Los estadounidenses empiezan a recortar gastos ante el caos económico
Guerra arancelaria
Las expectativas económicas de los consumidores han caído al ritmo más rápido des de la recesión de la década de 1990
Dos personas de compras en Estados Unidos; los consumidores del país empiezan a controlar el gasto
Cuando el próximo martes Donald Trump pronuncie su discurso de los 100 días de presidencia, todo será un éxito irrefutable, sin parangón en la historia de Estados Unidos.
No existe la menor duda de cual será su retórica. Sucede que la realidad, y no solo las encuestas, parecen ir por otro lado, sobre todo en el terreno de la inflación, materia que convirtió en central para ganar su segundo mandato.
Su guerra comercial no consigue que China se siente a negociar pero sí que las expectativas económicas de los consumidores estadounidenses hayan caído al ritmo más rápido des de la recesión de la década de 1990.
Una indagación muy seguida y respetada sobre la mora del consumidor que realiza la Universidad de Michigan encontró que las expectativas económicas ha caído por un precipicio, con un retroceso del 32% desde enero, lo que, según los autores del trabajo, supone el mayor hundimiento en 35 años.
La venta de viviendas, a la baja
La encuesta también determina que el sentimiento de los consumidores ha retrocedido por cuarto mes consecutivo en abril, con una caída del 8% desde marzo. Por en medio está “el día de la liberación” en el que Trump anunció aranceles recíprocos para cerca de un centenar de países. Pese a que, visto el caos sembrado, con Wall Street a la deriva, el presidente decretó una pausa de 90 días en la aplicación –salvó el 145% para China, correspondido con un 125% desde Pekín–, los estadounidenses siguen desconfiando del manual de Trump.
Además de que cuatro de los más grandes minoristas del país (Walmart, Target, Home Depot y Lowe’s) le advirtieron del peligro de “las estanterías vacías” por el impacto de los gravámenes, los consumidores parecen empezar a dar muestras de cautela y de ahorrar gastos.
La venta de viviendas registró el mayor declive en marzo en más de dos años, desde noviembre del 2022. El mercado inmobiliario se contrajo un 5,9% el mes pasado, incluso antes de la incertidumbre arancelaria.
Entre otras voces de alerta, donde destaca James Dimon, director ejecutivo de JP Morgan con sus avisos de recesión, el republicano Ken Griffin, consejero delegado de Citadel (fondo de activos), remarcó que Trump está haciendo más pobres a los ciudadanos y lastimando el crecimiento de los negocios.
Esta ansiedad se traslada también a otras ventas. Pepsico o Chipotle han rebajado su previsiones y el gasto en aerolíneas ha caído un 13% la última semana.