel sobrecoge más que en Traviata . Su Sempre libera , aria del primer acto de la ópera con la que cerró la primera parte, en-mudeció al teatro. El decir, la expresión justa, las pausas, la flexibilidad de los reguladores y una voz plena en todo el registro, la hacen brillar como en ningún otro rol, es La Valéry de nuestros días.
La voz, todavía de lírico-ligera, parece que ha ganado cuerpo y centro, lo demostró con una volátil y seductora ‘Depuis le jour’, el aria inmortal de ‘Louise’, de Charpentier
Enamorada confesa de Puccini, Sierra se muere de ganas de debutar en La Bohème pues Mimí es su rol soñado, inició la segunda parte con un Vissi d’arte de asombrosa facilidad y coloración expresiva. La voz, todavía de lírico-ligera, parece que ha ganado cuerpo y centro, lo demostró con una volátil y seductora Depuis le jour , el aria inmortal de la ópera Louise de Charpentier que cinceló con un fraseo perlado, y que hace vislumbrar a una futura Thais de Massenet de referencia.
La Sierra en el repertorio lírico francés también marca diferencias. Chispeante de coloratura en el Vals de Juliette de Gounod, abrió un último tercio del recital donde su camaleónica personalidad ofreció otras caras de una voz siempre presente y aterciopelada.
Bordó la icónica romanza Me llaman la primorosa , de la zarzuela El barbero de Sevilla , de Giménez, luchó con los graves del bolero Bésame mucho con variaciones en los agudos a modo compensatorio y cerró con I feel pretty de Bernstein, musical y dominadora.
Las prestaciones de la Orquesta del Liceu, bajo la tutela de Pablo Mielgo, se acomodaron a la soprano con solvencia y con destacados solos como los del chelista Óscar Alabau. La tanda de bises transformó un recital de dos horas en tres, ovaciones mediante, salidas a saludar innumerables y un jolgorio de audiencia rendida sin desdén. Un Caro nome mágico o su medley de canciones clásicas norteamericanas, micrófono en mano y dedicado a su amiga Pretty Yende, con quien debía haber compartido recital, mostró a la Sierra que reinaría en Broadway, a charming diva .
Nadine tuvo un debut inusual en las temporadas del Liceu, como soprano solista del Requiem de Mozart en la Basílica del Monasterio de Montserrat en 2020. Seguramente esa noche La moreneta la bendijo como futura Reina del Liceu, así es y esperemos siga siendo por muchos años.