En 1873, Austria descubri贸 la soja. Por vez primera se plant贸 este cultivo en los jardines del palacio de Sch枚nbrunn. Fue en el marco de la Exposici贸n Universal que se celebr贸 en Viena, una muestra en la que Jap贸n, uno de los pa铆ses invitados, cobr贸 especial relieve. No solo eso. La influencia del japonismo se manifestar铆a en todos los 谩mbitos, desde la jardiner铆a a las artes decorativas. El propio Gustav Klimt expres贸 su fascinaci贸n por los artistas de la escuela Rinpa nipona.

Jardines Japoneses, Exposici贸n Universal de Viena, 1873.
Es solo un ejemplo del orientalismo que invadi贸 Viena tras la inauguraci贸n de aquel certamen. Adem谩s de Jap贸n, Marruecos, Egipto, T煤nez, el Imperio otomano y Persia dieron a conocer su idiosincrasia y sus productos al resto del mundo. Este acontecimiento convirti贸 a la vieja capital de los Habsburgo en una metr贸poli cosmopolita.
El gran escaparate
Ya el escritor Gustave Flaubert, en su Dictionnaire des id茅es re莽ues, defini贸 el t茅rmino 鈥渆xposici贸n鈥 como 鈥渆l motivo del delirio del siglo XIX鈥. Asociada 铆ntimamente a la libre competencia capitalista, la 鈥渆ra de las exposiciones鈥 se inici贸 en 1851. Londres, cuna de la Revoluci贸n Industrial, fue la ciudad que abri贸 paso a una serie de muestras internacionales que ten铆an un objetivo com煤n: convertirse en escaparate de las novedades t茅cnicas y art铆sticas que concurr铆an peri贸dicamente en distintos lugares.
De este modo, la capital que acog铆a un certamen de estas caracter铆sticas se transformaba en foco de atracci贸n de los intereses m谩s diversos. En 1873 le lleg贸 el turno a Viena. Con motivo de las bodas de plata de Francisco Jos茅 al frente del Imperio, la ciudad quiso conmemorar la efem茅ride organizando una exposici贸n universal. Pero, adem谩s, este certamen llevaba impl铆cito un desagravio por las derrotas infligidas al ej茅rcito austr铆aco en los a帽os previos.
Viena, otra vez la capital del mundo
El 150 aniversario de la Exposici贸n Universal se conmemora este a帽o con numerosas muestras
Museo de la T茅cnica de Viena (TMW)
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El pabell贸n de la Mujer en la exposici贸n de 1873 visibiliz贸, por vez primera, la situaci贸n del mundo laboral femenino. Fue un logro pionero que se replicar铆a en posteriores cert谩menes universales. Hasta el 2 de julio.
Museo de Artes Aplicadas de Viena (MAK)
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El deslumbrante mundo del lujo y la artesan铆a vienesa, a trav茅s de las piezas de cristaler铆a y las l谩mparas de ara帽a de la prestigiosa J. & L. Lobmeyr. La firma, que conmemora su bicentenario, tuvo una importante presencia en la Exposici贸n de Viena, decorando, entre otros, el pabell贸n Imperial. Hasta el 24 de septiembre.
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En esta muestra se aborda c贸mo el certamen contribuy贸 al orientalismo, fen贸meno que se analiza desde diversos 谩ngulos. Del 28 de junio al 22 de octubre.
Museo del Mundo de Viena (Weltmuseum Viena)
鈥 En dos salas de se exhibe, con un gran abanico de objetos, lo que supuso la apertura de Europa a otras culturas a ra铆z de la Exposici贸n Universal. Jap贸n, Marruecos, Egipto, T煤nez, el Imperio otomano y Persia se dieron a conocer al resto del mundo en esta muestra.
Desde 1859, con la p茅rdida de las provincias m谩s pr贸speras del norte de Italia, los dominios de los Habsburgo se vieron menguados y amenazados por nuevas potencias como Prusia. El descalabro de Sadowa y la unificaci贸n alemana fueron un presagio de la descomposici贸n imperial. A su vez, las reivindicaciones nacionalistas empezaban a cobrar fuerza. As铆, frente a las exigencias h煤ngaras, que reclamaban una mayor participaci贸n en los asuntos de Estado, en 1867 se firm贸 el compromiso austroh煤ngaro por el que Francisco Jos茅 se convert铆a en emperador de Austria y rey de Hungr铆a.
En ese contexto, Viena necesitaba proyectarse como una gran ciudad. Lo cierto es que, pese a los reveses militares y pol铆ticos, la d茅cada de los sesenta experiment贸 un notable despegue econ贸mico, propiciado por la burgues铆a liberal. La creaci贸n del Creditanstalt, surgido del poderoso grupo financiero Rothschild, moderniz贸 la estructura bancaria. Esta entidad impuls贸 adem谩s el proceso de industrializaci贸n, que vivi贸 su 茅poca dorada entre los a帽os 1867 y 1872.

Palacio Industrial (galer铆a lateral) en la Exposici贸n Universal de Viena, 1873.
Un nuevo rostro
Durante aquellos a帽os se produjo un boom tanto en las inversiones como en la producci贸n. Si el n煤mero de bancos y sociedades industriales se multiplic贸, la mecanizaci贸n estimul贸 el desarrollo de los sectores metal煤rgico, textil y el茅ctrico. Sin olvidar la gran empresa urban铆stica de la Ringstrasse, la avenida de circunvalaci贸n que rodea el n煤cleo antiguo de la ciudad. Junto a esa remodelaci贸n urbana, que cambiar铆a el rostro de Viena, el otro reto del liberalismo vien茅s fue la organizaci贸n de una exposici贸n universal que pudiera emular en brillantez a las celebradas en Londres y Par铆s.
El proyecto se puso en marcha, y como escenario de la muestra se eligi贸 el Prater, el gran parque situado al nordeste de la ciudad, entre el Danubio y su canal. Era el lugar id贸neo para instalar los futuros pabellones y, en los m谩rgenes de su avenida principal, cafeter铆as. En ese espacio de recreo, que por entonces no contaba con su c茅lebre noria, se erigi贸 la Rotunde (rotonda), el edificio central de la exposici贸n.

Ilustraci贸n de Franz Kollarz del techo de la Rotunde, que se pod铆a visitar.
Aquella espectacular construcci贸n se convirti贸 en la estructura abovedada m谩s grande del mundo, con un di谩metro de 108 metros y una c煤pula de 84 metros de altura. Bajo el front贸n del portal principal de la Rotunde, que ten铆a forma de arco del triunfo, aparec铆a el lema de Francisco Jos茅: 鈥Viribus Unitis鈥 (Fuertes unidos).
El interior del edificio, con una superficie aproximada de 8.000 metros cuadrados, fue punto de encuentro de los altos dignatarios mundiales. Adem谩s de los anfitriones, el emperador Francisco Jos茅 y su esposa, la emperatriz Isabel (Sisi), asistieron treinta y tres pr铆ncipes reinantes, entre ellos el zar ruso, el emperador alem谩n, el rey italiano y el sha de Persia. En la recepci贸n a este 煤ltimo, una banda militar interpret贸 la c茅lebre marcha persa, compuesta unos a帽os antes por Johann Strauss hijo, en honor a este soberano, el primer monarca persa de la 茅poca moderna que visit贸 Europa.

Postal dedicada 鈥渁 los distinguidos invitados que visitaron la Exposici贸n Mundial de Viena en 1873鈥.
En el Prater se levantaron palacios dedicados a la industria, las bellas artes y la agricultura, adem谩s de numerosos pabellones. Entre ellos, uno pionero, el de la mujer, que puso su foco en el mundo laboral femenino. A trav茅s de la exhibici贸n de productos artesanales e industriales, se dio visibilidad, por vez primera, a las diferentes tareas desempe帽adas por las mujeres en una amplia variedad de sectores, como la agricultura, el cuero, el metal, la madera, el vidrio, la producci贸n de alimentos y bebidas o la telegraf铆a, entre otros.
Aquella iniciativa marc贸 un antes y un despu茅s en la proyecci贸n del trabajo femenino. Figuras como la de Marianne Hainisch, involucradas en la creaci贸n de este pabell贸n, abanderaron en Austria la lucha por el derecho a la formaci贸n acad茅mica y profesional de las mujeres, as铆 como la mejora en sus condiciones de trabajo y salariales.
Im谩n para el turismo
Junto a las novedades industriales procedentes de todo el mundo, que simbolizaban el progreso y la modernidad del siglo XIX, la burgues铆a vienesa quiso hacer de esta exposici贸n un espejo de sus logros, con un pabell贸n dedicado a la Ringstrasse. Aquel nuevo escenario urbano reflejaba en piedra los valores de esta clase. Precisamente, Karl von Hasenauer, arquitecto jefe de la exposici贸n, fue uno de los m谩ximos representantes del estilo historicista, que dej贸 su huella en los grandes edificios del Ring.
Otro de los objetivos previos al certamen era atraer al turismo internacional. Para ello debi贸 crearse una oferta de establecimientos a la altura. En 1873, pocos d铆as antes del inicio de la muestra, se inaugur贸 el hotel Imperial, paradigma del lujo vien茅s. Ubicado en el antiguo palacio del pr铆ncipe de W眉rttemberg en la Ringstrasse, este exclusivo lugar ha albergado, a lo largo de siglo y medio, a figuras como Richard Wagner, Charles Chaplin, Michael Jackson o la reina Isabel II de Inglaterra. Adem谩s de su ic贸nico pastel imperial y del esplendor de sus suites, una de las se帽as de identidad del hotel son las fastuosas l谩mparas de ara帽a de la firma vienesa J. & L. Lobmeyr, que cumple su bicentenario.

El hotel Imperial, en Viena, administrado por Johann Fr枚hner.
Tambi茅n en la Ringstrasse se construy贸 el Palais Hansen Kempinski, dise帽ado por el arquitecto Theophil von Hansen para el certamen, que a煤na el encanto vien茅s con la opulencia arquitect贸nica. Otro establecimiento rese帽able fue el hotel H枚ller (hoy, llamado Sans Souci), ubicado junto al c茅lebre Volkstheater y el actual MuseumsQuartier (barrio de los museos). Junto al edificio hist贸rico del hotel H枚ller se hallaba el restaurante en el que Johann Strauss estren贸 a帽os antes su c茅lebre polca Tritsch-Tratsch.
Y en 1873 se inaugur贸 el elegante caf茅 Landtmann junto al Burgtheater. Aquel local fue el centro de reuni贸n de figuras capitales del fin de siglo, como el compositor Gustav Mahler o Sigmund Freud, padre del psicoan谩lisis. Ciento cincuenta a帽os despu茅s sigue recibiendo visitantes de todo el mundo.
Llueven p茅rdidas
Lamentablemente, las expectativas creadas ante el certamen universal se vieron truncadas a los pocos d铆as de su inauguraci贸n, el 1 de mayo. Las fuertes lluvias inundaron el recinto ferial del Prater. A su vez, la fiebre especulativa que hab铆a lanzado a los vieneses al desenfreno en las inversiones burs谩tiles y la burbuja inmobiliaria que se desencaden贸 provocaron la ca铆da de la bolsa, el cierre de numerosas entidades y el incremento de la inflaci贸n, hasta el punto de triplicarse los precios. A ello se sum贸 una epidemia de c贸lera.

Abanico bris茅 con la Rotunde de la Exposici贸n Universal de Viena, 1873.
Estos factores influyeron en el descenso del n煤mero de visitantes a lo largo de la muestra: los 20 millones esperados se redujeron a 7,3. La Exposici贸n Universal dej贸 un tremendo agujero en las finanzas del Estado.
No obstante, pese a este evidente rev茅s, el legado de la muestra fue favorable en muchos aspectos. El certamen se convirti贸 en un escaparate t茅cnico y art铆stico, Viena (y, por ende, Occidente) se abri贸 a otras culturas y el transporte p煤blico de la ciudad mejor贸 considerablemente, con la inauguraci贸n de seis nuevas estaciones y varias l铆neas de tren que convirtieron este punto del mapa en un eje ferroviario para Europa central.
Por otra parte, la construcci贸n de nuevos hoteles y locales de restauraci贸n dio impulso de calidad al turismo urbano. En el caso de la artesan铆a tradicional, fabricantes como Jarosinski & Vaugoin, los reyes de la orfebrer铆a de plata, acreditaron su marca, y hoy en d铆a siguen deslumbrando con sus fabulosas piezas. Al igual que las joyas de A. E. K枚chert, reconocidas en la muestra de 1873, que contin煤an provocando asombro en su actual ubicaci贸n en Neuer Markt.
La alegr铆a de vivir
En el 谩mbito de la ingenier铆a, se puso en marcha el primer acueducto de Viena procedente de las monta帽as (I. Wiener Hochquellenleitung). Este hito en las infraestructuras posibilit贸 el transporte de agua potable desde los manantiales de Baja Austria y Estiria hasta la capital austr铆aca. Un precedente de la pol铆tica de sostenibilidad que impera en el pa铆s.

鈥楥ercle oriental鈥, instalaci贸n en la Exposici贸n Universal de Viena de 1873.
Al margen de esos logros a medio y largo plazo, el d铆a despu茅s de la clausura de la Exposici贸n Universal, la ciudad estaba sumida en la pesadumbre provocada por el desastre financiero. Como ya hizo tras la derrota de Sadowa con El Danubio azul, Johann Strauss quiso devolver a Viena la joie de vivre.
El 5 de abril de 1874 se estrenaba en el Theater an der Wien Die Fledermaus (El murci茅lago), cuyo primer acto conclu铆a con estas palabras: 鈥Gl眉klich ist, wer vergisst, was doch nicht zu 盲ndern ist鈥 (feliz es quien olvida lo que no se puede cambiar). Con esa misma aparente frivolidad, en una capital que acaparaba talentos, empezaba a labrarse el apote贸sico fin de siglo vien茅s.
Este texto forma parte de un art铆culo publicado en el n煤mero 664 de la revista Historia y Vida. 驴Tienes algo que aportar? Escr铆benos a redaccionhyv@historiayvida.com.