Como aquellos chalados en sus locos cacharros. O como un experimento en un laboratorio al aire libre.
No hay término medio, no hay manera de describir el episodio que Eliud Kipchoge (34) ha escrito en el parque Prater de Viena: ha firmado 1h59m40s y ha roto así un hito. Es el primer mortal que rompe la mítica barrera de las dos horas en el maratón.