Susanna Artó
Experta en ventas
Susanna Artó acumula 30 años de experiencia en ventas, plasmados en (disponible en Amazon), donde desmiente mitos y plantea un proceso de ventas que solo genera las objeciones que te favorecen. Ha liderado equipos comerciales y RRHH en la Banca y, desde hace 18 años, dirige Confia Consulting, formando a miles de profesionales. A pesar de las objeciones de quienes creen que su sector es único, ella demuestra que lo que importa es conectar con las emociones, miedos e ilusiones de las personas. En su newsletter manda ideas gratis cada día a los suscriptores para que aumenten los ingresos de sus negocios. Quizá no te cambien la vida, pero pueden hacértela mucho más rentable. A cambio de tu email, cada día intentará venderte algo. Y si te suscribes ahora,
¿Por qué dices que vende más el que mejor descarta clientes?
Solo puedes venderle a quien está dispuesto a comprar. El cliente ideal es aquel que puede decirte sí o no, sin mareos ni excusas. Si alguien necesita pensarlo, déjaselo a la competencia. Los procesos de venta nunca deberían durar meses. Si es así, no es un cliente cualificado. Es más rentable dedicar tiempo a las oportunidades reales que a las que se estancan en eternos seguimientos. La clave está en ser rápido en el descarte.
¿Qué entiendes por “conversación mental del cliente”?
A la gente no le interesa tanto el beneficio o la rentabilidad. Eso es solo el resultado de decisiones previas. Lo que realmente mueve a un cliente es el miedo, la incertidumbre, el deseo de evitar errores. Si logras tocar esos puntos de dolor en la mente del cliente, conectarás con él. La venta no es racional, es emocional.
¿Vendedor se nace o se hace?
Muy pocos nacen siendo vendedores. La mayoría aprendemos con el tiempo. Incluso los más “naturales” deben pulir sus técnicas. La clave es saber escuchar y tener la intención genuina de ayudar. Si no hay esto, ninguna técnica de ventas funcionará.
¿Qué caracteriza a un buen vendedor?
Un buen vendedor tiene control de sus emociones y no se engancha cuando ayuda al cliente. Usa la estrategia de “cliente perdido”, asumiendo que la persona no te va a comprar y así elimina toda presión por vender y no transmite “necesidad” algo letal en ventas. Un buen vendedor no habla, escucha. Su misión es obtener información, y para eso hace preguntas sencillas: “¿Qué deseas?”, “¿Por qué lo quieres?” La venta no es hablar de uno mismo, es preguntar y escuchar. Además, un buen vendedor no se engancha al resultado, sabe que este llega cuando ayuda al cliente. No se trata de convencer, sino de comprender.

“Lidera la conversación con preguntas, no con afirmaciones”
¿Qué mandamientos deberíamos seguir para vender mejor?
- Descartar a los que no son cualificados.
- Escuchar activamente, saber aguantar elsilencio para que hable el cliente y hablar claro,sin tecnicismos.
- Vender el destino, no el producto. El producto es solo el vehículo para alcanzar lo que el cliente desea.
- Decir siempre la verdad. No engañar nunca, porque vender es ayudar.
Lidera la conversación con preguntas, no con afirmaciones"
¿Cómo se atrae al cliente sin perseguirlo?
Lidera la conversación con preguntas, no con discursos niafirmaciones. Luego con sus respuestas detectas sus puntos de dolor y necesidades, y si realmente puedes solucionarlos, ahora sí le puedes hablar de características y beneficios de tu producto que encajan perfectamente con él. Las que son como un traje amedida. En ese momento es cuando se relaja tu cliente porque siente que le has entendido perfectamente y le ofreces justo lo que necesita.
¿Cuál es el error más común en las conversaciones de ventas?
Rebatir objeciones. Es un error fatal. En lugar de responder, haz más preguntas. Cada objeción debe llevarte a indagar más profundamente en lo que realmente preocupa al cliente. Hay que eliminar del proceso todo lo que no aporte valor real. No compramos productos ni servicios ni siquiera soluciones, compramos seguridad, no meter la pata, mantener el trabajo, la empresa, tranquilidad, hinchar el ego, aparentar… La preguntaque has de hacerte aquí es ¿qué vendes? Igual que Coca-Cola vende felicidad y no un refresco azucarado.
¿Qué preguntas son las más importantes?
Las que ayudan a descubrir el dolor del cliente, sus miedos y deseos ocultos. Preguntas como:
— “¿Qué te ocurre?” no es buena pregunta, mejor “cuéntame” (o si intuyes lo que le pasa, “¿te ocurre esto?”)
— “¿Por qué te pasa eso?”
— “¿Cuál es la consecuencia de que te ocurra eso?”
Estas preguntas revelan la verdadera conversación mental del cliente.
¿Cuál es el impacto de hacer buenas preguntas en el cierre de la venta?
Cuando haces preguntas poderosas y el cliente las va respondiendo, él mismo está articulando tu discurso de ventas. Pero como lo dice él, es totalmente creíble. Por eso el discurso de ventas lo tiene que verbalizar el cliente, nunca el vendedor. La venta se cierra de manera natural cuando hacemos un resumen de todos los beneficios expresados con sus propias palabras.
Si no sabe que lo necesita, no es tu cliente. Es un trabajo de marketing educarlo”
¿Cómo abordas a un cliente que aún no sabe que necesita tu producto?
Si no sabe que lo necesita, no es tu cliente. Es un trabajo de marketing “educarlo”. Sin embargo, puedes generar curiosidad, para captar su atención, para que responda y continúe la conversación. Luego generar interés tocando posibles puntos de dolor y hablarle de una manera de solucionarlos sin decirle toda la solución (“el qué” pero sin “el cómo”), para generar deseo de saber más. Y entonces cerraría finalmente con una llamada a la acción que sería buscar una reunión.
¿Cuál es el núcleo de tu método de ventas?
Es sencillo: cualificar, preguntar, escuchar y cerrar. Descartar rápidamente a los clientes no cualificados y centrarte en aquellos con los que realmente hay un “match”. La clave está en preguntar. Escuchar más que hablar. Así el cliente no siente que estás vendiéndole sino que te interesas por él. No dejes el cierre en manos del cliente, a que él decida. Cerrar es el siguiente paso. La gente necesita que alguien les diga constantemente qué deben hacer.

El libro de oro de las objeciones de Susanna Artós
¿Qué diferencia a un vendedor que interroga de uno que conecta?
El vendedor que solo interroga no conecta porque no busca ayudar, solo buscará respuestas que espera encontrar. El que conecta, pregunta con la intención genuina de ayudar y si descubre que no puede hacerlo, abandonar la oportunidad.
¿Qué desafío enfrentan hoy los equipos de ventas?
La cualificación de de clientes para descartar a quienes no nos van a comprar. Y no cualificamos y nos quedamos con cualquiera porque pensamos que hay pocos clientes pero la realidad es que el mercado está lleno de gente que sí está dispuesta a comprar. También falta claridad en cómo diferenciarse de la competencia y en cómo transmitir valor de manera efectiva. Los vendedores tienen mucho miedo a la captación de nuevos clientes, tanto con la visita comercial como en las llamadas en frío. Solo se centran en lo cómodo, en mantener clientes y se esconden en eternos seguimientos enviando correos, que no consiguen respuesta, para justificar su trabajo.
¿Cómo deberían los comerciales adaptarse a las nuevas expectativas de los clientes?
Hoy, los clientes ya tienen la información. Lo que necesitan es es claridad, alguien que les lleve de la mano con autoridad, despejando su camino. La prestación del servicio o del producto no comienza en el momento en que te compran, sino desde el momento que contactan contigo.
¿Qué consejo le darías a quien cree que vender es solo hablar bien de su producto?
No hay nada más persuasivo, que te imprima mayor autoridad, que hablar de los fallos, de lo negativo de tu producto o servicio.Al contrario de lo que casi todos piensan. Es el cliente el que verbaliza todo lo que desea conseguir, gracias a tus preguntas. Debes conseguir que sea él quien hable de cómo sería su vida si soluciona su dolor o necesidad. Y esos son justamente los beneficios de lo que vendes. (Y si no lo son no hay match y no le puedes ayudar). Y es el vendedor el que habla de lo malo, de los defectos, no espera a que los descubra el cliente. La gente espera que el vendedor hable bien del producto, claro qué va a decir, pero si habla de todo lo negativo al principio, genera mayor confianza. Piensas que todo lo que diga a partir de ahora será cierto. ¿Quién hace esto? Casi nadie.
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