El año 2024 termina con la inflación bajo control. El dato adelantado del IPC, publicado hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE), lo certifica. Es un aumento de los precios del 2,8% en diciembre, lo que supone cuatro décimas más que en noviembre, un incremento algo superior al que esperaban los economistas. Este aumento viene determinada por los precios de los carburantes y también, aunque menos, por los del ocio y la cultura,
De esta manera, a un 2022 con la inflación más que disparada, con aumentos de los precios que en algunos meses superaron el 10% interanual, le siguió un 2023 todavía con niveles del IPC muy dolorosos, hasta que finalmente, este año se ha conseguido domar los precios. De cara a futuro, 2025 arrancará con un obstáculo adicional, la recuperación íntegra del IVA de los alimentos y la electricidad en enero.
Es un 2024 que arrancó en enero con un aumento de los precios del 3,4% y que lo ha terminado en diciembre con este 2,8%. De esta manera, la media del año se queda también en el 2,8%, frente al 3,5% del 2023. Es la menor desde el 2020.Es una cifra razonable, y que muestra como tanto la inflación general como la de los alimentos se ha ido moderando. Donde más ha costado es en los servicios, con unas tensiones inflacionistas más duraderas., aunque, a falta del detalle de este mes, los datos de los últimos meses daban muestras de una estabilización.
Por lo que se refiere a la alimentación, gracias en parte a la rebaja temporal del IVA de los alimentos básicos, la cesta de la compra se da por estabilizada. Claro que una cosa es que la inflación se modere y la otra que los precios bajen, que no lo hacen, simplemente suben más lentamente. Es lo que descubrimos en cada visita al supermercado. Son los alimentos que arrancaron el año con subidas del 7% y que han ido moderándose hasta el 1,7% de noviembre, ultimo dato disponible. También es el caso del aceite de oliva, que la espiral inflacionista convirtió en producto de lujo y que ha pasado de incrementos del 60% en enero a una caída del 3% en noviembre.
Preocupa el impacto en la energía de la depreciación del euro frente al dólar
Respecto a la inflación subyacente, ha subido dos décimas hasta el 2,6%, también lejos del 3,6% con que arrancó el año. Esta tasa, que no incluye ni la energía ni los alimentos frescos, se considera un indicador más fiable de las tendencias inflacionistas de fondo.
“La última milla siempre es la más difícil”, comenta Raymond Torres, de Funcas, que reconoce que el dato de diciembre ha sido algo superior a lo esperado, aunque descarta cualquier retorno a un ciclo inflacionista. Lo que sí apunta es un elemento adicional de preocupación, la depreciación del euro. “Hay dos elementos que complican la convergencia; uno son los servicios y el segundo es el tema energético, con la depreciación del euro frente al dolar, lo que complica la desinflación de los precios energéticos”, afirma Torres. Una depreciación que empezó poco antes de la victoria de Donald Trump y que ha continuado después.
Por lo que respecta a los servicios, de septiembre a noviembre, su tasa de inflación ha sido próxima a la media histórica. Ahora, hará falta ver los resultados detallados de diciembre en dos semanas para ver si se confirma esta ralentización de los precios también en esta área.
En definitiva, 2024 cierra como un buen año en inflación, que se ha ido normalizando a pesar de los temores del impacto de la normalización del IVA, y que ha combinado la moderación de los precios con una cierta recuperación del poder adquisitivo. En los convenios firmados este año los salarios han aumentado un 3,7%, por tanto nueve décimas por encima de la inflación media, sin que se hayan detectado efectos de segunda ronda.
Desde el Ministerio de DzԴdzí destacan como a lo largo del año tanto la inflación general como la subyacente se han ido reduciendo de forma continuada, con lo que el promedio de este año queda claramente por debajo del anterior. Añaden que muestra la eficacia de las políticas económicas puestas en marcha, que permiten compatibilicar mayor recimiento y reducción de la inflación.