El Real Madrid ha decidido quemar todas sus naves en su guerra particular contra el sistema arbitral “completamente desacreditado”, tras laderrota contra el RCD Espanyol el sábado (1-0). El club blanco ha elevado una “reclamación formal”, en forma de carta de cuatro folios cargada de literatura de ciencia ficción, dirigida a la Real Federación Española de úٲDZ (RFEF), con copia al Consejo Superior de Deportes (CSD).
En la misiva, enviada al presidente de la RFEF, Rafael Louzán (que se había declarado madridista), el Real Madrid se refiere a la actuación arbitral del sábado como “escandalosa”.
“Los hechos ocurridos en este encuentro han sobrepasado cualquier margen de error humano o de interpretación arbitral. Lo sucedido en el RCDE Stadium representa la culminación de un sistema arbitral completamente desacreditado, en el que las decisiones en contra del Real Madrid han alcanzado un nivel de manipulación y adulteración de la competición que ya no puede ser ignorado. Las dos decisiones arbitrales más graves de este encuentro han puesto en evidencia, una vez más, el doble rasero con el que se arbitra al Real Madrid”, se despacha el comunicado que firma el secretario de la junta directiva del Real Madrid, José Luis del Valle Pérez.
A continuación, en el comunicado, el Real Madrid se dedica a diseccionar, bajo su particular prisma subjetivo de víctima agraviada, las dos decisiones arbitrales que le habrían perjudicado en el partido contra el Espanyol.
La primera, la “brutal entrada sobre Mbappé, por detrás, sobre el gemelo y sin posibilidad alguna de disputar el balón”, en el minuto 60, por Carlos Romero, que a juicio del Madrid “era merecedora de la expulsión inmediata como ha puesto de manifiesto la prensa mundial”. La acción fue sancionada por Muñiz Ruiz con tarjeta amarilla. Según el Madrid, habría sido necesaria la intervención del VAR “para corregir una decisión manifiestamente errónea, que dejó impune una agresión que en cualquier otra competición habría supuesto una sanción ejemplar”.