Florentino Pérez y Carlo Ancelotti se reunirán en los próximos días (antes del partido del domingo ante el Celta seguro) para hablar del futuro del técnico, una reunión prevista desde antes de la final de la Copa. El deseo del entrenador italiano es cumplir el año que le queda pero la idea que maneja ahora mismo el presidente del club blanco es que Ancelotti termine la Liga y venga otro entrenador que coja el equipo ya en el Mundial de clubs, que empieza a mediados de junio. El mejor colocado es el tolosarra Xabi Alonso, por lo que el Madrid debería negociar con el Bayer Leverkusen, algo a lo que los alemanes están dispuestos.
Florentino Pérez sigue siendo el ancla en el que se apoya Ancelotti para seguir, prácticamente el único sostén porque la mayoría de los asesores de Florentino Pérez insisten en que el ciclo del italiano está acabado y que prolongarlo es prolongar la agonía y retrasar la necesaria renovación que requiere toma de decisiones urgentes sobre altas y bajas en la plantilla, y eso solo lo puede hacer el nuevo entrenador.
La derrota en la Copa
En el Madrid la Copa nunca modifica la hoja de ruta
Sin embargo, y en contra de lo que pudiera parecer normal, la derrota en la final de la Copa no ha empeorado la situación del italiano. Tampoco la ha mejorado. Simplemente en el club señalan que la Copa nunca ha modificado la hoja de ruta del Real Madrid por no ser una competición decisiva, rango que solo tienen la Champions y la Liga.
Fuentes del club explicaban a este diario que el presidente no estaba disgustado con el planteamiento del equipo (como si lo estuvo y mucho en los partidos de la Champions ante el Arsenal que costaron la eliminación) y que cree que todavía se puede pelear por la Liga hasta el último partido por lo que sería una temeridad y una irresponsabilidad echar al entrenador sin aguantarle hasta ver qué pasa en el clásico de la Liga del 11 de mayo en Barcelona
Ancelotti decía ayer en su entorno que la final de la Copa le refuerza ante el presidente y sobre todo ante sus jugadores. En todo caso el italiano parece dispuesto a coger la oferta de entrenar a la selección brasileña si el Madrid le acaba echando. Diga lo que diga Ancelotti, su situación en el club es muy frágil y en el úٲDZ lo que hoy es de un color en pocas horas puede ser de otro.