Entre los astros, brilla Tigst Assefa
Atletismo | Maratón de Londres
La etíope gana firma 2h15m50s en Londres, la mejor marca en un maratón femenino sin liebres masculinas, mientras se atascan Kiplimo y Kipchoge
Tigst Assefa cruza la meta del maratón de Londres en 2h15m50s, con el palacio de Buckingham como telón de fondo
Tan sobrado va el maratón de Londres, tanta gente quiere disputarlo, que cada año por allí pasan atletas fabulosos, los mejores de su era, y a veces se les cuela algún otro fenómeno, un Pavón que no un Zidane, y el resultado sigue siendo una fiesta sensorial.
En otros tiempos, nos asomábamos a los bulevares londinenses para presenciar cómo el duelo entre Haile Gebrselassie y Paul Tergat (2002), los mitos de su generación, se veía triturado por Khalid Kanuchi, el estadounidense-marroquí que entre ambos se colaba, a ambos superaba y al mundo dejaba ojiplático, pues encima se iba hasta 2h05m38s, récord mundial.
En vísperas de la edición de este domingo, hablábamos de Eliud Kipchoge, eterno él con sus 40 años, cada vez más mermado físicamente pero cada vez más juvenil mentalmente, el filósofo que ha hecho de la disciplina un arte y un medio de comunicación y que ahí sigue, pase lo que pase: a finales de agosto, piensa disputar el maratón de Sydney.
(Este domingo, Kipchoge ha sido sexto, en 2h05m25s).
Y también hablábamos de Jacob Kiplimo (24), pequeño y estilizado, la flecha ugandesa que hace apenas dos meses, en el medio maratón de Barcelona, se proyectaba hasta 56m42, superando en casi cincuenta segundos la plusmarca de la distancia y anunciando que tal vez ahora, en su debut en la distancia madre, iba a ser capaz de romper la barrera de las dos horas.
(Aunque eso no ha sido posible: este domingo, Kiplimo ha sido segundo, en 2h03m37s).
Y también hablábamos de Tamirat Tola (33), flaco y desgarbado, campeón olímpico en París 2024y campeón del mundo en Eugene 2022, esta vez quinto en 2h04m42s; o de Alexander Mutiso (28), campeón en Londres el año pasado, tercero en Londres
¿Y de Sabastian Sawe (29)?
La cita olímpica
En verano, en París, Sifan Hassan arrebataba a Assefa el oro al sprint; este domingo, Assefa se resarcía
Bien, los más puristas le conocen.
Quienes hurgan en las estadísticas saben que había ganado el Mundial de medio maratón del 2023 y el maratón de Valencia del año pasado, pero poco más: su estilo es ortodoxo; su voz, inaudible; su mensaje, anodino. No hay rasgos definitorios, matices que le distingan, más allá del análisis de su entrenador en Kapsabet, el italiano Claudio Berardelli, aquel que tres días atrás, decía:
“Llevo 21 años en este trabajo y no estoy seguro de haber entrenado alguna vez a un tipo como Sawe. Desde una perspectiva holística, es probablemente el mejor atleta que he entrenado para el maratón. Más que Martin Lel (triple ganador en Londres, 2005, 2007 y 2008) e incluso que los chicos actuales a los que sigo entrenando. Aún no he entendido completamente cuál es su potencial. En los entrenamientos, le he visto hacer cosas que nunca había visto antes. Parece alguien que ya ha corrido tal vez tres, cuatro, cinco maratones”.
En esencia, Sawe solo ha disputado dos maratones, no cuatro ni cinco. Y sin embargo, ha ganado ambos. El primero, en Valencia; y el segundo, este domingo (2h02m27s), cuando le decía basta a Kipchoge, el filósofo otoñal, y a Kiplimo, Mutiso y Tola, y manipulaba la carrera.
Ocurría en el km 30, que es cuando el maratón se everestiza.
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Apagadas las liebres, Sawe interpreta los apuros del resto: Kipchoge se atrapa en la cola del grupo y Kiplimo tampoco se exhibe, “por algo será”, se dice Sawe, y se lanza. Recorre varias millas a 4m10s (sobre 2m40s el kilómetro) y se queda solo, ya nadie le sigue la estela.
Superados
Ni Kiplimo, aspirante a romper las dos horas, ni el ‘filósofo’ Kipchoge han podido seguir el paso de Sawe
Y su victoria sobre los iconos le engrandece, aunque no alcanza el brillo de Tigst Assefa (28).
Assefa es aquella ligera fondista etíope que en una ocasión, hace un año y medio y en Berlín, se aupaba a unas Adidas Adios Pro Evo 1 (500 euros, 138 gramos de peso) para proyectarse hasta 2h11m53s, casi dos minutos y medio por debajo del anterior récord mundial, y que en el verano pasado, en París, nos regalaba una volata junto a Sifan Hassan, un esprint por el oro olímpico en la explanada de los Inválidos que acababa vistiéndola de plata.
De esto último, de la volata, Assefa se resarcía este domingo.
Lo ha hecho en una prueba sin liebres masculinas (en Londres, las mujeres arrancan media hora antes que los hombres), a ritmo de desgaste, duro e intenso, lo suficiente como para fundir a Hassan (tercera, en 2h19m00s) y firmar 2h15m50s, récord del mundo femenino sin ayuda de hombres, 26 segundos por debajo de la plusmarca que ondeaba Peres Jepchirchir.