bet365赔率

El 肠贸濒别谤补 y los bulos: desinformaci贸n antes del coronavirus

Salud p煤blica

La extensi贸n del 肠贸濒别谤补 en Espa帽a en 1834 nos mostr贸 c贸mo las 鈥榝ake news鈥 y la falta de informaci贸n pueden agravar los efectos de una plaga

Vertical

Ilustraci贸n sobre la epidemia de 肠贸濒别谤补 que asol贸 Par铆s en 1832 y que solo un a帽o despu茅s llegar铆a a Espa帽a.

Stefano Bianchetti / Corbis via Getty Images

Es mediod铆a en un tenso 17 de julio de 1834 en la Puerta del Sol. La incertidumbre es palpable en toda Espa帽a, m谩s a煤n en Madrid, donde la actualidad pol铆tica y social deja poco espacio para la calma. Hace apenas diez meses que ha muerto el rey Fernando VII, y el pa铆s se prepara para afrontar una guerra civil. El hermano del antiguo monarca, Carlos Mar铆a Isidro, reclama la sucesi贸n frente a la decisi贸n de aquel, que apost贸 por su hija, Isabel II. El postulante ha logrado entrar en la pen铆nsula por el Pa铆s Vasco y dirige un ej茅rcito que busca implantar sus ideas absolutistas en toda Espa帽a.

Aquel 17 de julio, una desgracia sanitaria se suma a estas preocupaciones. Lo que al principio solo eran rumores se ha convertido en un clamor. Una enfermedad est谩 atacando con especial virulencia a las clases m谩s populares de la capital. Decenas de personas est谩n muriendo entre v贸mitos, diarreas y dolores. Todo parece indicar que la ciudad sufre un brote de 肠贸濒别谤补, el mismo 肠贸濒别谤补 que ya ha arrasado media Europa y cuya gravedad tanto poderes p煤blicos como medios de comunicaci贸n est谩n tratando de disimular con escaso 茅xito.

Solo falta una chispa para que Madrid estalle. Aquel mediod铆a, un mozalbete de los muchos que pululan por la populosa Puerta del Sol se acerca a un aguador e introduce barro en la cuba en la que porta el l铆quido. Un grupo de personas que contemplan la escena atacan furiosamente al muchacho. La violencia se extiende por la ciudad. 驴Por qu茅 una trastada mil y una veces repetida genera esta vez una reacci贸n desmesurada?

Horizontal

Caricatura sobre la relaci贸n del carlismo con el clero en una revista sat铆rica del siglo XIX.

Dominio p煤blico

El boca a boca propaga entre los madrile帽os que el temido 肠贸濒别谤补 est谩 afectando a individuos sanos que enferman justo despu茅s de beber o entrar en contacto con el agua. A ello se suma el hecho de que las autoridades apenas ofrecen informaci贸n sobre lo que ocurre. El pueblo empieza a buscar culpables. Mientras tanto, Madrid teme el avance de las tropas carlistas, defensoras, entre otras cosas, de los privilegios de la Iglesia.

La matanza de frailes

Un bulo se extiende por la capital: como una quinta columna de los carlistas, los religiosos est谩n contratando a ni帽os e indigentes para que envenenen las aguas de las que se surten los madrile帽os. Es la Iglesia la que est谩 propagando el 肠贸濒别谤补... No ayudar谩 a desmentirlo el hecho de que, tal como explica el historiador Antonio Moliner Prada en el libro colectivo El anticlericalismo espa帽ol contempor谩neo, el clero insista una y otra vez en que la enfermedad es un 鈥渃astigo divino鈥 por la ausencia de fe de los ciudadanos.

Desatada la tensi贸n, una turba de madrile帽os agrede a un franciscano que pasea por la c茅ntrica calle Toledo. En la misma v铆a, la muchedumbre consigue acceder al Colegio Imperial, administrado por los jesuitas, y asesina a cuanto religioso se encuentra. La situaci贸n se descontrola y son asaltados conventos de diferentes 贸rdenes religiosas, cuyos habitantes son acuchillados, asesinados a garrotazos o quemados vivos.

El convento de San Francisco el Grande se lleva la peor parte, con cerca de cuarenta muertos. Seg煤n datos de Julio Caro Baroja en su Historia del anticlericalismo espa帽ol, 鈥渁lrededor de setenta y cinco religiosos fueron asesinados en Madrid el 17 de julio de 1834鈥.

Un bulo generado a partir del miedo y la desinformaci贸n hab铆a provocado una terrible 鈥渕atanza de frailes鈥

Un bulo engendrado a partir del miedo y la desinformaci贸n hab铆a generado una jornada funesta, que se conocer铆a como 鈥渓a matanza de frailes鈥. Algo que, por otro lado, no ocurri贸 exclusivamente en nuestro pa铆s. A帽os antes, en Varsovia, y tambi茅n ante la aparici贸n del 肠贸濒别谤补, el exacerbado antisemitismo hab铆a culpado a los jud铆os de propagar la enfermedad, mientras que en Par铆s lleg贸 a intervenir el Ej茅rcito para frenar los desmanes populares contra los que consideraban responsables de extender la plaga: m茅dicos, curas, boticarios o ricos. El 肠贸濒别谤补 mataba, pero tambi茅n lo hac铆a la desinformaci贸n.

驴C贸mo se col贸 en Espa帽a?

La pandemia del conocido como 肠贸濒别谤补-morbo, o asi谩tico, tiene su origen en el a帽o 1817, cuando se desplaza desde las zonas pr贸ximas al r铆o Ganges (donde era end茅mico) hasta las localidades lim铆trofes. Despu茅s, en varias oleadas y siguiendo las tradicionales rutas de la comunicaci贸n y el comercio, alcanz贸 Europa. En Espa帽a irrumpi贸, concretamente en el puerto de Vigo, en enero de 1833 desde Portugal. Poco despu茅s penetr贸 en la frontera extreme帽a y desde all铆 se extendi贸 por 础苍诲补濒耻肠铆补.

El invierno fren贸 la expansi贸n, pero el movimiento de tropas para sofocar el levantamiento carlista disemin贸 la enfermedad por toda Espa帽a, sobre todo a partir de junio de 1834. Tardar谩 m谩s de un a帽o y medio en desaparecer, afectando fatalmente a alrededor de un 3% de la poblaci贸n.

El encubrimiento de informaci贸n por parte del gobierno del moderado Francisco Mart铆nez de la Rosa, temeroso de que un estado de p谩nico generalizado paralizase a煤n m谩s la precaria econom铆a espa帽ola, fue contraproducente a la hora de frenar su expansi贸n.

Vertical

Francisco Mart铆nez de la Rosa, presidente del consejo de ministros durante el brote de 肠贸濒别谤补.

Dominio p煤blico

Los medios de comunicaci贸n tardaron tambi茅n en reaccionar, contagiados por este clima de prudencia. Un ejemplo paradigm谩tico de esta disfunci贸n se desarroll贸 en Madrid. El 2 de julio de 1834, los partes que emit铆an los m茅dicos a la Junta Municipal advert铆an de la existencia de casos de 肠贸濒别谤补 en las calles de la capital. Sin embargo, al menos durante los diez primeros d铆as del mes, Diario de Avisos de Madrid, el medio oficial, se limitaba a ofrecer consejos sobre la forma de evitar contraer la enfermedad y a presentar las medidas que se estaban poniendo en marcha para que la epidemia no entrase en la ciudad, dando a entender que esto a煤n no hab铆a ocurrido.

Una prevenci贸n insuficiente

Desde luego, casi todo acerca del 肠贸濒别谤补 era desconocido. La enfermedad llevaba a la muerte a un alto porcentaje de los contagiados en menos de una semana. Se ignoraban su causa y su medio de transmisi贸n, y los planes preventivos puestos en pr谩ctica no pasaban de ser ensayos a ciegas.

En 1827 se hab铆a creado la Real Junta Superior Gubernativa de Medicina y Cirug铆a, que unificaba a los colegios de Medicina y Cirug铆a. Con su patrocinio se envi贸 una comisi贸n de tres expertos a varios pa铆ses europeos castigados por el 肠贸濒别谤补 y se nombr贸 al prestigioso m茅dico Mateo Seoane corresponsal m茅dico en las islas brit谩nicas. Los informes de unos y otro, diecinueve entre 1831 y 1833, apenas tuvieron eco m谩s all谩 del 谩mbito cient铆fico.

Horizontal

Una muchedumbre ataca una iglesia de los jesuitas en Madrid.

Dominio p煤blico

La Comisi贸n M茅dica propuso, en orden de prioridad, cinco medidas para frenar el contagio y reducir sus efectos: eliminar los focos de insalubridad, reducir la miseria en las clases populares, facilitar los cuidados m茅dicos, instruir a la poblaci贸n en sanidad y 鈥渆vitar la introducci贸n de las causas morb铆ficas鈥. Este 煤ltimo punto, centrado en el aislamiento de las poblaciones contaminadas y en prohibir la comunicaci贸n con focos internacionales de contagio, fue el 煤nico que se llev贸 a cabo.

A finales de 1831, se pusieron en cuarentena los barcos procedentes de pa铆ses en los que se desarrollase la epidemia, y pronto se hizo lo mismo respecto al contacto terrestre con poblaciones contaminadas, cre谩ndose los llamados cordones sanitarios. En 1832, se crearon Juntas de Sanidad en las provincias fronterizas que deb铆an velar por el cumplimiento de esas medidas. Todas ellas fueron insuficientes para frenar el contagio a partir de 1833.

Los pobres, principales damnificados

Lo que resultaba imposible de frenar eran las transformaciones que se estaban produciendo en el mundo. El tr谩nsito dilu铆a las fronteras. El desarrollo de los transportes y la industrializaci贸n fueron los principales estimuladores de la extensi贸n de la plaga y de las que se suceder谩n. A partir de entonces, queda claro que es un disparate disociar los aspectos cient铆ficos y sociales al tratar de controlar una pandemia.

El 肠贸濒别谤补 se convirti贸 en uno de los principales impulsores de la medicina preventiva de la modernidad

La enfermedad afectaba en especial a los estratos m谩s bajos, sobre todo en el 谩mbito urbano, donde se hacinaban miles de personas que hab铆an acudido a las capitales en busca de trabajo. Las p茅simas condiciones de vida favorec铆an el contagio y la letalidad del 肠贸濒别谤补. Aquellos forasteros que no hab铆an conseguido un puesto eran expulsados a sus lugares de origen.

La represi贸n contra las clases populares y los indigentes fue una constante que se pretend铆a justificar por la ausencia de higiene. Sin embargo, esta represi贸n tambi茅n respond铆a al hecho de que eran los m谩s pobres quienes espoleaban en mayor medida los levantamientos contra los privilegiados.

Lecciones aprendidas

Como toda crisis sanitaria, tambi茅n esta enfermedad trajo consigo lecciones. El grado de mortalidad en espacios sobrepoblados y la insalubridad asociada a los mismos impuls贸 la mejora de elementos como el suministro de aguas, el alcantarillado o la limpieza de f谩bricas, instituciones p煤blicas u hospitales. El 肠贸濒别谤补 se convirti贸 en uno de los principales acicates de la medicina preventiva de la modernidad.

No menos importante fue la toma de conciencia de la trascendencia de los m茅dicos y su formaci贸n. Hasta poco antes, las supersticiones conviv铆an y a veces ten铆an m谩s influencia que la labor cient铆fica, y el m茅dico era concebido apenas como un simple sangrador. Las medidas higi茅nicas, sumadas a una mayor organizaci贸n, con hospitales m谩s modernos y pulcros, supusieron un paso de gigante en la lucha contra las pandemias.

La historia nos ha ense帽ado que toda situaci贸n sanitaria cr铆tica, como la que estamos viviendo hoy con el coronavirus, es una cat谩strofe, pero al mismo tiempo supone una oportunidad de aprendizaje para regenerar los aspectos sanitarios, sociales y econ贸micos que han sido sobrepasados por la enfermedad.

Etiquetas
Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...