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“Me estoy despidiendo de Nina”

Nuevo libro sobre la menopausia

La artista habla de su experiencia vital en la madurez y cómo afrontarla

"Me estoy despidiendo de Nina"

LV

Quince años después de entrar de golpe en la menopausia cuando tenía apenas 44 años tras una cirugía, Nina ha decidido compartir su experiencia en un terreno que todavía muchas mujeres transitan en silencio de puertas para adentro. Con un título tan inequívoco como Menopausia (Destino y Columna), la artista acaba de publicar un libro que incluye en la portada un subtítulo esperanzador: Los mejores años de tu vida . “La menopausia no es una maldición, sino una bendición porque es una señal de alerta para que te cuides cada día si no lo estabas haciendo”, afirma en conversación con bet365 .

Nina

“Llegué de forma precoz y abrupta al final del viaje biológico”, rememora. “Un buen día, después de la intervención, me miré al espejo y dije: ‘Perdona, ¿tú quién eres?’. No acabas de reconocerte”. En su caso, lo peor llegó con la alteración que sufrió su voz. “Fue duro porque me afectaba mi principal herramienta de trabajo. Esos cambios en la agilidad de mi voz se debían a la falta de elasticidad, a la sequedad de la menopausia”. La famosa directora de la academia de Operación Triunfo asegura que, a pesar de ello, sigue cantando, pero “cuidándome mucho, dosificándome mucho y yendo con muchísimo cuidado porque la voz no está como antes porque el cuerpo tampoco lo está”.

Precisamente, el envejecimiento que viaja en paralelo con la menopausia es uno de los motivos que provocan que haya mujeres que conviertan este proceso en un tabú. “Vivimos esclavizadas a un modelo de juventud que parece que tenga que ser eterna, nuestra sociedad ha cambiado. Antes venerábamos a los ancianos y ahora los arrinconamos y nos arrimamos a la belleza”, reflexiona. “Mi madre de 87 años y mi tía de 90 lo vivieron con normalidad y aceptación”, compara. A pesar del edadismo que también afecta al mundo de la escena, como han denunciado Demi Moore o Emma Vilarasau, Nina no se ha sentido apartada de la interpretación, aunque sí reconoce que “notas que eres más invisible y, evidentemente, no puedes aspirar a representar según qué papeles”.

Nina con su pareja, su madre y su tía

REDACCIÓN / Terceros

En el pasado Festival de Málaga participó en la presentación de su último trabajo, la serie musical de los Javis Mariliendre , que se estrenará el 27 de abril. “Interpreto a una mujer de unos 60 años, que es lo que me toca hacer ahora, de madre con hijas de 25 o 30”, reconoce antes de insistir en “el hecho objetivo de que vas desapareciendo más del panorama, aunque también te digo, de forma voluntaria”.

Y es que Nina no es de las que piensan morirse con las botas puestas. “No me veo con 70 u 80 años en un escenario y no creo que siga subiéndome si no siento que mi cuerpo y mi voz están al cien por cien”, revela. En este sentido, no descarta que su último musical, Los puentes de Madison , sea el que marque el final de su carrera en este género.

Nina en la nueva serie 'Mariliendre'

REDACCIÓN / Terceros

El mundo del espectáculo, no obstante, es solo una de las múltiples facetas de Nina, que sigue formando a cantantes en su propia academia, tiene una escuela de pilates y se dedica a la logopedia. Teniendo en cuenta todo su bagaje profesional, su principal receta para afrontar el envejecimiento pasa por la práctica del ejercicio físico. “Nos resuelve prácticamente todas las alteraciones que provoca la bajada de estrógenos y es una forma indirecta de trabajar las funciones cognitivas”, asegura. La alimentación es otra clave del éxito, por eso siempre ha viajado con dos maletas. Una para la ropa y otra para la esterilla y sus útiles de cocina, con los que se preparaba la comida en los camerinos. “Es inviable estar en época de perimenopausia o menopausia y no alimentarse bien”, advierte.

Nina en la promoción de su libro 'Menopausa'

Xavier Cervera / Propias

Nina cada vez está menos dispuesta a cargar con este doble equipaje. “Mis planes de futuro no pasan por estar en el escenario”, persevera. Ahora mismo, prefiere “ir en bici, nadar, caminar, leer, tener tiempo para mí”. Tiempo para esa Anna Maria, el nombre con el que nació hace 58 años. “Todos tenemos nuestro momento en la vida y hay que dejar paso. Decidí que no me iba a aferrar a la imagen de quien fui, a un personaje público que cada vez quiere ser menos público”. “Me estoy despidiendo de Nina, estoy pasando este duelo”, concluye.