El contexto
La igualdad de los pueblos desde la superioridad de uno de ellos. As铆 podr铆a resumirse, sin matices, pero de una forma bastante certera, el discurso que Slobodan Milo拧evi膰, a la saz贸n presidente de la Rep煤blica Socialista de Serbia, pronunci贸 el 28 de junio de 1989 en Gazimest谩n, en el municipio de Kosovo Polje, con motivo de la conmemoraci贸n del 600.潞 aniversario de la batalla de Kosovo, que supuso la derrota del Principado de Serbia frente al Imperio otomano. Es el texto que reproducimos ligeramente extractado.
La cita congreg贸 a alrededor de un mill贸n de personas, alentadas por un fuerte sentimiento nacionalista que ya hab铆a generado duros enfrentamientos entre las comunidades que formaban la desaparecida Yugoslavia desde hac铆a m谩s de una d茅cada. Milo拧evi膰 se hab铆a convertido en un referente del nacionalismo serbio tras mediar el 1987 como presidente del Comit茅 Central de la Liga de Comunistas de Yugoslavia (el nombre que tom贸 el partido en su vocaci贸n federal) en el conflicto que se gener贸 precisamente en Kosovo Polje por la discriminaci贸n que sent铆an los ciudadanos serbios por parte de una administraci贸n controlada por los albaneses.

A la cita de Gazimest谩n acudieron alrededor de un mill贸n de personas en un momento de tensi贸n entre las comunidades serbia y albanesa en Kosovo
En aquel momento, Kosovo y Voivodina eran regiones serbias reconocidas en su especificidad por la Constituci贸n Yugoslava, que reconoc铆a la mayor铆a albanesa. Este tratamiento permit铆a que la administraci贸n local 鈥搚, con ella, la polic铆a鈥 estuviese dominada por albaneses. A ello se sumaba el goteo de migraci贸n de poblaci贸n serbia y montenegrina hacia Serbia por motivos tanto culturales como, principalmente, laborales. Se calcula que alrededor de 100.000 eslavos arraigados a Kosovo hab铆an abandonado la provincia en menos de dos decenios.
Tras este incidente, Milo拧evi膰, que apenas una d茅cada antes ten铆a un perfil esencialmente t茅cnico 鈥揻ue director de la empresa energ茅tica estatal Technogas y del Banco Unido de Belgrado鈥, se convirti贸 en mayo de 1989 en presidente de la Rep煤blica Socialista de Serbia. Un mes antes de la conmemoraci贸n del aniversario de la batalla de Kosovo, su primer gran acto p煤blico en su nuevo cargo.

Slobodan听Milo拧evi膰, desafiante en su juicio ante el Tribunal Penal Internacional de La Haya, el 13 de febrero del 2002, que afront贸 sin abogado听
El ambiente era especialmente tenso, ya que a principios de ese mismo a帽o la Asamblea de Serbia hab铆a propuesto una importante reforma constitucional 鈥揺n este caso, de la Constituci贸n Serbia鈥 que contemplaba la supresi贸n de esas instituciones propias de Kosovo y Voivodina como soluci贸n al conflicto. La simple propuesta lo empeor贸, ya que miles de albaneses de Kosovo salieron a la calle para oponerse a la reforma, en tanto que otros tantos miles de serbios protestaron en Belgrado contra el separatismo听albanokosovar.
La polic铆a serbia intervino en la contenci贸n de ambas movilizaciones, en las de Kosovo despu茅s de que el gobierno yugoslavo le otorgase responsabilidades de orden p煤blico en toda Serbia. Los conflictos se cobraron diversas v铆ctimas mortales del lado alban茅s. Nada m谩s llegar a la presidencia, Milo拧evi膰 tambi茅n proclam贸 una 鈥渞evoluci贸n antiburocr谩tica鈥 en Kosovo y Voivodina como soluci贸n al conflicto.
En este contexto, el discurso de Gazimest谩n, en el coraz贸n de Kovoso 鈥揳 apenas ocho kil贸metros de la capital, Pristina鈥, no pod铆a ser de ninguna manera inocuo ni una exhortaci贸n a la armon铆a de los pueblos, por m谩s que Milo拧evi膰 tambi茅n clamase por ella. Su referencia a una nueva batalla por la dignidad serbia que no descartaba que llegase a ser armada se considera la espoleta, m谩s que premonici贸n, de los graves conflictos que estallar铆an poco despu茅s.
El discurso
鈥淓n este lugar, en el coraz贸n de Serbia, en el campo de Kosovo, hace seis siglos, hace 600 a帽os exactos, tuvo lugar una de las m谩s grandes batallas de la 茅poca. Como todos los grandes acontecimientos, est谩 rodeada de muchas preguntas y secretos y es objeto de incesante investigaci贸n cient铆fica y de la curiosidad de la gente de a pie.
鈥漃or una serie de circunstancias sociales, este grandioso 600.潞 aniversario de la batalla de Kosovo tiene lugar en un a帽o en el que Serbia, despu茅s de mucho tiempo, despu茅s de muchas d茅cadas, ha recuperado su estado y su integridad nacional y espiritual. A trav茅s del juego de la historia y de la vida, parece como si Serbia, precisamente en este a帽o, en 1989, haya recuperado su estado y su dignidad, y as铆 celebra un evento distante en el pasado que tiene un significado hist贸rico y simb贸lico para su futuro.
鈥滺oy en d铆a, es dif铆cil decir qu茅 es verdad hist贸rica y qu茅 es leyenda sobre la batalla de Kosovo. Hoy esto ya no es importante. Es dif铆cil decir hoy si la batalla de Kosovo fue una derrota o una victoria para el pueblo serbio, si gracias a ella ca铆mos en la esclavitud o sobrevivimos a esa esclavitud. Las respuestas a esas preguntas ser谩n buscadas constantemente por la ciencia y la gente.
Este grandioso aniversario tiene lugar en un a帽o en el que Serbia ha recuperado su estado y su integridad nacional y espiritual
鈥滾o que se ha demostrado a trav茅s de todos estos siglos hasta nuestros d铆as es que la falta de armon铆a golpe贸 Kosovo hace 600 a帽os. Si perdimos la batalla, no fue solo por la superioridad social y la ventaja militar del Imperio otomano, sino tambi茅n por la tr谩gica desuni贸n en el liderazgo del estado serbio en esa 茅poca. En ese lejano 1389, el Imperio otomano era no solo m谩s fuerte que los serbios, sino tambi茅n m谩s afortunado.
鈥滾a desuni贸n y la traici贸n en Kosovo continuar谩n persiguiendo al pueblo serbio como un mal ag眉ero a trav茅s de toda su historia. Incluso en la 煤ltima guerra, esta falta de unidad y la traici贸n llevaron al pueblo serbio y a Serbia a la agon铆a, y sus consecuencias en el sentido hist贸rico y moral superaron a la agresi贸n fascista.
鈥滻ncluso despu茅s, cuando se cre贸 la Yugoslavia socialista, en este nuevo estado los dirigentes serbios segu铆an divididos, con tendencia a contemporizar en detrimento de su propio pueblo. Las concesiones que muchos l铆deres serbios hicieron a expensas de su pueblo no pueden aceptarse, ni hist贸rica ni 茅ticamente, por ninguna naci贸n en el mundo, sobre todo porque los serbios nunca, en toda su historia, han conquistado ni explotado a otros.
Las concesiones que muchos l铆deres serbios hicieron a expensas de su pueblo no pueden aceptarse, ni hist贸rica ni 茅ticamente
鈥漇u existencia nacional e hist贸rica ha sido tan libertaria durante toda la historia, incluso despu茅s de dos guerras mundiales, como lo es hoy. Se liberaron a s铆 mismos y, cuando pudieron, tambi茅n ayudaron a la libertad de otros. El hecho de que en esta regi贸n se encuentre una gran naci贸n no es un pecado ni una verg眉enza para Serbia, es una ventaja que no se ha utilizado contra otros, pero debo decir que aqu铆, en este gran y legendario campo de Kosovo, los serbios tampoco utilizaron la ventaja de su grandeza para su propio beneficio.
鈥滸racias a sus dirigentes y pol铆ticos y su mentalidad vasalla, se sent铆an culpables ante s铆 mismos y ante los dem谩s. Esta situaci贸n se prolong贸 durante d茅cadas, se prolong贸 durante a帽os, y aqu铆 estamos ahora en el campo de Kosovo para decir que este ya no es el caso.
鈥滾a desuni贸n entre los dirigentes serbios mantuvo a Serbia rezagada y su inferioridad la humill贸. Por lo tanto, no hay lugar en Serbia m谩s adecuado para decir esto que el campo de Kosovo, y no hay lugar en Serbia m谩s adecuado que el campo de Kosovo para decir que la unidad de Serbia traer谩 la prosperidad al pueblo serbio y a cada uno de sus ciudadanos, independientemente de su filiaci贸n nacional o religiosa.
El hecho de que en esta regi贸n se encuentre una gran naci贸n no es un pecado ni una verg眉enza para Serbia
鈥滾a Serbia de hoy est谩 unida e igualada a otras rep煤blicas, y dispuesta a hacer todo lo posible para mejorar su situaci贸n financiera y social y la de todos sus ciudadanos. Si hay unidad, cooperaci贸n y seriedad, tendr谩 茅xito en hacerlo. Por ello, el optimismo que ahora est谩 presente en Serbia es realista, tambi茅n porque se basa en la libertad, que hace posible que todas las personas expresen sus capacidades positivas, creativas y humanas, permitiendo mejorar la vida social y personal.
鈥漇erbia nunca ha sido solo los serbios que viven en ella. Hoy, m谩s que en el pasado, miembros de otros pueblos y nacionalidades tambi茅n viven en ella. Esto no es una desventaja para Serbia. Estoy verdaderamente convencido de que es su ventaja. La composici贸n nacional de casi todos los pa铆ses en el mundo de hoy, especialmente los desarrollados, tambi茅n ha ido cambiando en este sentido. Ciudadanos de diferentes nacionalidades, religiones y razas han vivido juntos cada vez con m谩s frecuencia y m谩s 茅xito.
鈥滶l socialismo en particular, siendo un mecanismo de progreso de la sociedad democr谩tica, no deber铆a permitir que se produjeran diferencias entre los ciudadanos respecto a su origen 茅tnico o religioso. Las 煤nicas diferencias que el socialismo deber铆a permitir est谩n entre los vagos y la gente trabajadora, y entre las personas honradas y las que no lo son. Por lo tanto, toda la gente en Serbia que viva honradamente de su propio trabajo, respetando al pr贸jimo, est谩 en Serbia en su propia rep煤blica.
Resolver las divisiones nacionales har谩 m谩s f谩cil mitigar las consecuencias del resto de divisiones por ellas creadas
鈥滾a crisis que ha golpeado a Yugoslavia ha tra铆do divisiones nacionales, pero tambi茅n sociales, culturales y religiosas y otras de menor envergadura. De todas estas divisiones, han sido las nacionales las que han resultado ser m谩s dram谩ticas. Resolverlas har谩 m谩s f谩cil mitigar las consecuencias del resto de divisiones por ellas creadas.
鈥滵esde que nuestras comunidades multinacionales han existido, su punto d茅bil han sido las relaciones entre naciones diferentes. La amenaza que esas divisiones generan en la patria com煤n ha producido una ola de sospechas, acusaciones e intolerancia. Una ola que invariablemente crece y es dif铆cil de parar. Esta amenaza nos ha colgado como una espada de Damocles durante demasiado tiempo.
鈥滾os enemigos externos e internos de comunidades multinacionales son conscientes de ello y por tanto han organizado su actividad contra nosotros fomentando conflictos nacionales. En este momento, nosotros, en Yugoslavia, nos comportamos como si nunca hubi茅ramos tenido tal experiencia, por el hecho de que en nuestro pasado distante hemos vivido la tragedia de experimentar los m谩s graves conflictos nacionales que una sociedad puede sufrir y sobrevivir.
La amenaza que esas divisiones generan en la patria com煤n es una espada de Damocles
鈥滶n el recuerdo del pueblo serbio, la desuni贸n en Kosovo fue decisiva a la hora de provocar la derrota en la batalla y traer sobre Serbia el destino que la naci贸n sufri贸 de lleno en los siguientes seis siglos. Aun cuando quiz谩 no fue tan grave, el pueblo observ贸 esa desuni贸n como su mayor desastre. Por tanto, es obligaci贸n del pueblo acabar con la desuni贸n para protegerse a s铆 mismo de las derrotas, fracasos y un futuro estancado. Este a帽o, la gente serbia lleg贸 a ser consciente de la reserva de su armon铆a mutua como condici贸n imprescindible para su vida actual y su desarrollo futuro.
鈥滶stoy convencido de que esta conciencia de armon铆a y unidad har谩 lo posible para que Serbia pueda funcionar no solo como un estado, sino como un estado exitoso. Pienso que tiene sentido decir esto aqu铆, en Kosovo, donde la desuni贸n empuj贸 tr谩gicamente a Serbia, poni茅ndola en peligro en los siglos siguientes, y donde la renovada unidad nos puede devolver la dignidad.
鈥漈al conciencia sobre las relaciones mutuas constituye una reserva elemental para Yugoslavia, pues su destino est谩 en la uni贸n de todos sus pueblos. El Kosovo heroico ha alimentado nuestro orgullo y nuestra creatividad durante 600 a帽os, y nos impide que olvidemos que, hace tiempo, Serbia era una naci贸n grande valiente y orgullosa, que permaneci贸 imbatida aun en la derrota.
Es obligaci贸n del pueblo acabar con la desuni贸n para protegerse a s铆 mismo de las derrotas, fracasos y un futuro estancado
鈥漇eis siglos m谩s tarde estamos comprometidos en nuevas batallas, que no son armadas, aunque tal situaci贸n no puede excluirse a煤n. En cualquier caso, las batallas no pueden ganarse sin la resoluci贸n, el denuedo y el sacrificio, sin las cualidades nobles que estaban presentes en los campos de Kosovo en aquellos d铆as del pasado.
鈥漀uestra batalla principal es ahora es implementar el bienestar econ贸mico y el progreso pol铆tico-cultural y la prosperidad social general, para encontrar un camino m谩s r谩pido y exitoso para la civilizaci贸n que vivir谩 en el siglo XXI. Para esta batalla, realmente necesitamos hero铆smo, por supuesto de un tipo diferente, pero con un coraje sin el cual nada serio y grande puede ser cambiado y mejorado.
鈥滺ace seis siglos, Serbia se defendi贸 heroicamente a s铆 misma en el campo de Kosovo, pero tambi茅n en aquella ocasi贸n defend铆a a Europa. Serbia era entonces el basti贸n que defendi贸 la cultura europea, la religi贸n y la sociedad europea en general. Por tanto, hoy parece injusto entender Serbia como algo distinto a Europa. Serbia ha sido parte de Europa incesantemente, ahora como en el pasado, y en una manera propia, pero sin perder nunca su propia dignidad.
Seis siglos m谩s tarde estamos comprometidos en nuevas batallas, que no son armadas, aunque tal situaci贸n no puede excluirse a煤n
鈥滶n este esp铆ritu, nosotros estamos ahora empe帽ados en construir una sociedad rica democr谩tica y as铆 contribuir la prosperidad de este pa铆s hermoso, este pa铆s de sufrimientos injustos, pero tambi茅n para contribuir a los empe帽os de toda la gente que se esfuerza para hacer progresar el mundo y hacerlo mejor y m谩s feliz.
鈥澛ue la memoria del hero铆smo de Kosovo sobreviva siempre!
鈥澛arga vida a Serbia!
鈥澛arga vida a Yugoslavia!
隆Larga vida y hermandad entre pueblos!鈥