Cuando alguien tiene como amigos y prologuistas a Iñaki Gabilondo, Antonio Resines, Joan Manuel Serrat, Miguel Ríos, Danilo Vaona y Joaquín Sabina, para empezar supones que no se trata de cualquiera y además, presupones que merece la pena conocerlo. El próximo 18 de marzo se estrena en el Festival de Málaga la película documental Solo pienso en ti, dirigida por Hugo de la Riva, que cuenta la historia que dio origen a la conmovedora canción.
Los amigos de Víctor Manuel (Mieres, Asturias, 1947) hablan de cómo es el artista asturiano a través de anécdotas de primera mano, una de las cuáles señala el germen de Solo pienso en ti. “Víctor muchas veces ve canciones donde nosotros solo vemos noticias”, apunta Miguel Ríos. En esta entrevista lo confirma y detalla el mismo Víctor Manuel.
Víctor muchas veces ve canciones donde nosotros solo vemos noticias

El documental se proyectará en el Festival de Málaga el próximo 18 de marzo.
“Conocí a Antonio y Mariluz gracias al diario óDz. Iba a cantar en Aguilar de la Frontera y leí el reportaje que le hacían a Juan Pérez Marín, director de, en Cabra, y a su hermano, que era sacerdote. Una labor inmensa la de ambos. Me impresionó todo: ¿Los discapacitados son capaces de enamorarse? Para mí era una novedad, supongo que para tanta gente a finales de los 70. No solo se enamoraban sino que trabajaban allí, financiaban en parte sus vidas… Al acabar el trabajo, Mariluz y Antonio se tomaban de la mano y paseaban por el jardín. Y esa es la imagen de la que nace la canción: juntos de la mano se les ve por el jardín. No sé si pueden coincidir trozos de lo que yo cuento con sus vidas, pero tras esa imagen, lo demás es ficción”.El documental va desgranando la biografía de Víctor Manuel en paralelo a la obra de don Juan –así lo recordarán siempre sus próximos– al frente de la fundación PROMI.
Que los discapacitados fuesen capaces de enamorarse para mí fue una novedad, supongo que para tanta gente a finales de los 70

Víctor Manuel se siente orgulloso del efecto social que causó su canción.
La canción que cambió la ley
Causó el mismo efecto que pasar un paño limpio por unas gafas sucias: miles de personas cambiaron su visión sobre la realidad de los discapacitados
Solo pienso en ti (1978) causó el mismo efecto que pasar un paño limpio por unas gafas sucias: miles de personas cambiaron su visión sobre la realidad de los discapacitados. Arrojó luz y contribuyó a incluirlos en la sociedad. Tras ella llegaron avances tan significativos como abandonar el término ‘deficiente’ y reemplazarlo por ‘persona con discapacidad’ (la persona siempre debe estar por encima de su circunstancia), el ingreso en la Seguridad Social, incorporación al mercado laboral, lograr autonomía financiera o poder contraer libremente matrimonio. Antonio y Mariluz se casaron gracias a una canción que cambió la ley.
Todos coinciden en su enorme modestia
En el documental intervienen algunos de sus mejores amigos, como Joan Manuel Serrat, Iñaki Gabilondo, Antonio Resines, Miguel Ríos, Danilo Vaona y Joaquín Sabina

Joan Manuel Serrat

Antonio Resines.

Miguel Ríos.
“Lo más importante es que sensibilizó a gran parte de la sociedad. Tengo amigos que recuerdan a una hermana o un hermano encerrado en casa sin salir, que si venía una visita el niño que se quedase en su habitación… Historias tremendas. Los familiares empezaron a asociarse para tratar de normalizar la vida de sus hijos y digamos que la canción estaba ahí en medio. Lo que más satisfacción me produce es que servía para lo mismo hace 46 años que sirve ahora. Siempre que alguien por la calle me da las gracias, yo sé por qué me las da. Es por Solo pienso en ti”.
Lo que más satisfacción me produce es que servía para lo mismo hace 46 años que sirve ahora

Antonio y Mariluz volvieron a casarse recientemente.
El primer ídolo de Víctor Manuel fue Joselito. Le pedía a su madre que le comprase camisetas marineras como él llevaba en el cine. Más adelante descubrió a los cantantes italianos y franceses a través del programa پdzí y dio en pensar que no era imprescindible saber cantar bien para salir en la radio. “Me interesaron las voces de Charles Aznavour o Gilbert Becaud, que objetivamente no eran tan académicas como José Guardiola. Y otros no tan populares, como Leny Escudero, que fue el primero que más me influyó; y era un hombre que cantaba apesadumbrado. Joder, pero qué tío tan triste. En fin, descubrí que no necesitaba cantar académicamente bien, sino transmitir cosas, tratar de que se te erizase la piel”.
Descubrí que no necesitaba cantar académicamente bien sino transmitir cosas, tratar de que se te erizase la piel

La ambición al principio era ir a Madrid, hacer algo de dinero y volver al pueblo para poner un pequeño negocio. Pero le fue mejor que todo eso. Y chocó con el régimen.
Así conoció a Ana Belén
Y así le castigó el franquismo
“Ya había tenido problemas con el segundo disco y con el tercero. Y conocí a aquella chica. Me gustó tanto… La vi en teatro y me deslumbró, me pareció acojonante y me dije ‘yo quiero ser como ella, quiero hacer lo que hace ella’, fíjate que temeridad. Entonces se me ocurrió escribir una comedia musical, Ravos. De esa función quedaron cuatro hojas cuando pasó por censura, así que no era posible hacerla aquí. Como yo ya empezaba a ser conocido en México, decidimos representarla allí. Y… bien, no solo fue un desastre económicamente sino que tuvimos una denuncia en España, anónima, por supuesto, que decía que pisábamos la bandera española en el escenario, cosa que era falsa. Eso nos obligó a quedarnos en México seis meses. Cuando regresamos nos interrogó por separado el comisario Yagüe en la Dirección General de Seguridad. Cerraron el caso pero toda la mierda que nos habían echado encima, se quedó ahí. Te echaban mierda de una manera desconsiderada por tierra, mar y aire y no te podías defender por ningún sitio.
Viví una travesía al desierto muy larga de militancia política, de muchos problemas, multas, como todos los que de vez en transgredíamos la ley imperante. Tuve como un clic cuando nació mi hijo, en 1976. Empezó a crecer y yo quería estar con él fui poniendo esa capa por encima de la militancia, de las reuniones, de todo lo demás. Pensé también que debería reengancharme a mi profesión mía porque no vendía un puto disco, las actuaciones eran de trinchera, todo muy precario. Intenté convencer a Polygram que iba a cambiar pero no me creyeron, ya no vendía discos hacía tiempo… Entonces me fui a CBS y Tomás Muñoz, un alto cargo de la discográfica me escuchó y dijo al otro cargo a su lado algo que recordaré siempre: ‘Hombre si este chico ha escrito El abuelo Vítor, Quiero abrazarte tanto (y unos cuantos títulos más) no se le habrá olvidado, ¿no?’. Me contrataron en CBS y les entregué a cambio el discoSoy un corazón tendido al sol, del año 78, y donde estaba Solo pienso en ti”.

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En mi casa nunca se hablaba de política. Hubo fusilamientos y eso no se tocaba. Yo lo fui descubriendo a base de golpes en carne propia
En 1967 Víctor ve que el sueño comienza a fraguar. Gana dos festivales. El plan era hacer un dinero y volver a Mieres pero su éxito crece. La canción El cobarde, sobre un chico que tiene miedo de ir a la guerra, le trae problemas con el régimen. Le acusan de antimilitarista. Luego publicaLa planta 14, sobre una tragedia minera, y se la prohíben porque se niega a cambiar la frase “reniegan de Dios”. Por entonces Víctor no estaba politizado: “No tenía idea de política porque en mi casa nunca se hablaba de eso. Había habido tragedia familiar, fusilamientos, y eso no se tocaba. Yo lo fui descubriendo a base de golpes en carne propia”. El régimen lo tenía enfilado y el bulo de que pisó una bandera española dando un concierto en México, le obligó a permanecer fuera de España seis meses. Al regreso, cinco años de ostracismo. Hasta que llegó Solo pienso en ti.