El PKK kurdo anuncia un alto el fuego y abre la puerta a un proceso de desarme
Largo conflicto
Hace caso al histórico llamamiento de Abdullah Öcalan tras 40 años de violencia ligada al conflicto
Los kurdos sirios sostienen banderas mientras se reúnen después de que el líder militante encarcelado de Turquía, Abdullah Ocalan, pidiera al PKK que depusiera las armas
El comité ejecutivo del PKK, el Partido de los Trabajadores del Kurdistán, ha declarado un alto el fuego y un futuro desarme, siguiendo la petición de su fundador y líder, Abdullah Öcalan, encarcelado en Turquía.
“Con el fin de allanar el camino para la implementación del llamado del líder a la paz y a una sociedad democrática, declaramos un alto el fuego efectivo a partir de hoy”, ha dicho el comité ejecutivo.
El llamamiento de Öcalan
El jueves, en un llamamiento histórico, Öcalan exigió a la organización que se disuelva y abandone las armas, lo que podría poner fin así a un conflicto que se prolonga desde hace más de 40 años y que ha provocado más de 40.000 muertos. “Convocad un congreso y tomad la decisión; todos los grupos [armados dependientes del PKK] deben abandonar las armas y el PKK debe disolverse”, escribió en un mensaje.
La respuesta ha llegado en las últimas horas: “Estamos de acuerdo con el contenido de la convocatoria tal como está y decimos que la seguiremos e implementaremos. Ninguna de nuestras fuerzas emprenderá acciones armadas a menos que sea atacada”, añadió.
El grupo ha señalado que esperaba que Ankara liberara a Öcalan, mantenido en aislamiento casi total desde 1999, para que pueda liderar un proceso de desarme, añadiendo que se deben establecer las condiciones políticas y democráticas necesarias para que el proceso tenga éxito.
El comunicado no establece específicamente un cronograma sobre cuándo se disolverá el grupo.
La situación en Siria
El gobierno turco ha dicho que no negociará con el PKK y que todas las milicias kurdas, incluidas las de Irak y Siria, deben deponer las armas. Aunque el llamamiento de Öcalan ha sido acogido como positivo, las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), aliadas de Estados Unidos y que Ankara considera una extensión del PKK, han dicho que no se aplica a ellas.
Ankara ha pedido repetidamente al brazo armado de las FDS que se desarme desde la caída del presidente sirio Bashar al-Assad el año pasado, advirtiendo que de lo contrario se enfrentaría a una acción militar. El llamamiento de Öcalan ha sido acogido con satisfacción por Estados Unidos, la Unión Europea y otros aliados occidentales, así como por los vecinos de Turquía, Irak e Irán.