Los protagonistas de esta edici贸n de la newsletter de Historia y Vida son cuatro nombres que, a mayor o menor escala, cambiaron el curso de la historia. Algunos de ellos sin pretenderlo.
Una imagen cl谩sica de la hiperinflaci贸n en tiempos de Weimar听
El d茅bil. Un aspecto que a menudo no se tiene en cuenta al explicar听el ascenso nazi es la debilidad de la derecha de los 煤ltimos tiempos de Weimar. Uno de los nombres propios de esa tibieza es Franz von Papen, el l铆der conservador que fue canciller en unos meses clave. Von Papen quiso controlar al nazismo para desactivar a la izquierda pero se equivoc贸 y allan贸 el camino a Hitler que, es cierto, termin贸 con la oposici贸n izquierdista, pero tambi茅n con la de la derecha.
John F. Kennedy, junto a su esposa Jacqueline, poco antes del atentado听
El magnicida. Durante d茅cadas ciertas lagunas en la investigaci贸n y la importancia hist贸rica del atentado han convertido el asesinato de John F. Kennedy en la madre de todas las conspiraciones. Sin embargo, los miles de documentos desclasificados en los 煤ltimos a帽os, algunos de ellos este mismo mes, no contienen ning煤n indicio que exculpe a Lee Harvey Oswald. 脡l solo, en seis segundos, cambi贸 la historia de Estados Unidos.
Dreyfus, preso en la Guayana francesa en 1898听
El falso traidor. Alfred Dreyfus ha pasado a la historia europea como s铆mbolo de la injusticia y del antisemitismo. El capit谩n franc茅s fue juzgado y encarcelado en 1894 bajo la falsa acusaci贸n de espiar para los alemanes y no fue rehabilitado hasta 1906, en un caso que conmocion贸 al continente. Su nieto, Charles Dreyfus, de 98 a帽os, preserva la memoria de su abuelo.
Monumento en recuerdo del rey听Kamehameha听
El unificador. Kamehameha I es aqu铆 un desconocido, pero en Haw谩i se le considera una personalidad muy importante, pues fue quien unific贸 las 137 islas e islotes volc谩nicos de este archipi茅lago del Pac铆fico, hasta entonces dividido en varios clanes enfrentados, entre finales del siglo XVIII e inicios del XIX. El acceso a armas de fuego fue decisivo.
M谩s all谩
Una imagen de la 煤ltima versi贸n de Blancanieves听
Historia de Blancanieves. Este de The Conversation propone un viaje a c贸mo ha sido representada en cada momento Blancanieves, desde la versi贸n recopilada por los hermanos Grimm 鈥揹e hecho fueron dos, una m谩s cruda y otra m谩s dulcificada- hasta la pel铆cula estrenada estos d铆as, que . La lectura que cada generaci贸n ha dado a este personaje muestra que la historia de Blancanieves va mucho m谩s all谩 de los cuentos y explica las sociedades a quien ha ido dirigida en cada momento.
Los rostros de la guerra. El canal de Youtube Chronos-Media recupera restauradas de prisioneros de guerra alemanes durante los 煤ltimos momentos de la segunda guerra mundial. Sus rostros muestran la cruda realidad de la guerra y algunas de las secuencias reflejan el distinto trato a soldados y a oficiales.
D茅j脿 vu
Estafas eternas. Las falsas ofertas de trabajo se han disparado en los 煤ltimos meses, sobre todo a trav茅s de Telegram y Whatsapp. Se trata de propuestas听de empleo econ贸micamente muy interesantes pero que conllevan invertir en formaci贸n o comprar un costoso equipo inform谩tico. Son promesas que una vez hecho el desembolso jam谩s se cumplen, claro. Tambi茅n se han incrementado de forma muy importante en lo que llevamos de a帽o las llamadas fraudulentas de presuntos comerciales de compa帽铆as el茅ctricas que tratan de obtener a trav茅s de enga帽os los datos financieros del interlocutor para estafarlo despu茅s.
Estas campa帽as son tan masivas y aparentemente se mueven con tal impunidad que existe la impresi贸n que en la actualidad hay m谩s estafas que nunca. Pero lo cierto no es que haya m谩s, sino que las redes y la tecnolog铆a permiten, como en otras facetas de la actividad humana, que este tipo de pr谩cticas tengan unas dimensiones industriales.
Victor Lustig en una imagen de 1937听
Ian Tattersall y Peter N茅vraumont escribieron hace unos a帽os Hoax: A History of Deception. 5,000 Years of Fakes, Forgeries, and Fallacies (Enga帽o: Una historia del enga帽o. 5.000 a帽os de falsificaciones y falacias), un libro cuyo t铆tulo deja bien claro que los fraudes pueden ser cualquier cosa menos un fen贸meno moderno. En el ensayo se detallan algunos de los nombres m谩s c茅lebres del olimpo de los timadores, como Victor Lustig, el hombre que vendi贸 la Torre Eiffel dos veces 鈥損or supuesto sin ser su propietario- o el de Gregor McGregor, que en el siglo XIX se invent贸 un nuevo pa铆s en Centroam茅rica y convenci贸 a cientos de personas de que invirtieran en 茅l lo que hoy equivaldr铆a a 4.000 millones de d贸lares.
Los autores tambi茅n recuerdan algunos pioneros de la fotograf铆a que a mediados del siglo XIX utilizaron la incipiente tecnolog铆a para simular realidades siempre para beneficio propio, por ejemplo, haciendo creer a sus clientes que pod铆an fotografiar a sus seres queridos desaparecidos. Lo que muestran estos perfiles es que los profesionales del timo, tanto los antiguos como los actuales, est谩n dispuestos a utilizar las m谩s modernas tecnolog铆as de cada momento hasta las 煤ltimas consecuencias.听听
