A veces hay que encogerse para seguir adelante. Esta estrategia ha mantenido Desigual, la compañía de moda fundada en Barcelona hace 41 años, con el proceso de transformación que inició en el 2019 y que acaba de concluir con el cierre del último ejercicio. Después de haber triunfado en la primera década del siglo y de rozar los mil millones de facturación en el 2014, la marca creada Thomas Meyer empezó a recortar ventas y a perder relevancia. Sus responsables tomaron entonces una decisión arriesgada para frenar el declive: cambiar de clientela y reestructurar en profundidad la red comercial. Ahora, sostienen, la apuesta empieza a dar sus frutos.
Acercarse a un consumidor más joven y seguidor de las tendencias de moda era el principal objetivo para volver a ganar presencia y reposicionar la marca. La edad media del nuevo cliente de Desigual se ha reducido en casi 10 años, con foco en la franja que va de los 25 a los 40 años. En cuanto a las tiendas, han pasado de 377 comercios monomarca en el 2022 a 282 en el 2024, 95 menos. La red de distribución ha reducido así un 28% su superficie. En paralelo, han transformado los establecimientos con una nueva imagen, para lo que han invertido 98 millones de euros en los últimos cinco años. “Este esfuerzo ha permitido que el 90% de las tiendas de Desigual ya cuenten con su nueva imagen”, explican en la firma. De esta manera, continúan, han ordenado y dado coherencia a sus tiendas.
La edad media de las clientas se ha reducido diez años
También han disminuido el número de países en los que tienen presencia, 95 al finalizar el 2024 frente a los 104 mercados del 2022. El número de empleados, por su parte, ha pasado de 2.500 personas a 2.000 en dos años.
Las ventas también han menguado durante este periodo de cambio. El año pasado Desigual ingresó 332 millones de euros, un 12% menos que en el 2022 –últimos datos depositados en el registro mercantil–, mientras que el resultado antes de impuesto alcanzó los 3,1 millones. La compañía no facilita las cuentas del 2023 ni el resultado neto.
En todo caso, señalan que los resultados del año pasado consolidan el avance de la compañía “hacia la rentabilidad”. Para lograrlo, se han apoyado principalmente en las ventas internacionales y el canal digital. El ecommerce representa ya el 35% de los ingresos totales de la compañía, con 116 millones en el 2024 (hace cinco años aportaba sólo el 19% de la facturación). En cuanto a la venta orgánica, ha avanzado en los mercados internacionales, especialmente en Japon (+9%) y Estados Unidos (+7%), mientras que las ventas en Europa Central, Oriente Medio y Áڰ han aumentado un 11%. Además, la compañía ha hecho una fuerte apuesta por China, donde ha abierto una tienda insignia en Shanghai.
Con la casa ya ordenada y el proceso de reordenación cerrado, la firma abre ahora una nueva etapa en la que esperan volver a crecer.