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El Congreso de EE.UU. aprueba un plan presupuestario con profundos recortes y rebajas de impuestos

Vuelco en Washington

La Cámara de Representantes vota la medida con un estrecho margen, que supone una importante victoria para la agenda de Donald Trump

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El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, después de la aprobación del anteproyecto presupuestario.

KAYLA BARTKOWSKI / AFP

Tras semanas de negociaciones, finalmente los congresistas republicanos han dejado de lado sus diferencias y se han unido en la aprobación del anteproyecto de presupuestos planteado por el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, que incluye importantes recortes de programas sociales y rebajas de impuestos mayores que las aprobadas durante el primer mandato de Donald Trump. Aunque la medida preliminar no es todavía concreta, supone un paso importante para la aprobación de los presupuestos finales, que deberán ser redactados y votados de nuevo en la Cámara Baja y el Senado.

La resolución presupuestaria plantea 4,5 billones de dólares en rebajas de impuestos y un recorte de 2 billones en el gasto federal durante la próxima década, incidiendo en dos elementos clave de la agenda de Trump. Sin embargo, el presidente prometió reducir el enorme déficit fiscal, y esta medida añadirá al mismo hasta 2,5 billones más, la diferencia entre el máximo que dejará de ingresar la Administración por la rebaja fiscal y lo que ahorrará en el gasto público.

Hakeem Jeffries, líder de los demócratas en la Cámara Baja

“Han elegido a sus titiriteros multimillonarios en lugar del pueblo estadounidense”

Johnson ha comenzado el día asumiendo que iba a ser complicado lograr el voto favorable de suficientes republicanos, puesto que algunos díscolos de línea dura pedían recortes mayores, mientras otros –especialmente aquellos representantes moderados de distritos más disputados electoralmente– criticaban la retirada de fondos de algunos programas sociales como el Medicaid, el seguro para personas de bajos ingresos.

Finalmente, tras una maratoniana jornada y más de una hora de debate parlamentario, los republicanos han cerrado filas y han aprobado la medida con 217 votos a favor frente a 215 votos en contra, con solo un republicano uniéndose a los demócratas, el representante por Kentucky Thomas Massie.

El marco aprobado establece las bases de la ley de presupuestos que deberá ser concretada en las próximas semanas para mantener la financiación del gobierno, que caduca el próximo 14 de marzo. Es el primer paso para aprobar la “gran y hermosa ley” de la que tanto habló Trump en campaña y para la que ha estado presionando a los congresistas desde que volvió a la Casa Blanca. Este martes, mientras se alargaba la sesión, en la que por un momento se ha cancelado la votación, el presidente ha llamado por teléfono directamente a varios de los republicanos que se resistían, y Johnson ha confirmado después que esas llamadas han sido “de gran ayuda” para lograr la disciplina de voto de los republicanos rebeldes.

Los republicanos se apuntan una victoria, pero anticipan un camino difícil para la aprobación de los presupuestos finales

La dificultad de aprobar esta medida preliminar anticipa el complejo camino que tienen por delante los republicanos para aprobar los presupuestos definitivos, con una estrecha mayoría en la Cámara de Representantes y la oposición en bloque de los demócratas.

Los conservadores redactarán ahora los detalles de la legislación, que establece el límite máximo de 4,5 billones de dólares para cualquier rebaja de impuestos en diez años, pero no dicta qué impuestos deben reducirse. Lo mismo ocurre con el gasto público, cuya reducción límite está en los 2 billones, aunque los líderes republicanos apuntan al Medicaid y a los programas de ayuda alimentaria para los estadounidenses pobres.

Además, las únicas partidas que aumentarán serán los programas de defensa y de seguridad fronteriza, en unos 300.000 millones de dólares, además incrementarse el techo de deuda en 4 billones de dólares.

Por otro lado, los republicanos pretenden prorrogar la rebaja de impuestos que ya aprobaron en el 2017, que costará aproximadamente 4 billones de dólares, y extender las exenciones fiscales para las empresas, que consumirán otros 200.000 dólares. Pero eso dejará poco margen (en el límite establecido de 4,5 billones) para añadir las otras rebajas fiscales prometidas por Trump, que los republicanos aspiran a aprobar, como la eliminación de los impuestos sobre las propinas, las prestaciones de la Seguridad o los intereses de los préstamos para automóviles.

El Congreso deberá concretar ahora cómo incluir dentro del límite las rebajas fiscales prometidas, como el impuesto de sociedades al 15%

Entre otras rebajas de impuestos, en el 2017 los republicanos redujeron el impuesto de sociedades del 35% al 21%. Durante la campaña electoral, Trump prometió intensificar esas rebajas hasta el 15% para aquellas empresas que decidan fabricar en EE.UU. Para compensar la cantidad de dinero que ello añadirá al déficit, el presidente aspira a sustituir esos ingresos por los obtenidos con los aranceles anunciados, de los que de momento solo se han implantado para las importaciones chinas.

Antes de la aprobación de este anteproyecto de ley presupuestaria, Johnson reconocía que será complejo incluir todas las promesas en los límites establecidos para los recortes y las rebajas de impuestos, a la par que se convence a las facciones moderadas y ultras del Partido Republicano. “Es el inicio de lo que será un juego de cuatro cuartos, y ese juego tan importante y trascendental comienza tan pronto como aprobemos esto”, afirmó en una rueda de prensa el martes por la mañana. “Es necesario porque prometimos cumplir la agenda completa del presidente Trump, no solo una parte de ella”.

Los demócratas, que se han opuesto en bloque, consideran la medida un suicidio para las arcas públicas, así como un abandono de los más necesitados en beneficio de los ultrarricos. “Han elegido a sus titiriteros multimillonarios en lugar del pueblo estadounidense”, dijo el líder de la minoría en la Cámara de Representantes, el demócrata Hakeem Jeffries. “Los demócratas están unidos, y seguiremos unidos durante todo este proceso, porque este imprudente presupuesto republicano no traerá más que destrucción al pueblo estadounidense”.

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