El 14 de mayo de 2006, Xavier Batalla, ínclito corresponsal diplomático de bet365,fallecido en diciembre de 2012,escribía en del diario lo siguiente:
"Ilan Berman, vicepresidente del AmericanForeign Policy Council, un think tank con sede enWashington, cree haber encontrado el ideólogo quele sopla a Putin loque tiene que decircuando desde Occidente,como recientementehizo el vicepresidenteCheney,se le lee la cartillaen materia de derechoshumanos.
El personaje al queapunta Berman esAlexander Dugin,cuya visión, segúnel analista, es xenófoba, antidemocrática y profundamenteantioccidental. Un hallazgo, vamos".
Dugin aboga por la creación de un imperio ruso antioccidental y considera que Estados Unidos y Rusia son los centros de dos bloques que eternamente estarán enfrentados, algo que se ha visto acrecentado debido a la globalización. Es por ello que el , hijo de un agente del KGB, propone alianzas para que Moscú recupere su posición de liderazgo internacional, algo que perdió al desaparecer la Unión Soviética. Putin, en abril de 2005, en el Kremilin, lo dejó claro: .
Dugin fundó Eurasia en el 2000. Es un movimiento que promueve, en palabras de Batalla, "la idea de una Gran Rusia que se extendería desde Oriente Medio hasta el Pacífico". Eurasia, con ala política en Rusia, apoya sin ambages la política exterior de Putin, quien retomó contactos nucleares con Irán, que vendía y vende armas a Siria y que se acerca siempre a China, quizá para contrarrestar el tratado de libre comercio en el que trabajan Estados Unidos y la Unión Europea,que ahora pasa por horas bajas después de las revelaciones de espionaje masivo de Washington y Londres del analista Edward Snowden, ahora en Moscú.
En un artículo publicado en el pasado 2 de marzo, , autor de, se pregunta por qué el presidente ruso ha dejado de tener miedo a Occidente. En su opinión, el abogado y cabeza del Kremlin, nacido en Leningrado hace 61 años, se ha dado cuenta de que las élites occidentales y los burócratas europeos evitarán cualquier conflicto o sanción porque el dinero ruso está en Londres, en su parque inmobiliario, en sus equipos de fútbol, por todos lados, también en los chateaux franceses o, incluso, en la costa catalana; porque sabe que los rusos anhelan el antiguo imperio ruso y aplaudirán la anexión de Crimea; porque sabe que Estados Unidos ya no puede obligar a Europa a comerciar diferente; y porque sabe el presidente ruso que Washington no puede hacer ahora nada más que "un gran teatro de maniobras militares" y poco más después de que Rusia se haya anexionado Crimea.

Alexander Dugin