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Adolf Hitler fue nombrado canciller de Alemania el 30 de enero de 1933. Sin perder tiempo los dirigentes nazis desarrollaron una actividad fren茅tica para consolidar su poder. El 4 de febrero, un decreto para la protecci贸n del pueblo alem谩n restringi贸 los derechos de la prensa y autoriz贸 a la polic铆a a prohibir reuniones y manifestaciones. Despu茅s, presionaron al presidente Hindenburg para que convocara elecciones anticipadas el 5 de marzo. En plena campa帽a electoral, llena de irregularidades y coacciones, la sede del parlamento alem谩n fue destruida por las llamas. Era la noche del 27 de febrero.

Hitler, Goering y Goebbels no esperaron a las primeras pesquisas. La misma noche, delante del calcinado Reichstag, . Un d铆a m谩s tarde, consiguieron que Hindenburg rubricara , que suspend铆a los derechos de reuni贸n, la libertad de expresi贸n y de prensa, y otras garant铆as constitucionales. El r茅gimen totalitario nazi estaba en marcha. La democracia de la Rep煤blica de Weimar no hab铆a sobrevivido ni un mes desde el nombramiento de Hitler como canciller.

Con el Reichstag en llamas, en el interior del edificio. Iba medio desnudo. Se hab铆a quitado la camisa y la chaqueta听 -se supuso que las utiliz贸 para alimentar el fuego-.听 Seg煤n la fiscal铆a, Van der Lubbe entr贸 en el Reichstag听 tras romper una ventana de la planta baja, alrededor de las 21 horas. Varios testigos oyeron ruido de cristales rotos y dijeron haber visto, minutos m谩s tarde, varias llamaradas en diferentes lugares. Alguno de ellos, declar贸 haber visto a m谩s de una persona en el edificio. Van der Lubbe fue detenido aproximadamente a las 21:25 o un poco antes. En ese momento, las dependencias principales del Reichstag estaban en llamas. Los expertos forenses de la fiscal铆a determinaron que el debi贸 ser entre once y catorce minutos.

El proceso judicial

El juez Paul Vogt, designado por la jerarqu铆a nazi, fue el responsable de investigar, . Desde marzo a agosto de 1933, recopil贸 treinta y dos vol煤menes de transcripciones y documentos. Los acusados fueron Marinus van der Lubbe, Ernst Torgler, l铆der del grupo parlamentario comunista en el Reichstag, detenido cuando iba voluntariamente a la comisar铆a tras escuchar su nombre en la radio como implicado, y , Georgi Dimitrov, Simon Popov y Vassili Tanev, detenidos el 9 de marzo.

El 21 de septiembre de 1933, empez贸 el juicio penal en Leipzig. En una primera fase, el tribunal escuch贸 el . M谩s tarde, el 10 de octubre el juicio se traslad贸 a Berl铆n para reconstruir los hechos en el mismo Reichstag. La tercera fase, de nuevo en Leipzig, fue abiertamente un juicio pol铆tico, donde sobresalieron las disputas entre los funcionarios nazis y los acusados comunistas, particularmente el b煤lgaro Dimitrov, que culp贸 abiertamente a los nazis de haber causado el incendio.

En los tribunales alemanes los acusados pod铆an desempe帽ar un papel activo: defenderse, interrogar y enfrentarse con los declarantes. El juez , presidente del tribunal, condujo el proceso bajo las directrices de la instrucci贸n,听 pero fue flexible听 en los interrogatorios. Cuando testific贸, Dimitrov insisti贸 en hacer una declaraci贸n de su inocencia. Expuso en su defensa que no hab铆a estado en Berl铆n en aquella fecha, no conoc铆a a Torgler ni a Van der Lubbe, y defendi贸 enf谩ticamente que se encontraba en Alemania, en nombre del Partido Comunista b煤lgaro. Tambi茅n acus贸 al juez de instrucci贸n Vogt de haberlo mantenido encadenado, al igual que al resto de acusados, durante cinco meses, en contra de la ley alemana.

El momento estelar del juicio fue . Goering habl贸 durante tres horas, con el apoyo ruidoso de la audiencia, pero el b煤lgaro no se intimid贸, tild贸 las palabras de Goering de propaganda nacionalsocialista y defendi贸 el derecho de los comunistas a pasar a la clandestinidad y a luchar contra el gobierno nazi. Goering, lleno de ira, le amenaz贸, lo que no dejaba de ser una temeridad para la imparcialidad del juicio. tambi茅n cuestion贸 a los jerarcas nazis, defendiendo que los comunistas alemanes hab铆an adoptado la huelga y la participaci贸n pol铆tica como medio para alcanzar el poder y hab铆an rechazado la violencia.

Paralelamente al juicio de Leipzig, en septiembre de 1933, se celebraron en Londres una serie de sesiones de . La comisi贸n fue presidida por el abogado y pol铆tico laborista D.N. Pritt, e inclu铆a personalidades relevantes de la pol铆tica y jurisprudencia como el exprimer ministro italiano Francesco Nitti,听 el senador sueco Georg Branting y los abogados Arthur Garfield Hays, estadounidense, y . Los obtuvieron la atenci贸n favorable de la prensa mundial. E incluso llegaron a rebatirse durante el juicio de Leipzig. Conclu铆an que Van der Lubbe no era comunista, que no pudo actuar s贸lo, y

El abatimiento de Marinus van der Lubbe

La actitud de Van der Lubbe contrast贸 notoriamente con la de Dimitrov. El joven izquierdista holand茅s de 24 a帽os 鈥揷uya militancia en el comunismo o en el anarquismo nunca ha sido dilucidada- era un hombre de gran fortaleza pero apocado, poco sociable, siempre cabizbajo. Durante todo el juicio, derrumbado en su silla,听 se mostr贸 evasivo, distra铆do o somnoliento. Contest贸 a la mayor铆a de o con . sin cuestionar las conclusiones ni quejarse del trato vejatorio que hab铆a sufrido mientras estaba encarcelado. En ocasiones, no recordaba lo que hab铆a hecho o dicho. La prensa y algunos observadores llegaron a preguntarse s.

, 鈥搇os alemanes hab铆an impedido q- no pudo jugar un gran papel. Su cliente hab铆a sido detenido en el interior del Reichstag y hab铆a confesado bajo interrogatorio. Si fue el verdadero autor o inducido por otros, todav铆a es un misterio sin aclarar. Pero los esfuerzos del fiscal por relacionarle con el Partido Comunista fueron infructuosos y las pruebas de su militancia, d茅biles o manipuladas.

Al final del juicio, el tribunal emiti贸 un dictamen extenso en el que y condenado a muerte. al no encontrarse ninguna evidencia cre铆ble. De hecho, fueron elegidos en base a su pertenencia al Partido Comunista, y no sobre pruebas veros铆miles. Los nazis asumieron el reto de realizar un proceso al comunismo, confiados en que y legales contra todos los que supusieran una amenaza para el orden del pa铆s.

.听 Los otros acusados fueron puestos en libertad semanas m谩s tarde. . Georgi Dimitrov se convertir铆a en un relevante l铆der comunista, secretario general de la III Internacional desde 1934 a 1943 y primer ministro de Bulgaria entre 1946 y 1949.

Las tesis de la autor铆a

El veredicto del juicio fue aceptado y con significativas simpat铆as. Tras la II Guerra Mundial, en el incendio del Reichstag pese al testimonio de , exagente de la Gestapo y miembro de la inteligencia alemana durante la Segunda Guerra Mundial, que denunci贸 como autores a un comando de diez miembros de las . La acci贸n habr铆a sido dirigida por Gewehr Heini, bajo las 贸rdenes directas de Karl Ernst,听 comandante de las SA en Berl铆n. Seg煤n 茅l, entraron en el Reichstag por los t煤neles subterr谩neos que conducen desde la residencia de la presidencia del Reichstag.听 Van der Lubbe, un incauto, habr铆a estado bajo control de las SA durante varios d铆as y conducido por ellos al Reichstag.

La tesis de Gisevius fue confirmada por el general Franz Halder, jefe del Estado Mayor听 alem谩n desde 1938 hasta 1942, que hab铆a estado presente en una cena con Hitler en 1942, en la que Goering abiertamente se jact贸 de ser el responsable del incendio del Reichstag.

En 1960, en pleno apogeo de la guerra fr铆a, apareci贸 una nueva tesis sobre el incendio, que adem谩s , capaz de absolver a cuatro de los cinco acusados contra los deseos del mismo Hitler. de Fritz Tobias que intent贸 refutar las conclusiones de la comisi贸n de Londres, alegando que van der Lubbe actu贸 solo, que los nazis eran inocentes, y que los acusados hab铆an听 recibido un juicio justo. Al considerar a Van der Lubbe como autor 煤nico, Tobias desestim贸 la evidencia forense de la existencia de varios focos de fuego como origen del incendio. La mayor parte de su esfuerzo estuvo dirigido y que fue una pieza gigante de propaganda dirigida por el comunista alem谩n Willi Muenzenberg.

Despu茅s de la unificaci贸n alemana, varios historiadores germanos que pudieron acceder a archivos de Alemania del Este volvieron a corroborar la teor铆a de la autor铆a nazi. Seg煤n ellos, los an谩lisis evidenciaron que el lapso de once a catorce minutos que Van der Lubbe tuvo disponibles, seg煤n los testimonios en el juicio, era insuficiente para haber sido el 煤nico autor de los m煤ltiples focos del incendio. La documentaci贸n ratificaba el hecho de que Gisevius era, como 茅l afirmaba, observador de la Gestapo en el juicio de Leipzig. Y ratificaban la autor铆a del comando de la SA mandado por Gewehr, con la supervisi贸n de Ernst. La mayor铆a de los diez miembros del comando que participaron en el incendio fueron asesinados por las SS en la noche de los cuchillos largos, en junio de 1934.

Posteriormente, el 10 enero de 2008, el , en virtud de una ley aprobada en 1998, que permit铆a la rehabilitaci贸n de algunos condenados por la justicia nazi entre 1933 y 1945. El tribunal justific贸 la anulaci贸n de la sentencia por 鈥渓as conclusiones injustas espec铆ficamente nacionalsocialistas鈥� en que se hab铆a basado el fallo de diciembre de 1933.

A los setenta y cuatro a帽os exactos de su decapitaci贸n, tres d铆as antes de cumplir 25 a帽os, en un patio de la prisi贸n de Leipzig, Marinus van der Lubbe era por fin absuelto.