Doce a帽os despu茅s, parece que el que fue presidente de la FIFA se arrepiente de la elecci贸n de Qatar para el Mundial 2022. As铆 lo confesaba el pasado 8 de noviembre en una entrevista con el medio suizo Tages-Anzeiger, en la que, por cierto, tambi茅n acus贸 a Michel Platini (expresidente de la UEFA) de haber entregado sus valiosos votos a cambio de satisfacer intereses ileg铆timos. Concretamente, un negocio armament铆stico con Francia.
El asunto ha provocado un terremoto, como si fuera la primera vez que la monarqu铆a de los Al Thani compra armas a un pa铆s occidental, o como si ese pa铆s no fuera un aliado estrat茅gico de Estados Unidos. Igual que Arabia Saud铆, donde tambi茅n hay bases estadounidenses permanentes.听听
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S铆, Qatar es una monarqu铆a absoluta donde no se respetan los derechos de los homosexuales, los trabajadores inmigrantes o las minor铆as religiosas y donde las mujeres est谩n tuteladas. Y, a la vez, es una pieza importante en el orden que EE. UU. quiere mantener en la regi贸n. En ese equilibrio sobrevive la familia Al Thani, que gobierna desde mediados del siglo XIX, siempre con el apoyo de alguna potencia occidental.
Antes del descubrimiento de petr贸leo, la pen铆nsula hab铆a sido un insignificante puerto de pescadores de perlas. Como toda la zona, una presa f谩cil para la expansi贸n del islam en el siglo VII. No interes贸 a los europeos hasta el XIX. Primero, para asegurar el tr谩fico mar铆timo en el golfo P茅rsico, y luego, por el crudo.听