“He escuchado algunos comentarios por ahí sobre si íbamos a jugar relajados... Para nada. Nadie se relajará. Lo hemos hablado con los jugadores. No hemos hecho nada. En el úٲDZ nunca se está tranquilo y, primero, sabemos de la calidad del Borussia Dortmund. Y luego, también queremos mandar un mensaje a nuestros rivales de la Champions”. Esta declaración la pronunció en Dortmund el presidente Joan Laportaen el marco de un acto de la campaña Girona Excel.lent, que promociona los productos de la ciudad.

El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, durante la presentación del lanzamiento oficial de ç Mobile
Respaldado por uno de sus asesores de confianza, Enric Masip, y de gran parte de su cúpula directiva (Rafael Yuste, Elena Fort, Josep Cubells, Xavier Barbany, Antoni Escudero o Joan Soler, el presidente mandó un mensaje institucional en el que optó por la prudencia. Aun así, a Laporta no se le escapa la ilusión que el equipo de Flick, técnico que él mismo eligió y que Deco y Bojan ratificaron en Londres, ha generado en el barcelonismo. “Es evidente que tenemos un grupo muy consistente, compacto, muy fuerte y competitivo, con un entrenador que los dirige de maravilla. Todo es posible”, apuntilló el presidente azulgrana.
Es evidente que tenemos un grupo muy consistente, compacto, muy fuerte y competitivo, con un entrenador que los dirige de maravilla. Todo es posible”
Toda la cúpula deportiva y también los 3.000 culés que han viajado a Dortmund en el desplazamiento más masivo del curso, esperan vivir el pase a las semifinales de la Champions. Los datos cuentan que Hansi Flick ha ganado las siete veces en las que se ha cruzado con el Dortmund en su carrera profesional como entrenador. Y no quiere que se le escape la octava. Por su cuenta personal, pero sobre todo para que, seis años después, el Barcelona, que parte con el 4-0 de la ida, pueda disfrutar de una semifinal europea.La antesala de la deseada final.
Tenemos suerte de llegar con ventaja porque el partido será muy difícil. Quiero que mi equipo disfrute”
En un escenario imponente como es el Signal Iduna Park, conocido sobre todo por el ambiente que desprende el muro amarillo, el Barcelona contará con el apoyo de unos 3.000 aficionados. “Tenemos suerte de llegar con ventaja porque el partido será muy difícil. Quiero que mi equipo disfrute de jugar contra uno de los equipos más importantes de Europa”, apuntó el técnico, que dejó claro que no le gusta vivir en un pasado que le traslada al triplete que consiguió con el Bayern ni mirar hacia el futuro pensando que todo está ganado.

Robert Lewandowski durante la sesión de entrenamiento en el Signal Iduna Park
Pero sabe que el ç, desde que fue campeón de la Champions en Berlín en el 2015, ha vivido unos cuantos desengaños en la máxima competición.Cayó en cuartos de final en las tres temporadas siguientes (en el 2016 ante el ٱéپ, en el 2017 frente el Juventus y en el 2018 contra el Roma), especialmente duro fue encadenar aquella eliminación ante los italianos tras perder 3-0 en la vuelta (4-1 en el Camp Nou).Y más aún cuando se repitió la historia al año siguiente, ya en semifinales y ante el Liverpool: otra vez 3-0 en Barcelona; 4-0 en la vuelta. Desde aquel 7 de mayo del 2019, los blaugrana no han levantado cabeza en Europa.
Ya veremos si Olmo puede jugar o si se puede recuperar para el fin de semana
Pero todo ha cambiado esta temporada. Sobre todo en este 2025. El ç acumula 24 partidos sin perder (20 victorias y cuatro empates). Sin dar pistas del once que presentará hoy, Flick suma a su lista de posibilidades a Dani Olmo, que recibió el alta médica, aunque todo apunta a que no será titular. “Ya veremos si puede jugar o si se puede recuperar para el fin de semana. Su calidad nos ayuda muchísimo, pero a veces no podemos contar con él para que no acumule tantos minutos, pero estamos muy contentos con él”, apuntó. Tampoco estará Iñigo Martínez, apercibido de sanción. Sí lo será Gerard Martín, el sustituto del lesionado Balde.Y por supuesto Szczesny, el portero que medita su futuro mientras Ter Stegen se recupera de su lesión y pretende volver en mayo. “Todo puede pasar”, avisó Flick.
En el otro lado del tablero está un viejo amigo de Flick, Niko Kovac. El técnico del Dortmund se encomendó a la épica. “Los milagros ocurren todo el tiempo”. “Pues yo tengo mucha fe en mi equipo”, concluyó Flick antes de marcharse con la sonrisa de quien sabe que está a punto de guiar al ç a una semifinal europea seis años después.