bet365

Tensión en Augusta ante el inicio del Masters

Golf

Jon Rahm persigue su primera chaqueta verde en una edición en la que la ruptura provocada por la irrupción del circuito LIV está más presente que nunca

Golf - The Masters - Augusta National Golf Club - Augusta, Georgia, U.S. - April 5, 2023 Northern Ireland's Rory McIlroy and Ireland's Shane Lowry on the 12th tee during a practice round REUTERS/Jonathan Ernst

Rory McIlroy sigue buscando completar el Grand Slam en Augusta

JONATHAN ERNST / Reuters

Las tradiciones en el Masters son sagradas. Y una de las más icónicas es, sin duda, la cena de los campeones. Se celebra la misma semana del torneo, un par de días antes de que comience, en la inconfundible casa club del Augusta National Golf Club (ANGC). Ahí acuden todos los que poseen una chaqueta verde en su armario a escuchar las anécdotas de los más veteranos y a degustar un menú escogido por el último campeón. Tiger Woods, por ejemplo, optó por bocadillos de pollo y batidos de fresa en 1998, tras el primero de sus cinco triunfos. Este año le ha tocado escoger al texano Scottie Scheffler que, por supuesto, ha incluido un buen chuletón en el menú. Pero los manjares eran esta vez lo de menos.

A la colosal expectación que despierta siempre el Masters se le añade este año un cierto morbo, para qué engañarse, ya que se trata de la primera vez que los rebeldes del circuito LIV comparten campo con el resto de los golfistas desde la ruptura definitiva entre los saudíes y el modelo tradicional, rubricada con el fichaje del australiano Cameron Smith tras ganar el British Open en Saint Andrews el pasado verano. Pocas horas antes de la cena de los campeones, el ANGC publicaba los horarios de salida de las dos primeras jornadas, una elección hecha con mimo huyendo de cualquier polémica. Los competidores del LIV jugarán por separado –excepto Gooch y Kokrak, emparejados– y ninguno copará más televisión de la que merezca ya que no están en los grupos destacados.

Mickelson, uno de los más críticos con el PGA Tour, se mantuvo en silencio durante la cena de los campeones

Tanto los de un bando como los del otro –esto es una guerra deportiva y económica que se sigue dirimiendo en los juzgados– han intentado quitarle tensión en los días previos al torneo. “Todos estamos aquí para competir y para dar lo mejor de nosotros mismos”, zanjaba, por ejemplo, Sergio García. El castellonense fue precisamente uno de los jugadores del LIV que acudieron a la cena de los campeones, un acto del que no suele trascender gran cosa significativa más allá de alguna anécdota. Esta vez, Golfweek ha desvelado que el conflicto actual no fue tema de conversación en ningún momento, pero también que, mucho más significativo, un personaje tan elocuente como Phil Mickelson, cabeza visible de los rebeldes, se sentó en una esquina y se mantuvo en silencio toda la noche.

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...