La segunda semana, que aún no ha acabado –falta el Cuitu Negru este domingo, el primer puerto de categoría especial–, está siendo la tumba de las aspiraciones de Ben O’Connor. El líder perdió gran parte de su ventaja en Ancares, donde el australiano del Decathlon vivió un auténtico calvario. Primoz Roglic, ganador de tres Vueltas a 貹ñ, puso la directa a por la cuarta. El esloveno ya atisba el maillot rojo. Lo tuvo a cinco minutos y ya está a menos de 90 segundos.
Roglic ya viene. La remontada está cerca de culminarse. El líder siente en el cogote su presencia. Como en las películas de miedo. Solo le falta la música de tensión, de la que anuncia que algo importante va a pasar. La ilusión de repetir el éxito de Giovanetti (1991) o Kuss (2023) se empieza a desvanecer porque el jefe de filas de Red Bull está desatado en sus ataques.
Mientras por delante una escapada –la quinta desde que O’Connor mantiene el liderato– se jugaba el triunfo de etapa, Movistar intentaba endurecer la carrera. Enric Mas quiso jugar a ganador pero lo acabó pagando en los últimos 2,5 km de Ancares cuando entró en crisis. Roglic se iba en solitario.