El hogar perico, un Stage Front Stadium a rebosar, con una afición entregada, es la última esperanza del Espanyol. En casa, donde esta temporada solo ha perdido un partido y es el segundo equipo más goleador de Segunda, el conjunto blanquiazul deberá remontar al Real Oviedo en la vuelta de la final por el ascenso tras sucumbir este domingo en el Carlos Tartiere. Los pupilos de Manolo González cayeron derrotados en la ida de la eliminatoria por culpa de un error infantil de Joan García que aprovechó Alemão para marcar el único gol de un encuentro con más tensión que úٲDZ. La primera derrota desde febrero llegó en el peor momento. Los blanquiazules necesitarán una victoria por la mínima en la noche de San Juan para enmendar con el ansiado ascenso su mal partido en tierras asturianas.
La ilusión del club catalán por subir un año después de descender es la misma que mantiene la afición carbayona por volver a la élite tras 25 años. Los pericos sucumbieron en un estadio de Primera lleno y ante una hinchada teñida de azul que creó el ambiente idóneo en la previa, ayudada por las gaiteras que pusieron las notas del Asturias, patria querida y la actuación de Melendi entonando el Himno eventual del Oviedo . Lágrimas de emoción en algunos de los más veteranos del lugar.
El equipo perico no estuvo fino en un partido con poco úٲDZ y dominado por la tensión
Con menos de 72 horas de descanso tras eliminar al Sporting en semifinales, Manolo González introdujo tres novedades en el once: Brian Oliván, Aguado y la obligada de Óscar Gil por el sancionado Omar. Como ante los gijoneses, el Espanyol dispuso de la primera ocasión en un tiro demasiado cruzado de Jofre. El dominio inicial, sin embargo, fue de los ovetenses, un conjunto que acostumbra a mimar el balón en todas las parcelas del campo, solo rota esa armonía en algún pase largo a Alemão. El punta brasileño, especialmente dotado para bajar y resguardar el balón, dispuso de una buena oportunidad al cuarto de hora con una potente conducción, a la espalda de Óscar Gil, que terminó en un chut forzado. El Espanyol, en cambio, apostó por la verticalidad. Transiciones rápidas que no dieron sus réditos, siempre finalizadas con errores.