El presidente del Supremo reprocha a Trump su llamado a destituir al juez que bloqueó sus deportaciones
Estados Unidos
La Casa Blanca desoyó la orden del juez federal James Boasberg y envió dos aviones con unos 250 inmigrantes a El Salvador tras invocar la ley de Enemigos Extranjeros de 1798
El magistrado John Roberts advierte: “Durante más de dos siglos, se ha establecido que el juicio político no es una respuesta apropiada al desacuerdo sobre una decisión judicial”
Donald Trump saluda al presidente del Tribunal Supremo de Estados Unidos, John G. Roberts, a su llegada para pronunciar un discurso ante una sesión conjunta del Congreso, el 4 de marzo
El presidente del Tribunal Supremo, el conservador John Roberts, nominado por George W. Bush, ha emitido este martes un inusual comunicado ante el último ataque de Donald Trump contra el poder judicial. El presidente de EE.UU. ha publicado esta mañana en Truth Social que el juez que bloqueó su uso de la ley de Enemigos Extranjeros para deportar a venezolanos a El Salvador “debería ser destituido (con un impeachment, un juicio político)”. Roberts le ha respondido que esa fórmula no es la apropiada: “Durante más de dos siglos, se ha establecido que el juicio político no es una respuesta apropiada al desacuerdo sobre una decisión judicial. Existe un proceso normal de apelación para ese propósito”.
La Casa Blanca ignoró el sábado la orden del juez federal de distrito James Boasberg para que frenara la expulsión de unos 250 inmigrantes venezolanos, presuntamente vinculados a las bandas criminales del Tren de Aragua y la MS-13, y envió dos aviones de deportación a El Salvador. Allí, Trump ha recibido la colaboración del presidente Nayib Bukele, que ya los ha encarcelado en su Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), la gigante prisión de máxima seguridad destinada a encerrar a las maras del país centroamericano. A cambio, El Salvador recibirá 6 millones de dólares anuales de las arcas públicas estadounidenses.
La oscura ley que invocó Trump para ejecutar sus deportaciones, promulgada en 1798, solo ha sido aplicada en contextos de guerra: contra Reino Unido en 1812 y durante las dos guerras mundiales. La ancestral medida permite la expulsión sumaria, sin el debido proceso, de aquellos ciudadanos extranjeros que hayan participado en una “invasión” o “incursión depredadora”, lo que Trump asegura que está ocurriendo con los pandilleros venezolanos.
El juez Boasberg determinó que la Administración se había extralimitado en sus funciones al aplicar la ley y que causó un “daño irreparable” a los afectados, por lo que ordenó el regreso de los deportados y bloqueó su uso en el futuro. La Casa Blanca desobedeció y ha desafiado repetidamente la orden al asegurar que el juez no tiene potestad para bloquear la medida.
Anoche, en una audiencia judicial en Washington, el magistrado insistió al abogado del departamento de Justicia en que revelara la hora exacta en la que despegaron los vuelos, lo que indicará si se ha desobedecido no solo la orden de hacer regresar a los vuelos, también la que bloquea el uso de esa ley para deportar. El abogado, Abhishek Kambli, se negó a dar detalles, por lo que el juez ordenó que diera esa información este mediodía.
En un documento presentado este martes ante el tribunal, el departamento de Justicia alega que, en el momento de la orden, los aviones ya estaban en el espacio aéreo internacional, por lo que el fallo del juez no aplica. También explicó que despegó un tercer avión tras la orden, pero los inmigrantes en su interior no habían sido deportados “únicamente” en base a la ley de Enemigos Extranjeros. La Casa Blanca también alega que el juez no tiene autoridad para intervenir, pues los tribunales “no tienen jurisdicción sobre la gestión de los asuntos exteriores por parte del presidente”, dijo la secretaria de prensa, Karoline Leavitt, en un comunicado.
Donald Trump, presidente de EE.UU.
“Este juez, como muchos de los 'jueces corruptos' ante los que me veo obligado a comparecer, ¡¡¡debería recibir un IMPEACHMENT!!!”
Esta mañana, Trump ha arremetido duramente contra el juez en su red social: “Este Juez Lunático de Izquierda Radical, un alborotador y agitador que fue tristemente nombrado por Barack Hussein Obama, no fue elegido Presidente - ¡No GANÓ el VOTO popular (por mucho!), no GANÓ TODOS LOS SIETE ESTADOS SWING, no GANÓ 2,750 a 525 Condados, NO GANÓ NADA!”, ha escrito el presidente, desafiando la autoridad de la rama del poder judicial para bloquear sus medidas, un contrapoder fundamental en la democracia de EE.UU.
En el mismo mensaje, ha llamado a destituir al juez: “Este juez, como muchos de los 'jueces corruptos' ante los que me veo obligado a comparecer, ¡¡¡debería recibir un IMPEACHMENT!!! NO QUEREMOS CRIMINALES VICIOSOS, VIOLENTOS Y DEMENTES, MUCHOS DE ELLOS ASESINOS TRASTORNADOS, EN NUESTRO PAÍS. HAGAMOS A AMÉRICA GRANDE DE NUEVO!!!”, ha escrito Trump en sus habituales mayúsculas.
El choque entre Roberts y Trump recuerda al que ya tuvieron durante el primer mandato del republicano, cuando este se quejó de la decisión de un juez que había fallado en contra de sus políticas de asilo y lo llamó “juez de Obama”. Entonces, Roberts respondió que “no tenemos jueces de Obama o de Trump, Bush o Clinton. Lo que tenemos es un grupo extraordinario de jueces dedicados que hacen todo lo posible para hacer lo correcto de igual a igual a quienes comparecen ante ellos. Ese poder judicial independiente es algo por lo que todos deberíamos estar agradecidos”.