Tranquilo y elocuente fuera de los terrenos de juego, los gritos constantes de 惭铆肠丑别濒 en el banquillo de El Sadar, pidiendo calma y recriminado errores a sus jugadores, fueron un reflejo de otro siniestro del Girona. No hizo falta ver lo sucedido en el campo, bastaba con mirar la banda para intuir el desenlace de un partido vital para los dos equipos, ambos necesitados de victorias. En la cara de preocupaci贸n del entrenador se pod铆a leer que el Osasuna se hab铆a llevado los tres puntos. El t茅cnico madrile帽o, arquitecto de un equipo blanc-i-vermell hist贸rico la temporada pasada, solo agach贸 la cabeza, ya en silencio, cuando el pitido final certific贸 la novena jornada de Liga seguida sin ganar. El fantasma del descenso del 2019 tambi茅n viaj贸 a Pamplona.
Cuatro novedades introdujo 惭铆肠丑别濒 en el once, una obligada por la baja de 煤ltima hora de Miguel, pero los gironins ofrecieron el mismo guion err谩tico de los 煤ltimos meses. La intensidad inicial, m谩s activos en la presi贸n y en los duelos, se desmoron贸 paulatinamente hasta destapar al Girona gris de toda la temporada. Los de Vicente Moreno concedieron una insulsa posesi贸n a los visitantes, una trampa que aprovecharon los rojillos para lanzar contragolpes, con un exquisito Aimar Oroz, que hicieron tambalear la fr谩gil defensa blanc-i-vermella. La selectiva presi贸n adelantada navarra acab贸 de dibujar un escenario c贸modo para el Osasuna ante un rival que tocaba sin profundidad ni p贸lvora, un partido m谩s desaparecido Abel Ruiz. El Girona parec铆a esperar su fatal desenlace.